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La Moneda mira con buenos ojos la opción presidencial de Goic y su apuesta por “coalición de centroizquierda” Nuevo mapa de poder en la DC marca derrota de Mariana Aylwin y consolidación de colorines y chascones

La Moneda mira con buenos ojos la opción presidencial de Goic y su apuesta por “coalición de centroizquierda”

En La Moneda cuentan que, hace al menos dos años, el todopoderoso subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, planteó en más de una ocasión que Goic era una figura a considerar, que podría terminar siendo una alternativa real para la Democracia Cristiana. Si bien el candidato presidencial de la autoridad PS es Lagos, no deja de ser un dato relevante que la timonel de la falange pueda ser una alternativa que cumple con los requisitos de comulgar con la vigencia de la coalición y del eje histórico que la sustenta: la DC y el PS.


No es el mejor momento de su relación con la Presidenta Michelle Bachelet, lo cierto es que las cosas entre ambas se han enfriado bastante desde octubre del año pasado y en la práctica no goza, por sobre el resto, de una línea directa especial con La Moneda. Pero, así y todo, en Palacio ven con buenos ojos la alternativa de la timonel DC, Carolina Goic, como la carta más atractiva que tiene el oficialismo para enfrentar la contienda de noviembre, especialmente entre quienes llevan los hilos del poder en el Gobierno.

Un tema no menor cuando, por estos días, el abanderado del PR, Alejandro Guillier, se jugó sus cartas al tomar una distancia definitiva con La Moneda al asegurar que “la Presidenta hizo un esfuerzo… pero miró a Chile desde arriba”. No es que el senador por Antofagasta fuera el abanderado predilecto de Palacio, pero sí es cierto que hay un sector pragmático del Ejecutivo que considera, más allá de si les gusta o no, que es la única alternativa viable para ganarle a la derecha y a Sebastián Piñera en noviembre, a lo que se suma que Bachelet no tiene la relación más fluida ni cercana con la carta del PPD, el ex Mandatario Ricardo Lagos.     

No es que Goic haya irrumpido recién en el escenario presidencial tras su proclamación oficial en la Junta Nacional DC, este sábado 12 de marzo, pero sí constituyó un dato relevante ante los ojos de La Moneda que la flamante abanderada no dejara aquel día ápice alguno de duda de su compromiso con la coalición, al fijar públicamente su domicilio político en la centroizquierda, cerrando la puerta así a las ideas de los sectores más conservadores de la falange, de aventurarse por un camino propio.

Por lo mismo, la timonel DC aseguran ha recibido “señales desde el eje histórico de La Moneda” respecto a que miran positivamente su candidatura, según confesaron en su propio círculo político, que la ven como una buena alternativa, mucho más que a Guillier, para todos aquellos que apoyan a Lagos, pero que observan con un dejo de preocupación la tarea que debe cumplir el PPD de conseguir 18 mil militantes que se refichen, para asegurar su nombre en la papeleta de las primarias.   

Entre dirigentes de la falange explicaron que, efectivamente, hay un sector relevante de poder en La Moneda que tomó nota del viento a favor que empieza a correr para Goic y que ven en ella a una figura con un discurso político muy similar al del ex Mandatario.  

En La Moneda cuentan que, hace al menos dos años, el todopoderoso subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, planteó en más de una ocasión que Goic era una figura a considerar, que podría terminar siendo una alternativa real para la Democracia Cristiana. Si bien el candidato presidencial de la autoridad PS es Lagos, no deja de ser un dato relevante que la timonel de la falange pueda ser una alternativa que cumple con los requisitos de comulgar con la vigencia de la coalición y del eje histórico que la sustenta: la DC y el PS.

En el círculo de Goic afirman que tiene una buena relación con Aleuy, aunque hace rato que “no llama” para nada especial a La Moneda y que, cuando necesita coordinar algo con Palacio, lo hace con la jefa de gabinete de la Mandataria, Ana Lya Uriarte, socialista y Nueva Izquierda, igual que el subsecretario. A eso se suma que Guillier no tiene puentes con el poder de la casa de Gobierno, los cortó, puntualmente con Aleuy, porque el senador por Antofagasta lo culpa directamente de las filtraciones a la prensa de datos que lo complicaron públicamente en diciembre del año pasado.  

Hasta octubre, la presidenta de la DC era considerada una bacheletista de tomo y lomo, pero en plena campaña municipal Goic golpeó la mesa y protagonizó un gallito frontal con La Moneda: pidió un urgente cambio de elenco en el gabinete, porque «se requieren señales contundentes de coherencia en el mensaje… si no se hace, estamos condenados al fracaso y pavimentamos el camino a un Gobierno de derecha» y luego de los comicios municipales se marginó del comité político, tensionando así las relaciones con Palacio.

Si bien las asperezas políticas se limaron, en la práctica desde entonces su relación con la Presidenta Bachelet se enfrió y, según confiesan en la propia DC, ya no es la misma de antes, algo que se ha constatado en más de una ocasión con varios de esos pequeños grandes gestos que en política lo dicen todo. En el partido contaron que, cuando en enero Goic ganó la presidencia de la falange con una abrumadora mayoría del 66% y a diferencia de otras ocasiones similares, la Mandataria nunca la llamó para saludarla por el logro, a pesar del fuerte discurso de género que tiene la Jefa de Estado.    

[cita tipo=»destaque»]Entre dirigentes de la falange explicaron que, efectivamente, hay un sector relevante de poder en La Moneda que tomó nota del viento a favor que empieza a correr para Goic y que ven en ella a una figura con un discurso político muy similar al del ex Mandatario Ricardo Lagos.[/cita]

Esa frialdad también fue palpable en el acto oficial por el Día Internacional de La Mujer el 8 de marzo, donde ambas coincidieron y Bachelet –explicaron varios de los presentes– no tuvo ningún gesto hacia la parlamentaria, ni público ni privado, a pesar de que Goic estaba a solo días de ser proclamada abanderada presidencial.

La administración bacheletista en general y la Presidenta en particular tienen un apoyo que supera por pocos puntos el umbral del 20%, son pocas las ocasiones en que logra controlar la agenda pública, y lo que se ve de la gestión gubernamental pasa más por una permanente reacción para enfrentar crisis, lo que se añade a logros concretos y sus efectos, como la gratuidad en educación, que son invisibles comunicacionalmente.

Por eso es que en el seno del propio Gobierno reconocen que tanto la Mandataria como su gobierno no tienen mucho espacio para jugar un papel político relevante en esta campaña presidencial, que no será definitivo ni determinante, como sí ha sido en otras contiendas del pasado, a quién da su apoyo. “El proyecto político original implicaba dejar un sucesor propio, tener las reformas consolidadas e instalar una nueva generación de liderazgo político. Nada de eso sucedió y por eso esta Presidenta será la que menos influya en esta campaña”, sentenció un alto asesor palaciego.

Pero el dato de cómo los candidatos manejen su relación con este Gobierno y su obra, no deja de ser un factor a considerar en una competencia donde todos y cada uno de los votos serán necesarios.

Goic ha sido clara en mostrar la forma en que caminará por esa delgada línea como candidata y la crítica abierta de ayer que realizó Guiller a la Presidenta fue la oportunidad para reafirmarlo: “Este es un Gobierno que hemos construido todos (…) la autocrítica es sana, es necesaria, como también la lealtad con los proyectos que uno ha sustentado, somos parte de este Gobierno (…) cuando hay cosas que mejorar, desde la autocrítica y con lealtad, hay que plantearlo”, expresó ayer en Valparaíso.

En concreto, eso significa –afirmaron en su círculo político estrecho–que Goic va a defender las reformas gubernamentales, pero que no será “la continuadora” del bacheletismo.

A la baja

Con el 66% con que ganó las internas en enero, era predecible que tanto el nuevo Consejo Nacional de la DC como la Junta Nacional quedaran conformados favorablemente para Goic, lo que influyó directamente en un retroceso en el respaldo del mundo más conservador de dicha colectividad.

La votación del sábado 12 fue “larga y extenuante”, pero también “dio sorpresas”, porque, ya llegada la noche de esa larga jornada, el grupo que había levantado la línea del “camino propio”, conformado por “los guatones” –liderado por Gutenberg Martínez–, “los príncipes” –marcado por la línea del senador Ignacio Walker– y el sector llamado “Progresismo con Progreso” –comandado por Mariana Aylwin– quedaron rezagados en la elección de consejeros nacionales, uno de los termómetros de poder interno en la falange.

“Entre las primeras mayorías no hay ningún conservador”, recalcaron ese sábado en la DC, lo cual era muy cierto. 

Martínez, quien en anteriores elecciones había ocupado los primeros lugares, quedó relegado al décimo puesto con 159 votos. En tanto, fuera de carrera quedó José Miguel Ortiz, un histórico militante de los guatones, diputado reconocido por tener gran influencia en la Comisión de Hacienda desde 1990 y “el segundo después de Gute”, aseguran desde el sector más progresista de la DC. También quedaron fuera Andrés Joanett –ex intendente de La Araucanía, que reemplazó a Huenchumilla cuando este fue sacado del cargo–, Luis Acevedo y Mauricio Morales, lo que significa “una verdadera derrota para línea más conservadora del partido”, se comentó en los pasillos del Círculo Español el sábado.

Este sector marcó una clara estrategia de visibilidad en los medios de comunicación, durante las últimas semanas, para posicionar su línea de la vía directa a primera vuelta y, con ello, el fin de la Nueva Mayoría. Pero en la misma Junta Nacional también se desplegaron, tanto los discursos como en una carta que fue entregada a los participantes. El texto, firmado por Mariana Aylwin, Jorge Burgos, Ignacio Walker, Patricio Walker, Jorge Frei, Felipe Sandoval, Clemente Pérez, Nelson Hadad y Marcelo Zapata, hace hincapié en que “la mayoría de la desaprobación de la ciudadanía se debe, no a las reformas (del actual Gobierno), sino a su orientación y su mala gestión política y técnica”.

Pero este fuerte despliegue no bastó y la escena ese sábado lo decía todo. Aylwin y el ex ministro Jorge Burgos estuvieron durante horas sentados casi solos al final del salón, a la espera de que se zanjaran los resultados de la elección y que se definiera el voto político de la jornada.

Según el diputado Fuad Chahin, esta elección refleja la consolidación de una línea política al interior de la Democracia Cristiana y “le da un espaldarazo a Carolina Goic, la inmensa mayoría estuvo con ella y respalda su línea. De alguna manera, yo diría que es una pérdida de los poderes fácticos a la interna del partido”. De acuerdo al parlamentario, ellos apostaron a que esta Junta Nacional fuera por el “plebiscito para escoger el mecanismo, la verdad es que eso al final no prosperó”.

“Creo que en esta Junta Nacional fueron derrotados los poderes fácticos”, apuntó Nolberto Díaz, dirigente de la CUT e histórico de los chascones, para quien esta instancia fue fundamental, ya que el equilibrio de fuerzas tras la elección de los miembros del Consejo permite abrir la línea de que “la DC debería ser el principal partido contra las AFP, contra las isapres, contra el modelo económico. Eso es lo que tiene sustento en la DC de verdad y no la que habla por El Mercurio, no la DC de Mariana Aylwin ni de los hermanos Walker. Se ve ratificado un partido de origen popular y de compromiso con los trabajadores”, recalcó.

Desde el “gutismo” aseguraron que ha habido una baja en la votación para los “guatones”, pero que esto no significa una “pérdida total ni una derrota”, sino que más bien se da por la estructura de votación interna que tiene la DC, la que asegura un 40% de los escaños para las mujeres, lo cual no sería propicio para la votación del “Gute”.

Cuando se entregaron los resultados finales de las votaciones en la Junta, los más reconocidos dirigentes del sector conservador ya se habían retirado del lugar y quedaban los triunfadores, representados en los 243 votos del diputado Chahin, los 209 obtenidos por la ex ministra Ximena Rincón y los 200 votos que recibió el “Cachorro” Díaz. 

La primera mayoría obtenida por Chahin causó sorpresa en algunos sectores. Uno de los principales líderes de los colorines y articulador de la campaña de Goic como carta presidencial de la DC, logró reafirmar el poder de este sector, el que se había consolidado en las elecciones de la última directiva, donde se impusieron.

A juicio del diputado Jaime Pilowsky, “la directiva que encabeza Goic ya mostró su liderazgo en la elección de enero al obtener una mayoría abrumadora. El desarrollo de la Junta, el apoyo y unidad que dieron los delegados de todo el país, vino a consolidar y fortalecer ese liderazgo”.

Ximena Rincón se instaló como segunda mayoría, una figura a la que originalmente se la identificó con los “chascones”, aunque dentro de este grupo separan aguas y afirman que, pese a que “tiene un pasado progresista, no es químicamente chascona, siempre intenta pasar por el bien y el mal (…) hace mucho tiempo que ella no opera con los chascones”.

El tercer lugar de Díaz no pasó inadvertido. Desde 1994 que no competía en una contienda interna de la DC, cuando fue electo como presidente de la JDC. En su discurso aseguró que decidió enfrentarse a esta elección debido al estado en el que se encontraba el partido: “Esta votación ratifica que la DC sigue siendo un partido popular, de gente trabajadora y sencilla (…) los militantes han ratificado una alianza con los partidos de izquierda para seguir gobernando Chile”, lo que confirmaría la idea de mantener un trabajo con los partidos Comunista y Socialista.

El próximo 22 de marzo, una nueva Junta Nacional deberá clarificar una serie de puntos que han mantenido en tensión a la DC: el mecanismo para definir si se irá a primarias o primera vuelta, junto con la idea de que se realice una consulta a las bases de la colectividad, línea impulsada por el sector más conservador.

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