El pronóstico del desarrollo de la leucemia depende de múltiples factores como la edad, el estado físico y la respuesta inicial a la quimioterapia.
Producto del Covid-19, es común escuchar que las personas se sienten más cansadas, con poco ánimo y, en algunos casos, sumidas en el estrés propio de una pandemia. Y si bien, esta sintomatología puede aplicarse a múltiples enfermedades, estos trastornos en el ánimo también pueden ser señal de algo más peligroso: cáncer a la sangre.
“Ya sea en una leucemia aguda (que ataca células jóvenes) o en una leucemia crónica (que ataca a células maduras) hay síntomas que son comunes para ambas”, explica Pablo Ramírez, jefe del Centro Clínico del Cáncer CLC.
«En la primera normalmente la enfermedad tiene una rápida evolución donde los pacientes van decayendo, sintiéndose cansados o fatigados. Similar, aunque más lentamente, a lo que ocurre en una leucemia crónica donde reportan el mismo síntoma: mucho cansancio”, sostiene.
Estas señales son las que los pacientes suelen confundir con un cuadro de estrés, donde el organismo acusa el exceso de trabajo o preocupaciones, con fatiga y sensación de debilidad generalizada.
Por eso, es muy importante estar atento a los síntomas y anticipar la enfermedad. Por lo mismo, en el marco del Día Mundial de la Leucemia, tome nota de las características con las que se presenta este tipo de cáncer a la sangre.
Aunque en Chile, este tipo de cáncer es menos frecuente que otros como el de mama, colon o pulmón, se estima que entre 2 a 20 de cada 100 mil personas pueden desarrollar algún tipo de leucemia. Según agrega el especialista, el principal factor asociado es la edad.
“Por ejemplo, las leucemias crónicas son mucho más comunes en personas sobre 50-60 años. Mientras que las leucemias linfoblásticas agudas son más frecuentes en niños,” detalla el Dr. Ramírez.
Los factores que pueden aumentar los riesgos de manifestar algunos tipos de leucemia son los siguientes:
Respecto al tratamiento, Ramírez explica que “para los pacientes con leucemias agudas se usan terapias multimodales incluyendo quimioterapia, inmunoterapia, radioterapia y trasplante alogénico de medula ósea”.
El pronóstico es muy variable dependiendo de múltiples factores como la edad en la que se presenta la enfermedad, el estado físico del paciente y la respuesta inicial a la quimioterapia.
“El rango de resultados es tan variable que va desde tener una sobrevida de pocas semanas hasta poder curarse por completo, por lo que la estimación de sobrevida y curabilidad es algo que hay que evaluar caso a caso”, agrega el médico.
De ahí que la detección temprana de la enfermedad es fundamental, por lo que, si presenta alguno de los síntomas descritos, es vital consultar precozmente con el especialista.