Salud
El estrés y la ansiedad en la población ha aumentado considerablemente a raíz de la pandemia, en donde no solo existe el peligro de enfermarse de coronavirus, sino también de padecer problemas de salud mental. Es por esto que conectarse con la naturaleza se ha convertido en una eficaz terapia para poder aplacar los diversos síntomas y enfermedades, como la depresión.
El covid-19 ha golpeado mentalmente de forma muy dura a toda la población. El encierro, la constante agresión cognitiva de los medios y la histeria en redes sociales, han creado un polinomio complejo para la salud mental, viéndose afectada nuestra vitalidad y actitud frente a la vida.
Una forma de contrarrestar este shock es la practica japonesa del shinrin yoku, o baños forestales, que consiste en paseos por bosques o áreas verdes en un estado meditativo y contemplativo, con el fin de disminuir la ansiedad y el estrés. Esta terapia además ayuda a mejorar el sistema inmune y estimular el desarrollo intelectual y aprendizaje cognitivo en niños, niñas y adultos.
Este espacio de inmersión en la naturaleza para armonizar los sistemas biológicos también es practica común de los pueblos originarios y culturas ancestrales. El acto de volver a la naturaleza y entonar con las frecuencias orgánicas del ser humano es un acto de sanación y regeneración espontáneo para todos. Nos armonizamos.
El shock del encierro ha provocado un resurgimiento de los espacios de naturaleza que existen en nuestras ciudades en Chile. Hoy estamos redescubriendo nuestros paisajes montañosos, cuencas, ríos y nuestra costa eterna. Los parques urbanos están llenos de gente que quiere conectar con la naturaleza, sentarse bajo un árbol, jugar en el pasto o simplemente estar bajo el sol. Es un gran momento para impulsar esta practica de armonización con la naturaleza que nos ayuda a fortalecernos y sanarnos como individuos y sociedad.
En este sentido, Alberto Contardo-Sfeir, fundador de Empaque Sustentable, entrega relevantes consejos prácticos para una salud sustentable y aprovechar al máximo nuestro espacio natural en Chile, ya sea en medio de un parque urbano o en plena naturaleza.
Desconéctate: Deja tu celular en el auto o apágalo. De esta forma eliminarás las interrupciones, podrás enfocarte en el momento y además suprimirás el campo electromagnético que genera el dispositivo, lo cual es beneficioso para tu salud. Focalizar la atención en el tiempo presente es necesario para tu salud mental y capacidades cognitivas.
Baja la velocidad: Disminuye tu ritmo habitual de caminar. Muévete más lento. Siente cada paso que das. Basta hacerlo con 10 pasos para comenzar. Esto te permitirá conectar con tu entorno de mejor forma a través de los sentidos, llamado también como ‘caminar mindful’.
Respira: Ponle atención a tu respiración. Siente como el aire entra y sale por tu nariz, con énfasis en el movimiento que se produce en tu diafragma. Siente el aire frio entrar y siente el aire tibio salir.
Toca y Siente: Conecta a través del sentido del tacto con la naturaleza. Siente la textura de una hoja, toca el tronco de un árbol, camina descalzo o siente el viento en tu rostro. Pon atención a tus puntos de contacto con el medio en el que vivimos.
Agradece que estas vivo: Date un momento para agradecer que estas aquí y eres parte de todo lo que te rodea. Es un privilegio estar vivo.
“Estos hábitos pueden ser realizados en una plaza, jardín, bajo un árbol o totalmente inmerso en la naturaleza. Intenta convertirlo en algo habitual. Te ayudará a fortalecer tu salud, mejorar tu capacidad cognitiva, ser más resiliente al estrés y desarrollar una mirada positiva de tu vida. Los efectos son acumulativos en el tiempo”, finaliza Alberto Contardo-Sfeir.
