Salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al abuso de los videojuegos como un trastorno relacionado a la salud mental.
Las adicciones implican más que el mundo de sustancias como el alcohol o alucinógenos. También existe la adicción comportamental, conocida como adicción sin drogas, que da una pérdida de control de una conducta y al igual que las adicciones con sustancias producen dependencia.
Según la OMS, el trastorno por uso de videojuegos lo sufren todas aquellas personas que presentan «un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente que puede ser en línea o fuera de línea».
En ese sentido, la adicción a los videojuegos provoca en el usuario la necesidad incontrolable de jugar de forma permanente y compulsiva, incapaz de controlar sus ganas de estar en la consola o el medio que utiliza para conectarse.
“En el caso de los videojuegos, si constituye una adicción cuando este hábito no permite que la persona se desarrolle en otros aspectos, es decir pasas muchas horas dedicado a esta actividad, empiezan a generar emociones en relación a esta , producen mucha frustración, mucha rabia al no poder ganar o al no poder entrar”, afirmó Nora Maier Psicóloga de Psyalive.com.
Estas conductas no son exclusivas de niños o adolescentes, de igual manera se puede observar en personas adultas, llegando a tales extremos que el hecho de perder una partida puede producir impulsos como que el jugador se lastime por la furia que produce esto.
La personalidad tiene un papel fundamental en estos casos, los motivos que pueden afectar en mayor o menor grado a cada individuo y que lo impulsan a jugar de manera constante son: dificultad para gestionar los sentimientos, baja tolerancia a la frustración, creencia de superioridad, problemas laborales, escolares o en el hogar que le hacen buscar refugio en un mundo de fantasía.
La pandemia ha sido un factor de incremento en adicciones en muchos ámbitos y los videojuegos no se quedan atrás. “Sí, podemos decir que en el último tiempo debido a la pandemia los niños, adolescentes y adultos que solían jugar han incrementado sus horas de juego”, indicó Maier.
El encierro y la falta de interacción con otras personas de la misma edad ha llevado a un mayor tiempo en videojuegos en niños, adolescentes y jóvenes. Según un estudio sobre eSports del grupo especializado AcuityAds, aumentó un 75% el consumo de juegos online durante la cuarentena en España, Italia, China y EE UU.
No es que los juegos sean totalmente nocivos. Según la experta los usuarios deberían auto administrarse reglas estableciendo normas claras en cuanto a la cantidad de horas de uso, deben variar sus actividades durante el día, se necesita de otro tipo de estímulos como el aire libre o actividades artísticas, para de esta manera no solamente estimular el cerebro a través de una pantalla.
Por eso se recomienda poner límites claros al tiempo y buscar formas alternativas para mantener activos a los niños. De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomendó ayudarse con videojuegos activos y clases de ejercicios en línea para mantenerse saludable en el hogar.
