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Vacaciones de invierno: cómo retornar a clases evitando el estrés y la ansiedad en los y las escolares Niñez

Vacaciones de invierno: cómo retornar a clases evitando el estrés y la ansiedad en los y las escolares

“Regresar a una normalidad presencial no implica exigir al alumnado en sus deberes y responsabilidades con los mismos criterios de siempre, y eso creo que no lo han entendido muy bien todos los establecimientos», plantea especialista.


Según un nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la contingencia sanitaria por Covid-19 aún causa estragos en la salud mental de niños, niñas y adolescentes en Latinoamérica y el Caribe; mientras un 27 % reporta sentir ansiedad durante el último tiempo, un 15% reconoce síntomas de depresión.

La realidad en Chile es un hecho y sus repercusiones, como en otros países, están ocurriendo en el ecosistema escolar. De acuerdo a un estudio de las universidades Católica y de Chile, un 79% de los directores de establecimientos observa un declive en la estabilidad psicoemocional de los estudiantes y un 48% advierte una mayor agresividad social.

“Cuando existen situaciones de encierro duraderas, como las cuarentenas vividas, por supuesto se dañan las relaciones sociales e interpersonales. Recordemos que luego del confinamiento por la pandemia, de a poco dimos paso a modelos híbridos de aprendizaje, donde solo algunos niños regresaron inmediatamente a los colegios”, comenta Carolina Silva, profesional de Psicologiachile.cl.

«Este año volvimos a lo que había antes y no todos estaban preparados para esa convivencia. Desde nuestra área sabíamos que en algún momento nos encontraríamos con estos altos índices de ansiedad y agorafobia entre los más niños y adolescentes”, agrega.

Para la psicóloga experta en atención infantojuvenil, gran parte de los colegios no ha desarrollado un plan adecuado a fin de una óptima y sana adaptación: “Regresar a una normalidad presencial no implica exigir al alumnado en sus deberes y responsabilidades con los mismos criterios de siempre, y eso creo que no lo han entendido muy bien todos los establecimientos».

«La concentración de los niños hoy es distinta, asimismo sus estímulos. En este momento hay muchos alumnos estresados a causa de una sobrecarga académica”, precisa.

En consecuencia, la especialista estima que las vacaciones de invierno “se presentan como una oportunidad para el descanso y la distracción”.

Sin embargo, advierte: “Es necesario desde ya, considerar una hoja de ruta para ayudar o prevenir cualquier episodio que pueda alterar la tranquilidad de los niños en el retorno a las clases”.

Recomendaciones

Abrir los canales de conversación en espacios libres: “Si usted como madre, padre, tutor(a) o profesor (a) captó que el niño o la niña presentó algún tipo de dificultad durante el primer semestre, sea emocional, académico o social, es importante, además de averiguar sobre la situación, acercarse de manera amable al menor o a la menor, ofreciéndole canales de comunicación, ojalá en espacios libres. Esta acción permitirá confianza y a la vez una vía de escape. Ellos deben sentir que no están solos”.

No restringir las emociones, sino enseñar a manejarlas. “Ante estados de angustia, tristeza, rabia, miedo o irritabilidad en los niños, como adultos no debemos actuar desde el reto o el “castigo”, menos si estamos ofreciéndoles espacios libres de conversación. Podemos hablar sobre lo que les sucede, su origen y eventuales caminos de solución. De esta forma, construiremos conversaciones maduras y responsables”.

Mayor involucramiento de todos en el espacio: “Sumar a los apoderados al lugar físico de la problemática es una idea acertada, sobre todo si estamos en un escenario de descontrol. Vivenciar los sucesos in-situ y conversar entre todos los actores -alumnos, profesores y padres-, otorga prioridad al tema y posiciona al diálogo como la herramienta básica para una adecuada cohabitación de respeto y bienestar”.

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