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La derecha cavernaria: la estratégica jugada de Vargas Llosa que le permite a Piñera apuntar al centro Candidato de Chile Vamos necesita tomar distancia de la UDI

La derecha cavernaria: la estratégica jugada de Vargas Llosa que le permite a Piñera apuntar al centro

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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Desde las primarias que en sectores de RN, del piñerismo y del comando presidencial se ha instalado la premisa de que es fundamental, con miras al resultado en la primera vuelta, que el abanderado trate de tomar cierta distancia del discurso más duro y conservador de la derecha, que haga guiños al mundo de centro, para sumar votos. La alusión del Premio Nobel a la “derecha cavernaria”, según el piñerismo duro, “le da las espaldas para salir tranquilamente a mirar más hacia el centro” y el “piso” necesario para hacerlo sin entrar en tensión o conflicto con la UDI.


Rara vez da una puntada sin hilo y por lo general nada es casual en las puestas en escena que involucran al ex Presidente Sebastián Piñera. Se sabe que elige muy bien cómo, cuándo y dónde instalar una idea clave y el objetivo que persigue con eso. Y esto fue precisamente lo que sucedió esta semana con la visita del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, destacada figura de la derecha a nivel regional y amigo del candidato presidencial de Chile Vamos, quien le puso el piso que necesitaba el ex Mandatario para iniciar los guiños hacia el electorado de centro y tomar algo de aire al predominio gremialista en el discurso que ha tenido el abanderado durante toda la campaña.

Vargas Llosa llegó a Santiago esta semana para presentar el libro El estallido del populismo, de su hijo Álvaro, participar junto a Piñera en el seminario del mismo nombre que se realizó en el Hotel Ritz el miércoles 27 y entregarle al ex Jefe de Estado el premio “Defensa de la Democracia y la Libertad”, en un acto en la casa central de la Universidad Católica. Toda una agenda de actividades que comenzó a ser planificada hace unos dos meses.

En Chile Vamos algunos dirigentes dicen que nada de esto habría tenido una resonancia pública mayor a una breve nota en uno o dos diarios, cuando mucho, si no hubiera sido precisamente por las declaraciones del Premio Nobel que pusieron el foco en esta agenda y en el galardón que recibió el candidato, pero sobre todo en que sí hay una derecha más liberal que la que se vio en el debate del aborto en tres causales o el polémico Tedeum Evangélico. Entre ex colaboradores de la administración piñerista reconocieron que la estrategia y modus operandi siempre ha sido fijar el objetivo, crear la puesta en escena idónea y luego “media carilla cuando mucho con un par de ideas fuerza cuando mucho”, que son las indispensables para su instalación en la opinión pública.

«Una señora que es violada está obligada a tener el niño porque hay una derecha completamente cavernaria que no admite el aborto. Eso es una estupidez, es una barbaridad y hay que decírselo claramente a esa derecha. Que esa derecha no es liberal, esa derecha no entiende lo que son los Derechos Humanos», sentenció Vargas Llosa en una entrevista a T13 esta semana.

Ninguno de las dirigentes del gremialismo o Renovación Nacional salió a reclamar por el calificativo ni la intromisión en temas internos, silencio que en el seno de la propia coalición opositora señalan como el indicio más claro y contundente. “A los dirigentes de la UDI y RN no les molesta lo que dijo, a nadie le complica, es más, le viene como anillo al dedo a Piñera”, reconoció un integrante de dichas mesas directivas.

Es más, en el piñerismo duro agregaron que lo expresado por el Premio Nobel “le da las espaldas para salir tranquilamente a mirar más hacia el centro” y el “piso” necesario para hacerlo sin entrar en tensión o conflicto con la UDI. No hay que olvidar que, si bien la relación del candidato con el gremialismo en los últimos años ha sido relativamente buena y hoy pasa por un buen momento, esa no ha sido la tónica de la historia mutua, que está plagada de críticas, desconfianzas, fricciones, complots, operaciones, reproches y choques frontales.

Además, en la coalición opositora afirman que la UDI pasa por un momento delicado, fraccionada, dividida internamente, que ya nada queda de esa fama que tuvo hasta hace un años, en cuanto a que eran alineados, un solo bloque, sin fisuras, que implicaba que hablar con solo uno de sus dirigentes era como hacerlo con todo el partido. En el comando presidencial advierten que nunca es bueno tener a una de las colectividades en problemas, lo que obliga a moverse con pies de plomo.

Por estos días no deja de ser efectivo que hay cierto “tironeo” subterráneo entre la UDI y RN sobre lo que quieren y esperan de Piñera. En el comando reconocen que el gremialismo siempre está solicitando que el candidato sea más explícito aún en temas valóricos del sector, para que los ayude a sumar votos en la campaña parlamentaria del partido, mientras que desde RN se le pide que ponga el acento en propuestas de corte social, aterrizadas y sencillas.

Pero hay algo más. Desde las primarias que en sectores de RN, del piñerismo y del comando presidencial se ha instalado la premisa de que es fundamental, con miras al resultado en la primera vuelta, que el abanderado trate de tomar cierta distancia del discurso más duro y conservador de la derecha, que haga guiños al mundo de centro, para sumar votos. Es más, en el último tiempo hay quienes están convencidos de que es posible un triunfo en primera vuelta, algo que jamás lo reconocerán públicamente porque es clave –explicaron– evitar el exceso de confianza, para que la base votante de derecha se movilice a las urnas ese 19 de noviembre.

[cita tipo=»destaque»]En ChileVamos algunos dirigentes dicen que nada de esto habría tenido una resonancia pública mayor a una breve nota en uno o dos diarios, cuando mucho, si no hubiera sido precisamente por las declaraciones del Premio Nobel que pusieron el foco en esta agenda y en el galardón que recibió el candidato, pero sobre todo en que sí hay una derecha  más liberal que la que se vio en el debate del aborto en tres causales o el polémico Tedeum Evangélico.[/cita]

“Para eso se necesita un mensaje más de centro y por eso es posible que en esta última etapa se adelante el discurso pensado para la segunda vuelta”, explicaron en RN. “Es importante que la UDI suelte al candidato en los últimos 40 días, terminar con una estrategia del verdadero Piñera y no seguir con la fórmula que se aplicó para las primarias, de apelar al voto duro de la derecha. La UDI lo tiene amarrado, estancado y necesita mostrar mayor flexibilidad, amplitud política”, recalcaron desde el piñerismo histórico.

En el entorno político del ex Mandatario dicen que, en las reuniones internas, este ha dejado claro que “le importa bien poco” que lo encasillen en que se ha inclinado demasiado al voto duro del sector, una diferencia que ha sido evidente en comparación con su tono en la campaña del 2009, pero también afirman que sabe que necesita sumar apoyos desde el centro. Su problema –agregaron– es que no es un tema menor para el abanderado de Chile Vamos el porcentaje de votos que en primera vuelta obtenga José Antonio Kast –que aglutina a la derecha más dura–, que por eso se insiste en cierto tono y discurso para disputarle parte de a ese electorado.

En RN consideran que ese es un desgaste innecesario, que para esa tarea están las dos figuras más fuertes de su comando, que representan el ADN del gremialismo: su generalísimo, el ex ministro Andrés Chadwick, y su jefe de comunicaciones, Gonzalo Cordero, reforzado desde la campaña parlamentaria.

A la performance de Vargas Llosa en la derecha suman la reunión de 45 minutos que tuvo Piñera en Washington, la tarde del viernes 22 de septiembre, con el ex Presidente de Estados Unidos Barack Obama, una figura icónica del pensamiento democrático, liberal, progresista.

“Lo de Vargas Llosa centra a Piñera, lo mismo que la reunión con Obama la semana pasada. Son gestos que sirven”, precisó un dirigente de RN.

La sombra  

Si Piñera efectivamente va a dar un giro hacia el centro, la reciente revelación de un pago irregular realizado por la minera SQM a su campaña el año 2009, puede ser un inconveniente que instale una sombra en dichos planes.

Una publicación de El Mercurio, el martes 26 de septiembre, dejó sobre la mesa la declaración que hizo a la Fiscalía la periodista María Inés Alliende el 7 de agosto, cuya productora realizó algunos trabajos para dicho comando y actividades del respectivo cambio de mando. “Acordaron que las facturas por los servicios prestados a la campaña y al cambio de mando de Piñera, se pagara con una factura que emitimos a SQM S.A. y el resto con tres facturas que emitimos a la Presidencia por el cambio de mando (…). No recuerdo haber firmado tampoco ningún contrato con SQM ni haber prestado ningún servicio a SQM, de eso estoy segura. No conozco las oficinas ni a nadie que trabaje en SQM», aseveró la periodista.

La información fue una sorpresa mayúscula para Piñera y sus cercanos, un balde de agua fría a 50 días de la primera vuelta. En el comando varios se pusieron nerviosos, no quieren más sorpresas y, por lo mismo, se habría solicitado un acucioso rastreo de todos los pagos, para evitar complicaciones a última hora.

No temen que le afecte en las encuestas, aseguran que esta nueva arista no hará mella, porque así como la Presidenta Michelle Bachelet en su campaña el año 2013 era inmune a los ataques y críticas, Piñera también tiene un teflón que lo protege, que no deja que se queme.

“Por lo general al candidato que lidera la opción de ganar las acusaciones no lo afectan, esta es una arista, pero la gente no entiende eso, ve todo como parte de lo mismo. Si algo lo puede perjudicar, no tiene que tener relación con las platas, eso la gente ya lo sabe y ya tiene una opinión”, plantearon en el equipo de Piñera.

En todo caso, explican que eso sucede con el voto ya conquistado, porque en RN y el comando advierten que, efectivamente, puede haber un riesgo en la necesidad de acercarse al electorado de centro con la revelación de SQM, porque en ese mundo son asuntos que sí importan. “En el voto de centro y más liberal hay un riesgo, porque estos temas si afectan, el peligro es que no vayan a votar, porque ahí tienen un modo distinto al del votante duro de derecha”, alertaron en el piñerismo.

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