El Colegio de Periodistas fue la única institución chilena que tomó una medida sancionatoria de alto nivel contra el dueño de El Mercurio.
El Colegio de Periodistas de Chile emitió una declaración pública, minutos después de la muerte del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman, a quien la institución expulsó de sus filas en 2015 por su rol en el golpe de estado y durante la dictadura de Pinochet.
El comunicado resalta el rol del empresario como articulador de la sedición que acabó derrocando a Salvador Allende y como encubridor y colaborador durante la posterior dictadura: «Quedará en los registros de la historia de Chile el oscuro legado que Agustín Edwards Eastman dejó, tanto por sus acciones personales como por su manejo de las empresas periodísticas que controló, las que fueron el soporte comunicacional de la conspiración contra el sistema democrático al servicio del golpe militar».
El Colegio de Periodistas se encarga también de recordar la manera en que los medios del conglomerado El Mercurio sirvieron para los intereses del gobierno de facto, lo que justificó la expulsión de Edwards del colegio profesional: «El falseamiento y la desinformación acerca de los crímenes cometidos por los organismos de seguridad de Pinochet, tanto como el lenguaje de permanente menosprecio y sarcasmo que los diarios de Agustín Edwards Eastman emplearon para referirse a los detenidos-desaparecidos, torturados, exiliados, exonerados, y en general a las víctimas del régimen militar, llevaron al Tribunal Nacional de Ética y Disciplina del Colegio de Periodistas de Chile, a aplicarle, en mayo de 2015, la máxima sanción posible presente en nuestro estatuto».
También se permite señalar que «el Colegio de Periodistas de Chile es la única institución en el país que tomó una medida sancionatoria de ese nivel contra Agustín Edwards Eastman».
