Salud
Un cáncer de próstata le trajo a Galvarino Pérez una serie de complicaciones en su diario vivir, principalmente por el dolor que le generaba la enfermedad. Por eso decidió ser parte del estudio que mide el impacto del aceite de cannabis medicinal que actualmente se realiza en La Florida.
“La pierna no me resistía, no podía levantarme», dice Galvarino Pérez, quien, con 70 años, ingresó el 2017 al estudio clínico de cannabis medicinal de la comuna de La Florida.
Los dolores que le producía un cáncer de próstata le permitió acceder al proyecto. Además, una vida que lo ha llevado a realizar diversas actividades de forma enérgica y activa.
«Aparte de haber sido carabinero, fui campesino. Yo estaba acostumbrado al campo, a hacer todos los trabajos. Eso fue en la localidad de San Carlos, en la Región del Ñuble. Cuando llegué a Santiago empecé con los dolores”, recuerda.
Pese a su antigua movilidad, un enorme contraste le tocó vivir por el cáncer de próstata que padece, el que le trajo una serie de complicaciones en su diario vivir.
Antes de ingresar al estudio clínico de cannabis, Galvarino se atendió en el Hospital de Carabineros, donde le dieron un duro diagnóstico.
«El primer doctor que me trató el cáncer me dice: mira, tienes cáncer grado 4 en la próstata, terminal, no te voy hacer ni siquiera biopsia porque para qué te cargo más si estás grave», relata.
«Y me dio una receta para comprar Etaconil», agrega.
Pero aun con el medicamento para combatir los dolores, los malestares se volvieron insoportables. Y como había visto por televisión el proyecto de cannabis medicinal de la comuna, decidió llamar por teléfono para ingresar al estudio clínico, proceso donde su esposa fue clave.
«Mi señora me hizo todas las gestiones», confiesa Pérez, con alegría en su rostro, sin dejar de recordar que, producto de los dolores estuvo a punto de tener depresión, ya que cayó a la cama «sin poder levantarse”.
Este ex carabinero ingresó al estudio clínico tras pasar las evaluaciones de rigor. Así, comenzó a tomar dos gotas sublinguales de aceite cada ocho horas.
El médico que atendió a Galvarino le dijo que, como es un estudio, no se sabía si era realmente cannabis sativa o el placebo.
Pero asegura que le disminuyeron los dolores inmediatamente. El cambio en su vida ha sido importante, pues relata que antes de ingresar al estudio y en pleno proceso de evaluación, llegaba al Cesfam en silla de ruedas.
Con el tiempo, comenzó a utilizar un bastón de madera que lo acompaña a todos lados.
“Ahora me siento bien, no tengo dolores, pero no abuso de mí. Voy al almacén de la esquina nomás”, señala.
El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, manifiesta su plena satisfacción ante este caso y que “ha sido un ejemplo de cómo se ha dado un gran paso para revolucionar la medicina oncológica en Chile y Sudamérica, bajo el alero de darles dignidad y calidad de vida a los enfermos de cáncer”.
A su vez, el doctor Ricardo Mercado, investigador principal del estudio de “Uso compasivo de cannabis para pacientes oncológicos”, plantea que la comuna fue pionera en la implementación del cannabis como alternativa terapéutica seria.
“Somos pioneros en poner el tema sobre la mesa del cannabis por sus efectos positivos y lo potenciamos con el control, las medidas técnicas y regulatorias que corresponden”, puntualiza Mercado, quien actualmente es el jefe Técnico del Área de Salud de la Corporación Municipal de La Florida.
El estudio se amplió a pacientes que padezcan cualquier tipo de tumor canceroso sólido lo que aumentará el acceso de las personas.
