La madre biológica abandonó el hogar común al poco tiempo de nacer su hija, mientras que el padre siempre estuvo ausente y sin contacto con la menor.
La jueza del Primer Juzgado de Familia de San Miguel, Roxanna Aracena, sancionó hoy que el cuidado personal de una niña de cinco años debe seguir en manos de su madre de crianza, Jacqueline Díaz, reconociéndose con ello en forma inédita a las familias homoparentales y a sus derechos
El caso es de la máxima relevancia para la diversidad familiar, en tanto la madre biológica y ex pareja de Jacqueline había abandonado el hogar común al poco tiempo de nacer su hija, mientras que el padre siempre estuvo ausente y sin contacto con la menor.
Sin embargo, cuando con el patrocinio del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) Jacqueline inició la batalla legal por el cuidado personal de la niña, tanto la madre como el padre biológico se opusieron, dándose paso a variadas audiencias que se extendieron por casi medio año.
La abogada del Movilh, Melisa Manfredi, indicó que “todos los informes psicológicos y sociales sobre la niña y su entorno, daban cuenta de que sólo Jacqueline le ofrecía protección. En este contexto, hoy se llegó a acuerdo y el tribunal determinó que Jacqueline tendrá el cuidado personal por los próximos seis meses”.
Tal resolución “implica un reconocimiento inédito de un tribunal respecto a la homoparentalidad, en tanto se basa en la idea de que hay dos figuras maternas, una de crianza y otra biológica, siendo para ojos de la justicia sólo la primera la que garantiza estabilidad a la niña. El paso siguiente debiera ser la lucha por la tuición definitiva por parte de Jacqueline, teniendo a su favor la determinación de hoy”, añadió.
El dirigente del Movilh, Rolando Jiménez, redondeó que “es claro que con este caso, salta a la vista lo absurdo de prohibir la crianza y la adopción homoparental en Chile, pues la justicia no sólo sabe sobre la existencia de parejas del mismo sexo que cuidan hijos. Además, pone como primera consideración el interés superior del niño a la hora de decidir conflictos por el cuidado personal, al margen de la orientación sexual de los padres y madres”.
En el caso de Jacqueline, la situación es especialmente nítida, pues ella convive con hace años con otra mujer, Margarita , y entre ambas cuidan a la niña.
La pareja se declaró feliz con la determinación de hoy y concentrará el tiempo próximo en disfrutar con la niña, “pues estos procesos son muy duros y agotadores para toda la familia, siendo conveniente que ahora venga una etapa de descanso antes de definir nuevas acciones”, puntualizó el Movilh
