Cuando la tensión por el caso parecía haber bajado al interior del partido ubicado calle París, se supo que, por orden del ente persecutor, el propio presidente del Partido Socialista, el senador Álvaro Elizalde, fue interrogado en calidad de testigo ante la PDI en torno a la investigación en curso.
Tras la renuncia al PS del histórico militante y actual alcalde de la comuna de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, el caso de eventuales nexos entre el jefe comunal y redes de narcotráfico al interior de la municipalidad siguen penando al interior del partido, esto en medio de la investigación que llevan a cabo los fiscales Víctor Núñez, fiscal de Delitos Económicos, y Leonardo Zamora, de la Unidad Antinarcóticos.
Cuando la tensión por el caso parecía haber bajado al interior del partido ubicado calle París, se supo que, por orden del ente persecutor, el propio presidente del Partido Socialista, el senador Álvaro Elizalde, fue interrogado en calidad de testigo ante la PDI en torno a la investigación en curso.
El caso que se hizo público luego de un reportaje emitido por ‘Informe Especial’ el 1 de octubre del 2017, llegó a poner en cuestión, a través de acusaciones de sus contrincantes, la candidatura oficialista de Alejandro Guillier. Los más duros emplazamientos llegaron en ese entonces a través de personajes de su misma vereda, como lo fue la candidata de la DC Carolina Goic, quien dijo que faltó, de parte del senador, “una condena más enérgica. Si nosotros queremos que las cosas cambien, tenemos que dar señales muy claras y contundentes y, frente a una situación de esa gravedad, esperaría una condena mucho más profunda y categórica”.
Por su parte, Marco Enríquez-Ominami señalaba en ese entonces: “No sé si Pepe Mujica le habría pedido a un alcalde vinculado al narcotráfico que le juntara las firmas”, aludiendo justamente al rol que ha tenido Aguilera en la campaña del presidenciable.
Fuentes al interior del PS señalan que no pocos quedaron molestos con la directiva luego de la Conferencia Nacional de la colectividad a fines de junio del presente año, instancia en la que el Partido Socialista se declaró como partido feminista. En la ocasión, hubo militantes que esperaban una postura más crítica de parte de la directiva en torno al caso y, en tal sentido, se hablaba de sanciones o el anuncio de una revisión de padrón, nada de lo cual ocurrió.
