Se estima que solo en Chile se consumen 990 mil toneladas de plástico al año. Las cifras ascienden por montones en todo el mundo: anualmente ocho millones de toneladas de ese material van a parar al mar, lo que causa estragos en ese ecosistema ¿Qué se puede hacer? Acá mostramos algunas experiencias para subvertir la “invasión plástica”.
El plástico es tan cotidiano como peligroso. El material se encuentra en envases, bolsas, tapas, bombillas, cepillos de dientes y en una infinidad de productos que usamos en el día a día. Su masificación trajo (y traerá) graves problemas al planeta. A modo de ejemplo, una botella PET puede tardar hasta mil años en degradarse.
Se estima que solo en Chile se consumen 990 mil toneladas de plástico al año. Las cifras ascienden por montones en todo el mundo: anualmente ocho millones de toneladas de ese material van a parar al mar, lo que causa estragos en ese ecosistema. Según Greenpeace, cada año más de un millón de aves y más de 100 mil mamíferos marinos mueren como consecuencia de todos los envases, bolsas, bombillas, entre otros, que llegan al océano.
Entonces ¿qué se puede hacer con este material? Se han levantado distintas alternativas para hacer frente a la “invasión plástica”. La más reconocida es el reciclaje, pero algunas estrategias -como la ley REP- intentan profundizar en cambios y apuntar al fomento de una economía circular.
Pero hay empresas que han intentado sumarse al cambio. Acá mostramos sus experiencias.
The Body Shop es una empresa de cosméticos, y como tal, emplea asiduamente el plástico. Pero este año comenzó a utilizar plástico reciclado en la producción de sus envases. Cerca de 250 toneladas del material reciclado se han usado para elaborar más de tres millones de envases desde el vamos a la iniciativa.
La acción se realizó por medio de Comunidades junto a Plásticos por el Cambio (Plastic For Change) y Comercio Justo. “El programa es una práctica comercial implementada hace más de 30 años que brinda múltiples beneficios a sus
proveedores, como un mejor salario, la construcción de colegios, programas educativos, entre otros, con el fin de contribuir un mejor desarrollo de las comunidades”, señala la product manager de The Body Shop, Elisa Grube.
El plástico reciclado proviene de Bengaluru, India. Los responsables de gestionar el material con los hindúes son los miembros de Plastic For Change, una organización sin fines de lucro que se asocia con organizaciones locales para reciclar y proporcionar a las personas que realizan esta labor un ingreso estable.
Los envases de los productos de limpieza generan toneladas y toneladas de plástico. Usar y tirar. Pero EcoCarga vino a dar una vuelta de tuerca al rubro. La iniciativa, nacida el 2017 en Valparaíso, crea puntos de carga de detergentes, suavizantes, lavalozas y limpia pisos donde los usuarios solo se tienen que acercar con un recipiente y recargarlos con el producto requerido.
El envase que usan los usuarios no es cualquiera. Este es entregado por EcoCarga y su gracia es que tiene adherido un código QR. El código, mediante enlace con los datos de la persona, ayuda a cuantificar cuánto plástico se ahorra con cada recarga. “Sabemos que un consumidor en un año ahorra 35 envases plásticos en promedio”, menciona la gerente de marketing, Carolina Carrera.
Si nos vamos a la totalidad de usuarios de EcoCarga, en los últimos ocho meses han ahorrado 12 toneladas de plásticos y cinco toneladas de CO2.
La iniciativa tiene 10 puntos de carga en total, nueve ubicados en la región de Valparaíso y uno en Santiago, en Vicuña Mackenna 7110, La Florida. De aquí a febrero del 2020 esperan abrir otros cinco locales en la capital.
Vilay es una marca que produce bebidas vegetales. Entraron al mercado en el 2017 y una vez en su primer aniversario decidieron reciclar el 100% de sus envases (tetrabrik que, además de estar compuestos por celulosa y aluminio, tienen un 25% de polietileno de baja densidad).
Desde que impulsaron la iniciativa más de 30 toneladas de envases han sido reciclados ¿Su destino? Mueblería y materiales que servirán de instalaciones para los productos de Vilay.
“Ya alcanzamos el 100% y ahora la meta es reciclar el 20% de la competencia. Con esto queremos invitar a que en temas relacionados al cuidado del medio ambiente trabajemos juntos para contribuir a nuevas alternativas sustentables”, asegura el co-fundador y gerente general de Vilay, Jorge Kuncar.
El plumavit, o poliestireno expandido, es un tipo de plástico, y uno muy problemático. Se estima que en Chile se generan alrededor de 360 toneladas al año. Su proceso de degradación es de hasta 400 años.
Pero Idea-Tec, una empresa fundada por las profesionales químicas, Cristina y Constanza, se aprovecha del plumavit y lo hace para crear pintura. Con dos años de antigüedad ya han reciclado alrededor de 10 toneladas de este material.
El equipo, conformado actualmente por nueve personas, reúne el poliestireno expandido a partir de dos fuentes: por empresas que las contactan y en una feria mensual que organiza la municipalidad de Vitacura, donde los asistentes les dejan el plumavit.
En un principio, Idea-Tec solo producía pintura de demarcación vial y de piso. Ahora intentan expandirse a otras áreas, como la pintura de hogar.