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El club de la pelea: las fracturas internas en la industria de las AFP Cercanía de Rodrigo Pérez con Piñera genera tensiones y ya se habla de su salida

El club de la pelea: las fracturas internas en la industria de las AFP

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Justo en el momento en que su negocio se ve más amenazado, el gremio tiene importantes conflictos internos. AFP Habitat es la más díscola y la que más molesta a sus pares, pero ha sido la de mayor agresividad en empujar por cambios y hace ya un par de años que viene advirtiendo que el sistema necesita reformas, mientras otros apuestan por atrincherarse. A eso se suma que los diferentes modelos de negocios de las administradoras hacen que sea difícil que adopten una posición común en el tema comisiones.


En mayo de 2014, Rodrigo Pérez Mackenna, ex ministro de Vivienda y Urbanismo de Sebastián Piñera y ex alto ejecutivo de Deutsche Bank en Chile, aterrizó en la Asociación de AFP.

La cercanía de Pérez Mackenna con el ex vocero de gobierno, Andrés Chadwick, así como con Laurence Golborne, con quien fue compañero en la Universidad Católica, y el hecho de ser hermano menor de Francisco, el ejecutivo clave del Grupo Luksic, generó ruido.

La lectura inicial fue que el gremio apostaba por un creyente en el sistema de capitalización de las AFP, que fuera capaz de defenderlo tanto desde las aristas técnicas como ideológicas.

Según fuentes ligadas al sector, “a la Asociación le costó muchísimo conseguir un nombre. Al parecer, en el último momento pensaron en Pérez Mackenna y lograron que dijera que sí”.

Aunque el presidente de una AFP aseguró en su momento que la elección fue unánime y se hizo luego de que el head hunter Seminarium planteara una lista corta, lo cierto es que en el sondeo de nombres previos varios se bajaron, entre otros, Augusto Iglesias, ex subsecretario de Previsión Social de Piñera. También habría fracasado la idea de sumar al ex superintendente de AFP y de Valores y Seguros (SVS) de la Concertación, Alejandro Ferreiro.

Para sorpresa de muchos, el ex ministro de Piñera llegó con ganas de cambiar las cosas. Se dio cuenta de que seguir atrincherado no era la mejor opción y apostó a remecer al gremio, convencerlos de que se necesitaban cambios, que la industria debía ser parte de la solución y tenía que acercarse a la gente.

Cabe recordar que su llegada se concretó dos semanas después del inicio de las sesiones de la Comisión Bravo y coincidió con el anuncio de la creación de una AFP estatal –idea ampliamente rechazada por el gremio–, además del fuerte remezón que significó para la asociación de administradoras de fondos de pensiones la propuesta de AFP Habitat de compensar de su bolsillo parte de las pérdidas de sus afiliados, lo que, unido a la fuerte baja de la comisión de Planvital –0,47% del sueldo imponible de los nuevos afiliados al sistema–, se percibía como señal de un cambio de ciclo dentro del sector y de que sus actores no se hallaban tan alineados como solían estarlo.

En ese año también salieron a la luz pública las diferencias sobre la elección de directores en sociedades anónimas abiertas donde votan las AFP y en que el ex candidato presidencial Pablo Longueira intervino, a través de un correo al entonces timonel del gremio, Guillermo Arthur y otros, reclamando por haber sido marginado del proceso debido a su connotación política.

Más allá de la polémica de su llegada a la industria, el consenso es que el ex ministro de Piñera lo ha hecho bien. Ha recorrido Chile entero explicando, conversando y debatiendo. Dirigentes sindicales del sector minero y activistas sociales del sur lo escuchan y reconocen que en reuniones con él entraban con escepticismo y preparados para pelear, y salían con un cierto respeto por el ex ejecutivo del Deutsche Bank.

En el Gobierno también alaban su disposición a dialogar, su voluntad de conversar y a buscar puntos de encuentro, en vez del rechazo automático que los líderes de los otros gremios en general han tomado ante cualquier propuesta de reforma que emana de La Moneda.

Pero quizás la obra maestra de Pérez Mackenna en sus dos años en el gremio fue el nombramiento de Fernando Larraín para la gerencia general de la asociación, en enero pasado.

El economista de la PUC y Máster en Asuntos Públicos (Public Affairs) de la Universidad de Princeton llegó en diciembre último a reemplazar a Francisco Margozzini, quien renunció al cargo a fines de noviembre, luego de 30 años ligado al gremio. 

Su llegada fue parte de la modernización que Rodrigo Pérez diseñó para enfrentar los desafíos de la industria.

Margozzini era considerado como cercano a Guillermo Arthur, y, por lo tanto, visto como un duro defensor del sistema y no cuadraba con la visión más pragmática y dialogante que ha querido implementar Pérez.

El gremio buscaba a una persona con perfil técnico y redes políticas y Larraín las cumplía. Fue asesor de La Moneda y del Ministerio de Hacienda durante la administración de Ricardo Lagos en materias de políticas públicas, entre 2002 y 2005, y participó en el diseño de la reforma tributaria de 2002.

En el Gobierno apuestan a Larraín como el interlocutor con quien se pueden lograr acuerdos en el actual escenario y en el mercado apuntan a su cercanía con Nicolás Eyzaguirre, con el cual tendría línea directa en La Moneda.

Pero el tándem Pérez/Larraín enfrenta a un gremio que no está unido, un equipo interno poco profesional y no siempre leal y el desafío de encontrar una estrategia para enfrentar la amenaza más grande al negocio de las AFP desde su creación.

En las últimas tres semanas El Mostrador Mercados ha tenido conversaciones con múltiples actores del gremio y la industria, del mercado financiero, con lobbistas y asesores comunicacionales,  y el cuadro que pintan es de un “club de la pelea”.

Nadie quiso hablar en on, pero todos coinciden en que hay fracturas internas en la industria que amenazan con quebrar al gremio. 

También que la cercanía de Rodrigo Pérez con Sebastián Piñera  genera tensiones y que, más temprano que tarde, tendrá que dejar la presidencia gremial, ya que una vez que la campaña presidencial entre en tierra derecha, lo que diga estará manchado por su cercanía con el ex Presidente.

Hace un par de semanas generó molestias que haya decidido acompañar a Piñera en un viaje al sur y algunos ejecutivos de la industria le habrían hecho ver su malestar a través de mensajes.

Hay temor entre algunos actores clave de la industria en cuanto a que, justo en el momento en que su negocio se ve más amenazado, el sector aparezca fracturado.

AFP Habitat es la más díscola y la que más molesta a sus pares, pero es la que ha sido más agresiva en empujar por cambios y hace ya un par de años que viene advirtiendo que el sistema de pensiones de Chile necesita reformas, mientras que en el seno del gremio hay algunos que apuestan por atrincherarse.

A eso se suma que los diferentes modelos de negocios de las administradoras hacen que sea difícil que adopten una posición común en el tema comisiones.

Asesores comunicacionales y lobbistas han asumido un rol clave y eso se ve reflejado en la llegada de Cristina Bitar y Eugenio Tironi, en reemplazo de Jorge Navarrete y Pablo Halpern. Bitar tuvo un año complejo el 2015, al ser salpicada por uno de los casos de platas políticas (terminó en nada) y Tironi defendió a Enersis en su pelea con las AFP durante el polémico aumento de capital de hace 3 años.

En la pelea ahora están todos los grandes: Extend, de las hermanas Velasco, asesora a Provida –que también tiene a Cristina Bitar como directora–; Corpo Comunicaciones, de Emilio Sanfuentes, asesora a AFP Habitat; A AFP Cuprum la representa el gigante mundial de las comunicaciones, Burson-Marsteller; y a AFP Modelo, Simplicity. AFP Capital, del gigante financiero de Colombia, SURA, lo hace internamente con un equipo grande que ve todo lo relacionado con comunicaciones y asuntos públicos.

A esos nombres oficiales, hay que sumarle el de Manfredo Mayol. Al menos dos fuentes confirman a este medio que el ex asesor UDI de la dictadura, tiene un rol informal asesorando a una de las grandes.

La irrupción de las reformas

Hasta el escándalo por el jubilazo de la ex mujer del diputado socialista Osvaldo Andrade, el mensaje del Gobierno al gremio era que, más allá de la AFP Estatal, no habría mayores reformas.

El propio ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se los hizo saber a varios ejecutivos de la industria en una reunión reservada en Londres durante el Chile Day.

En otras conversaciones, diferentes funcionarios gubernamentales le transmitieron el mismo mensaje a Pérez Mackenna y a su equipo. “Nos dijeron que iban a evaluar las conclusiones y propuestas de la Comisión Bravo, pero que no había ni tiempo ni espacio político para otra gran reforma”,  revela una fuente que conoce el detalle de las conversaciones con la industria.

Pero el escándalo del jubilado hizo que un millón de personas o más salieran a la calle a protestar, lideradas por el movimiento “NO+AFP”, y de eso tomó nota La Moneda. La Presidenta ordenó a un comité especial de ministros estudiar el tema, sacar del cajón las propuestas de la Comisión Bravo y eso resultó en una cadena nacional en la que la Presidenta propuso los cambios más importantes al sistema de pensiones desde su creación.

Las propuestas no calmaron a la calle: más de un millón de personas logró la siguiente convocatoria del movimiento.

[cita tipo= «destaque»]Estos gigantes de la industria aseguradora pagaron caro para entrar el mercado chileno asumiendo un cierto nivel de rentabilidad, que en Chile es alto bajo cualquier parámetro. Las reformas de Bachelet y la entrada de una AFP estatal amenazan esas cifras en forma relevante y eso tiene a los controladores americanos haciendo consultas a la Cancillería, hablando con la embajada y haciendo sentir su peso a través de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham). Las gestiones son muy reservadas, afirma una fuente y, por el momento, no quieren hacer mucho ruido.[/cita]

Fuentes consultadas revelan que las AFP coinciden solo en los grandes puntos, pero tienen agendas diferentes, y que a veces chocan. Afirman que Willie Arthur aún pesa al interior del gremio y que a Rodrigo Perez a veces no lo toman en cuenta, aunque esa versión fue rechazada por otros actores que también conocen en detalle lo que está pasando al interior del gremio.

Habitat, la AFP díscola

AFP Habitat, la administradora ligada a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), pero que desde hace un año comparte la propiedad con Prudential, el gigante de seguros de Estados Unidos, es la que más problemas le crea al gremio y la que, de acuerdo a algunos, estaría dispuesta a quebrarlo.

La AFP, ahora presidida por Juan Benavides y cuyo gerente general es Cristián Rodríguez, tiene una posición clara desde hace años: el sistema hay que reformarlo y el liderazgo lo tienen que tomar la industria y los políticos.

La administradora de fondos no solo ha adquirido un rol de liderazgo en el tema de reformar las pensiones, sino que también en el de la defensa de accionistas minoritarios y en gobiernos corporativos.

José Antonio Guzmán, quien fuera presidente de Habitat hasta hace un año, en su momento fue duro en sus críticas a lo que  él describió como la codicia del empresariado y la ausencia de rechazo a escándalos empresariales como La Polar, Cascadas y la polémica por el aumento de capital en Enersis.

Esa posición díscola ha sido fuente de ayuda y al mismo tiempo de problemas para Pérez Mackenna. Por un lado, él valora que la AFP tenga más clara que las otras la necesidad de cambios, pero le genera problemas que sea tan agresiva y pública en sus posiciones.

Según un presidente de una AFP, Pérez Mackenna, en una de dos reuniones que tuvo con el directorio de la Asociación al asumir, puso como requisitos el dedicarse a tiempo completo al gremio, al menos por los próximos dos años, y, principalmente, unidad entre las AFP.

La actitud de Habitat va directamente en contra de este último mensaje. Primero con Guzmán y ahora bajo la presidencia de Benavides, Habitat ha hecho propuestas que no contaban con el respaldo de sus compañeros del gremio, en un carril que solo en contadas excepciones ha seguido Cuprum, que también ha dado a conocer propuestas de forma individual en el pasado.

La última generada por Habitat la gatilló la decisión de la administradora de fondos de escribir dos cartas a sus afiliados, en las que sale a criticar las propuestas. Las misivas generaron una fuerte molestia en La Moneda y Hacienda.

Ambas violarían la norma que regula la entrega de información por parte de las AFP a sus afiliados, al entrar en terreno político. La super pidió que Habitat informara los fundamentos que respaldan las afirmaciones y conclusiones que se hacen en dichas comunicaciones. 

El tono y contenido de la segunda carta enviada es lo que más irrita al Gobierno. En ella hay críticas abiertas a lo planteado por la Presidenta Bachelet para reformar el sistema de pensiones y no contribuye al espíritu de diálogo que Hacienda quiere generar.

También molestó que en la primera reunión postanuncio, en que los ministros Valdés y Rincón se juntaron con la industria, Habitat decidiera no participar. La razón habría sido la visita de sus socios de Prudential, que están en Chile y participaron en reuniones del directorio que preside Juan Benavides, las cuales tuvieron lugar en Viña del Mar.

Fuentes afirman que la Superintendencia de Pensiones evalúa sanciones y podría multarla por hasta UF 3.000.

La preocupación de los gringos y el lobby político

Otra arista que mantiene despierto a Rodrigo Pérez es el ruido que las reformas ha generado en Estados Unidos y Colombia entre los controladores de las AFP más grandes.

Cuprum es del grupo Principal Financial, Provida de MetLife y Capital de Sura. Y eso se suma Prudential, que tiene el 50% de Habitat.

Estos gigantes de la industria aseguradora pagaron caro para entrar el mercado chileno asumiendo un cierto nivel de rentabilidad, que en Chile es alto bajo cualquier parámetro. Las reformas de Bachelet y la entrada de una AFP estatal amenazan esas cifras en forma relevante y eso tiene a los controladores americanos haciendo consultas a la Cancillería, hablando con la embajada y haciendo sentir su peso a través de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham). Las gestiones son muy reservadas, afirma una fuente, y por el momento no quieren hacer mucho ruido.

A eso se suma que las operaciones a través de las cuales Principal compró Cuprum y MetLife adquirió Provida, están siendo fuertemente cuestionadas en Contraloría y hay una posibilidad técnica (aunque en la práctica remota) de que las operaciones sean anuladas.

Ese escenario podría gatillar demandas ante tribunales internacionales contra el Estado de Chile, situación que el Gobierno quiere evitar a toda costa, dado que está en medio de una campaña de recuperar las confianzas con el sector privado para reactivar una economía que enfrenta la desaceleración más aguda en 6 años y el menor crecimiento promedio desde el retorno a la democracia.

Y es precisamente por eso que tanto Cuprum como Provida se oponen a la actitud confrontacional de Habitat y prefieren hacer un lobby más reservado.

Las esquirlas del caso Penta también son un factor que mantiene a AFP Cuprum haciendo poco ruido público.

“Todo esto refleja los distintos intereses y realidades de los actores”, indica una fuente que está al tanto de los debates internos.

El vínculo Mackenna-Piñera que abre flancos

El otro gran problema que enfrenta Pérez Mackenna para unir al gremio es… Pérez Mackenna.

Su cercanía con Sebastián Piñera es un flanco abierto y el consenso en la industria y en el mercado es que tendría los días contados. Más allá de sus logros y capacidades, con Piñera en campaña y su hermano haciendo ruido defendiendo el sistema que él creó, Pérez Mackenna se convierte en un flanco débil ante los ataques y su mensaje se pierde.

“Como decía El Padrino, ‘no es personal, es negocio’. Entre septiembre y marzo Rodrigo tiene que salir”, afirma un alto ejecutivo de la industria. Esa posición también concuerda con la de al menos dos de los asesores comunicacionales que están trabajando con las AFP.

La vulnerabilidad del ex ministro de Piñera deja a Fernando Larraín con la responsabilidad de navegar el complejo escenario. Pero no es nada fácil. “Larraín tiene una bolsa de gatos como socios”, dice una fuente que conoce el gremio y que trabaja con la industria.

Y agrega que la polémica que generó la llegada de Bitar y Tironi refleja un poco lo difícil que va a ser para él.  Otro ejemplo que da es la decisión del gremio completo, menos Habitat –que mandó a un director–, de aparecer en foto de portada en El Mercurio a pocos días de los anuncios de la Presidenta. “Les faltó poner foto de Pinochet y posar en una trinchera de la Escuela Militar para hacerlo peor. Un desastre comunicacional”, expresa no sin un poco de ironía.

Lo cierto es que Mackenna (mientras dure) y Larraín tienen una tarea compleja. Cómo aunar las posiciones sobre el tema comisiones (a las chicas les duele, a las grandes menos), el destino de los 5 puntos porcentuales adicionales –abogar por que todo vaya a las AFP es una pérdida de tiempo– y cómo hacer que Habitat no se la juegue sola, son los tres desafíos que más se repiten entre los que hablaron con El Mostrador Mercados.

Cercanos a Mackenna y Larraín no niegan que el desafío es mayor, pero rechazan que el gremio esté tan dividido que termine quebrándose. Afirman que ambos creen que hay muchos más puntos de acuerdo y que el terreno es propicio para negociar unidos el proceso que se viene con el Gobierno.

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