Opinión
En Chile, los adolescentes que están al cuidado del Estado deben transitar hacia la vida independiente sin redes de apoyo. Se enfrentan a las dificultades que supone compatibilizar estudios, trabajo y muchas veces la maternidad, sin contar con las herramientas para una vida autónoma. Son jóvenes, casi niños todavía, que quedan nuevamente expuestos a su suerte, en un mundo desconocido y básicamente hostil.
A la luz de esta realidad, cuatro jóvenes valientes y solidarios, que pasaron por esa difícil transición se animaron a crear Red Egresa para ayudar a otros egresados de residencias de protección. Esta organización nace con el propósito de ser el espacio de reflexión acerca de las necesidades de quienes inician esta nueva etapa y un articulador de herramientas que colaboren con su vida independiente. Red Egresa está trabajando para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los jóvenes egresados de las residencias, mediante la potenciación de sus capacidades.
Uno de los grandes valores es la proactividad con que estos jóvenes quieren gestionar su propio futuro. Impulsan la colaboración de todos los actores de la sociedad –privados y públicos- para hacer frente a los enormes desafíos de los egresados. Son chicas y chicos que desean participar activamente de las soluciones porque son ellos, antes que nadie, quienes mejor conocen los retos a los que se enfrentan los egresados.
Hace unos días se llevó a cabo el Primer Encuentro entre jóvenes egresados, organizado por la Red Egresa con la colaboración de numerosas organizaciones de la sociedad civil y también de empresas. Durante la jornada, los egresados nos invitaron a reflexionar, y a encontrar en conjunto soluciones a las principales dificultades que enfrentan los egresados y la importancia de entregarles más y mejores herramientas.
El encuentro abrió nuevas perspectivas, también gatilló compromisos concretos de parte de distintas entidades y personas para materializar colaboración con la Red y su propósito. Porque si para cualquier persona el tránsito a la independencia es un proceso complejo y muchas veces doloroso, vivirlo acompañado puede marcar ni más ni menos que la diferencia entre el éxito y el fracaso.
La posibilidad de acompañar está abierta. Red Egresa ha creado la oportunidad para que desde cualquier lugar sea posible acompañar y empezar a actuar en conjunto, como sociedad, para procurar no solo una mejor niñez, sino también una mejor vida adulta.
