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Lagos cita a Pinochet y dice que los «señores políticos» deben entenderse rápido sobre las primarias Además, defiende su nueva publicación, asegurando que «no es un libro de campaña»

Lagos cita a Pinochet y dice que los «señores políticos» deben entenderse rápido sobre las primarias

Consultado por su disponibilidad para una primaria, manifestó que «los señores políticos se entiendan rápido y definan el proceso que hay que seguir», recordando la famosa fórmula usada por Pinochet de «los señores políticos» (el General la usó reiteradas veces, por ejemplo, el 1 de octubre de 1982 en El Mercurio, cuando dijo: «El Gobierno no acepta la politiquería. Los señores políticos que están muy activos son unos pocos. Los tengo medidos. No crean ustedes que andan sueltos. Cuando los llaman por ahí, aseguran que son muy leales al Gobierno»).


En vez del pesimismo es el nombre del último libro de Ricardo Lagos. En 150 páginas, el ex Mandatario intenta responder acerca de los desafíos de las próximas dos décadas (entre los que destaca, según él, la crisis de legitimidad que están viviendo las instituciones políticas).

Explica que si somos capaces de levantar un poco la mirada hacia el país que queremos ser, «podríamos comenzar a recuperar los niveles de confianza que hemos perdido»

La publicación, que fue criticada por el  historiador y Premio Nacional de Historia, Gabriel Salazar, al calificarla de «puros lugares comunes de viejo que se cree sabio», comienza hablando de la caída de los muros y del colapso del capitalismo desregulado del año 2008; propone una América Latina más cohesionada; dedica hartas páginas al déficit de infraestructura; y reflexiona, al final, sobre el malestar, la indignación y la gobernabilidad.

«Mis propuestas son solo eso: propuestas. Un borrador, si se quiere», expresa el autor, quien desmiente que su libro sea de campaña y asegura que lo escribió para «transmitir y socializar mi idea del país». Esto en el contexto de su disminución de  7 puntos porcentuales en contraste con la medición anterior, en términos de aprobación, según la última encuesta Cadem.

En entrevista con La Tercera, Lagos se muestra convencido que -aparte de la crisis del año 73- ésta es la crisis más grave en términos de cuestionamientos a la legitimidad de las instituciones. Pero aclara: «No es que nuestras instituciones no estén funcionando, porque eso no es cierto: el gobierno gobierna, el Parlamento legisla y la judicatura hace justicia».

Para dejarlo más claro, dice que el gran dilema que enfrentamos como sociedad  es cómo reposicionar la institucionalidad desde las mismas instituciones . Si eso sucede, el ex Presidente cree que de manera casi natural se recuperarán los niveles de credibilidad y confianza.

Además, consultado por su disponibilidad para una primaria, manifestó que «los señores políticos se entiendan rápido y definan el proceso que hay que seguir», recordando la famosa fórmula de Pinochet de «los señores políticos» (el General la utilizó, por ejemplo, el 1 de octubre de 1982 en El Mercurio, cuando dijo: «El Gobierno no acepta la politiquería. Los señores políticos que están muy activos son unos pocos. Los tengo medidos. No crean ustedes que andan sueltos. Cuando los llaman por ahí, aseguran que son muy leales al Gobierno»).

Sobre su irrupción en las presidenciales 

Lo que habría motivado a Lagos es su propio diagnóstico del actual sistema político. «Se sigue haciendo política como si estuviéramos en un mundo de Bilz y Pap. Y el escenario no está para eso. No está para cálculos pequeños ni diabluras», comenta.

Asimismo, confirmó que su candidatura sería de la misma coalición y que pretende asumir el tipo de reformas que ella ha planteado, puntualizando que «tenemos que hablar de continuidad. En el cómo posiblemente habrá cambios (…) El debate está más en lo adjetivo, no en lo sustantivo. Lo cual no significa que dé lo mismo quien gobierne».

Sobre su postura en el lucro en la educación

En primer lugar, dice que no le gusta el lucro en la educación. En segundo, aclara que «eso es lo que yo prefiero, pero acepto que se me podría decir que esto es cuestión de gustos». En tercer lugar, se declara en desacuerdo con la existencia de lucro en educación cuando hay aportes del Estado. Por último, explica que «en virtud del principio de la libertad de enseñanza, cualquier persona que cumpla con los estándares profesionales y de calidad determinados por la autoridad tiene derecho a enseñar y, si así se lo plantea, también a cobrar e incluso a generar excedentes con su trabajo o función».

«¿Le debemos prohibir el lucro a quien se plantea en esos términos? Hay quienes creen que sí, pero yo creo que no, porque en  este caso debe primar la libertad de enseñanza.

Hay que recordar que el ex Presidente fue funado el mes pasado por un grupo de integrantes del Movimiento Deuda Educativa –que agrupa a profesionales deudores de la educación chilena provenientes de diversas instituciones públicas y privadas–.

«Nos manifestamos en contra de Ricardo Lagos Escobar, a quien consideramos un verdadero criminal de la educación, quien junto a su ex ministro de la Educación, Sergio Bitar, no tuvieron ningún asco en endeudar a más de un millón de personas. Familias humildes que no tuvieron otra forma de acceder a la educación superior si no era utilizando lo que se nos prometió como un beneficio social y que resultó ser nada más ni nada menos que un crédito de consumo, como lo es el Crédito con Aval del Estado (CAE)», dijo Juan Pablo Rojas, coordinador nacional del movimiento.

Sobre algunas ideas programáticas

El ex Presidente plantea su preferencia por un mandato corto con posibilidad de una reelección inmediata, «pero si en algún momento se vuelve a plantear el tema, quizás sería bueno que la discusión  también considere la conveniencia de cambiar nuestro régimen político, tan presidencialista, por un semipresidencial, a la francesa. Pienso que resguarda mejor los equilibrios y tiene mayor flexibilidad para gobernar sociedades de mayor densidad política y más complejas».

Además, considera que el país le debe mucho a la infraestructura, argumentando que en los primeros 10 años de este siglo, el nivel de inversiones en infraestructura pública y privada fue de casi tres puntos del PIB, «y hoy, con suerte, llega a uno y medio», dice.

Sobre su relación con los empresarios

«Entender a los empresarios no es ser cómplice de las malas prácticas en que incurran algunos», dice, celebrando que los empresarios -de carne y hueso, como él los llama- participen en política (aunque aclara que «no le parece bien que también participen en política las empresas).

«Por eso yo siempre me opuse a que las empresas pudieran financiar campañas. Eso no se entendió en su momento, y vino a entenderse ahora, con las nuevas leyes», expresa.

 

 

 

 

 

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