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Desde inyecciones hasta medicamentos orales: tratamientos para combatir las alergias primaverales Salud

Desde inyecciones hasta medicamentos orales: tratamientos para combatir las alergias primaverales

Picazón de garganta, nariz, ojos, estornudos y obstrucción nasal son algunos de los síntomas más comunes que experimentan quienes sufren con las temidas alergias estacionales. Especialistas explican las diversas terapias que podemos utilizar para paliar sus efectos, sobre todo cuando se acerca el cambio de estación y la llegada de la temporada de primavera.


Se aproxima la primavera y las molestias en esta época del año debido a las alergias estacionales  o rinitis alérgica, la cual puede ser intesificada por la contaminación, polvos en suspensión y el polen.

“Una alergia estacional es aquella que se produce durante una estación específica del año, generalmente es la primavera. El peak en nuestro país generalmente ocurre en la época de la polinización, lo cual es clásicamente durante septiembre, pero eso se puede desplazar antes o después dependiendo del año y del momento que se produzca la polinización”, explica Rodolfo Nazar, otorrinolaringólogo de la unidad de Rinologia del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

Efectivamente, a medida que cambia nuestro paisaje, con el aumento de temperatura y la mayor circulación de alérgenos, señales inequívocas de la llegada de primavera, muchos y muchas comienzan a sufrir con sus síntomas.

¿Qué sentimos si tenemos una alergia estacional?

Valeria Palma, profesora asistente e integrante de la unidad de Inmunología, Alergia y VIH del Hospital Clínico de la casa de estudios, explica que “la rinitis alérgica se caracteriza por picazón nasal, en los ojos, incluso algunos pacientes desarrollan picor ótico, o sea del oído, también faríngeo. Es clásico de los pacientes alérgicos la picazón y el estornudo. Lo otro es la rinorrea, o sea la mucosidad que puede producir este proceso inflamatorio alérgico en la nariz, como la congestión nasal”.

Además, dice que personas con cuadros más complejos “en primavera tienen rinitis alérgica, pero tienen asociada alguna hiperreactividad bronquial o alguna asma asociada a su rinitis, y hacen síntomas bronquiales en relación a la alergia. Pecho más apretado, obstrucción bronquial y tos”.

A su vez, el doctor Nazar hace la diferencia entre una alergia y una gripe o incluso el Covid-19. Lo primero que dice es que una alergia es un cuadro que se repite año a año, por lo que la historia clínica del paciente es relevante.

“Una alergia no cursa con fiebre, tampoco con compromiso del estado general, no tiene dolores musculares, dolores articulares (…) Sí puede compartir con estos cuadros infecciosos síntomas como mucosidad y obstrucción nasal, como alteraciones del olfato y, sobre todo con el tema del Covid, está la pérdida del olfato, que puede ser algo que confunda un poco, pero en el fondo estos síntomas son mientras dure la temporada de alergia”.

Tratamientos y terapias actuales

El otorrinolaringólogo los divide en tres ejes. Primero, tomar medidas que nos permitan evitar el contacto con alérgenos. Para esto, recomienda el especialista, “cerrar las ventanas durante la tarde, cuando se produce mayor entrada de alérgenos por la polinización, y el uso de mascarilla, que ahora estamos acostumbrados a utilizar por el Covid-19, nos ayuda”.

Luego, plantea los fármacos como una solución, como los llamados antihistamínicos: “Tienen un efecto sobre la picazón de nariz, los estornudos, la picazón en general. El otro grupo de fármacos que se usan son los corticoides nasales, que son inhaladores que se ponen en la nariz con un muy buen efecto sobre la obstrucción nasal, sobre la mucosidad y también sobre la mejoría del olfato”.

Finalmente, menciona la inmunoterapia, que “consiste en la exposición progresiva de la sustancia alérgica en el paciente, cosa de desarrollar un inmunotolerancia. Es decir, estas dosis lenta y crecientemente progresiva en el paciente van a generar una modulación de la respuesta inmune, que va a tener un efecto más duradero en el tiempo”.

Por su parte, Palma explica que son tratamientos que pueden extenderse entre tres a cinco años, con efectos de hasta 15 años. En el caso de una persona, que por ejemplo tenga alergia al pasto, “se fabrica una vacuna que tiene justamente pólenes de pasto a los cuales el paciente es alérgico y se administra subcutánea una vez al mes. Lo que induce en el paciente es una especie de tolerancia».

La especialista detalla que “la inmunoterapia se administra de forma subcutánea, que es lo clásico que nosotros usamos, pero también tiene una formulación que es sublingual, o sea debajo de la lengua, donde se aplica una dosis diaria a través de un spray”.

En ese sentido, existen diversos tratamientos para combatir este malestar. Incluso, personas optan por utilizar remedios naturales o el consumo de alimentos que pueden ayudar a reducir los síntomas.

Consejos para resguardarse de las alergias primaverales

Beatriz Arteaga, directora de la Escuela TENS en Enfermería de Universidad de Las Américas, explica que “especialmente en la estación primaveral, las alergias de índole respiratorio como la rinitis y el asma bronquial provocan un gran impacto personal, familiar y económico para la población».

«Estas alergias producen una reacción de hipersensibilidad a un determinado alérgeno o elemento como el polvo, el polen, los ácaros o los pelos de animales, por lo tanto, la mucosa de la vía respiratoria se inflama y se vuelve hipersecretora, lo que favorece la invasión de virus o bacterias provocando enfermedades. Por lo mismo, es muy importante tratarlas y actuar de manera preventiva”, sostiene.

La profesional añade que “aquellas personas que tienen antecedentes de alergias deben acudir al menos una vez al año a control de salud con su médico tratante o con un especialista en inmunología y alergias para recibir las indicaciones y medidas precisas para cada caso».

«Recomendaciones médicas adecuadas sobre alimentación, realización de exámenes y la ingesta de fármacos deben ser entregadas por un médico y las personas nunca deben automedicarse, dado que como toda terapia farmacológica, estos poseen efectos secundarios y adversos, por lo que requieren de supervisión y control médico”, agrega.

Asimismo, recomienda que las personas alérgicas eviten el contacto directo con todo tipo de alérgenos o elementos como el polen o el polvo y entrega algunas recomendaciones no farmacológicas que permiten evitar las crisis alérgicas:

  1. No se debe salir de paseo o a caminar en los horarios en que hay mayor liberación de polen al ambiente o mayor viento. Esto es a primera hora y al anochecer, debido que durante el día y sobre todo al medio día y de tarde se produce mayor liberación de polen al ambiente, aunque esto es relativo de acuerdo con las condiciones del clima, la temperatura y los vientos de cada día.
  2. Utilizar anteojos de sol y mascarilla en caso de salir al aire libre, lugares asoleados, con tierra y áreas verdes.
  3. Evitar el contacto directo con el pasto o la tierra.
  4. Evitar la presencia de peluches, alfombras y todos los elementos de casa que pueden acumular polvo y/o ácaros.
  5. Realizar aseo o limpieza de las superficies de la casa con paño húmedo, sin utilizar plumeros o elementos que levanten polvo. Se debe idealmente ocupar una aspiradora o mopa húmeda y no se recomienda barrer en seco.
  6. En lo posible no es recomendable barrer la calle y si esto no se puede evadir, se debe utilizar mascarilla y mojar la tierra o el piso antes de barrer.
  7. Propiciar la ventilación de los hogares y recintos cerrados en los horarios de menor polinización.
  8. Si se utilizan aerosoles desinfectantes para el aseo del hogar, se deben aplicar idealmente cuando se ventila la casa y cautelando que las personas alérgicas no estén presentes para evitar que el producto irrite la vía respiratoria.
  9. Evitar secar la ropa al aire libre, para lo cual se recomienda usar tendederos al interior de la casa o la secadora.
  10. Las personas que son alérgicas al pelo de los animales, no deben tener contacto directo con mascotas como perros o gatos.
  11. No se debe tener contacto con elementos irritantes como el humo del cigarro u otros contaminantes ambientales.
  12. Finalmente, solo hay que utilizar productos hipoalergénicos que hayan sido indicados por el médico para el contacto directo de la piel de la persona alérgica, dado que estos son elaborados y han sido sometidos a pruebas de laboratorios que disminuyen la probabilidad de producir alergias, ya que no contienen los elementos causantes de ellas tales como fragancias o colorantes que irritan la piel o las mucosas.
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