PAÍS
En el marco de la reunión que sostuvo el Presidente Sebastián Piñera con su par de Estados Unidos, Donald Trump en la Casa Blanca, ocurrió un hecho que no pasó inadvertido y que definitivamente terminará marcando su visita al país del norte.
Después de la entrevista de más de media hora con Donald Trump en la Casa Blanca, el Presidente chileno hizo un balance de la reunión que sostuvo con el Mandatario estadounidense, donde abordaron básicamente materias comerciales, de política internacional y agenda bilateral.
Pero más allá de los contenidos de la cita –que Piñera calificó como “interesante, fructífera, fecunda, franca, directa y útil”- todo quedó en segundo plano por una nueva salida de libreto protagonizada por el gobernante chileno.
Esto, porque en el inicio de la audiencia con el mandatario, donde la prensa sí tuvo acceso para inmortalizar el momento, Piñera aprovechó la oportunidad de exhibir un papel impreso con las banderas de Chile y Estados Unidos.
En el papel se aprecia una bandera estadounidense grande y una chilena más pequeña, formada por la última de las 50 estrellas en la parte derecha y dos de sus bandas, una roja y otra blanca.
La imagen corresponde a un meme que circula en las redes sociales, que muestra cómo se formaría la bandera chilena usando la de Estados Unidos. El momento, hay que decirlo, sacó una sonrisa del mandatario estadounidense.
En el punto de prensa de Piñera tras la cita, el Mandatario obviamente fue consultado al respecto y éste fue su respuesta: “Con un pequeño cambio en la bandera americana, uno puede decir que Chile está en el corazón de EEUU. Como la bandera americana tiene estrellas y franjas rojas y azul (sic), uno puede con una dosis de ingenio afirmar que Chile está en el corazón de Estados Unidos y se los mostré al Presidente Trump”.
Pero esta no es la primera salida de protocolo de Piñera en el Salón Oval. El chascarro se suma al episodio que protagonizó durante su primer gobierno, cuando en junio de 2013 fue recibido por Barack Obama y se sentó en el escritorio presidencial, ante la natural sorpresa de su anfitrión.
