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Investigan biomarcadores moleculares para el diagnóstico precoz de cáncer gástrico Salud

Investigan biomarcadores moleculares para el diagnóstico precoz de cáncer gástrico

Científicas realizan estudio genético que es desarrollado en alianza con el Hospital Clínico de Magallanes. “Actualmente el único examen de detección temprana para esta enfermedad en el país es la endoscopía, por lo que se hace necesario complementar con otros estudios más precisos y que sean menos invasivos», dicen investigadoras.


En el Laboratorio de Medicina Molecular del Centro Asistencial Docente y de Investigación (CADI) de la Universidad de Magallanes, un grupo de investigadores desarrolla un estudio científico cuyo objetivo es identificar biomarcadores moleculares no invasivos para el diagnóstico temprano de cáncer gástrico.

La Región de Magallanes presenta una elevada incidencia de cáncer gástrico y, dado que a nivel nacional no existen programas eficaces de detección temprana, este tipo de patología se asocia a una alta mortalidad, siendo actualmente la segunda causa de muerte por cáncer en Chile, de acuerdo a datos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (Globocan).

Según datos entregados por el Ministerio de Salud, el año 2021 el cáncer gástrico correspondió a la cuarta causa más prevalente de hospitalización por neoplasias en nuestra región.

“Actualmente el único examen de detección temprana para esta enfermedad en el país es la endoscopía, por lo que se hace necesario complementar con otros estudios más precisos y que sean menos invasivos, para reconocerla a tiempo”, aclaran las investigadoras del grupo de Genómica Evolutiva y Médica en Magallanes (GEMMa) del CADI-UMAG.

«De ahí que nuestro objetivo de estudio sea la identificación de biomarcadores moleculares no invasivos que puedan facilitar el diagnóstico de cáncer gástrico en una etapa inicial a través de una muestra fácil de obtener, lo que se traduce en una detección y tratamiento más oportuno para el paciente y, por lo tanto, aportar a una menor mortalidad”, agregan.

Estudio molecular

Todas las investigaciones coinciden en que el cáncer gástrico es una enfermedad multifactorial que puede originarse por factores ambientales y genéticos. En este aspecto, se la ha catalogado como una enfermedad compleja y difícil de entender, porque justamente necesita de varios factores para poder desarrollarse.

Algunas de sus causas refieren a la composición del microbioma y el viroma, así como a la infección por una bacteria llamada Helicobacter pylori. Hay recomendaciones para la prevención del cáncer gástrico, entre las que se encuentran evitar el consumo de carnes rojas y sustituirlo por una dieta alta en consumo de verduras y frutas. Entre los factores de riesgo, se sugiere evitar la ingesta de alcohol y tabaco, y el sedentarismo.

En relación a los factores genéticos, se han identificado genes que están asociados a la protección de la mucosa, al sistema inmune o a laproliferación celular, además de otros genes, como los de microRNAs, que controlan y regulan todos estos procesos.

Los biomarcadores moleculares, como el caso de los microRNAs, son moléculas que se pueden cuantificar y que indican la presencia de una determinada enfermedad, el avance de la misma en sus diversas etapas o incluso el pronóstico de su curso, permitiendo, por lo tanto, un diagnóstico más preciso.

Los llamados biomarcadores no invasivos pueden detectarse en sangre u otros fluidos corporales como saliva y orina, de manera que su análisis no depende de procedimientos particularmente dolorosos o molestos como pudiera ser una endoscopia en el caso de enfermedades gástricas.

“Como equipo de investigación, anteriormente ya habíamos identificado varios microRNAs asociados al cáncer gástrico y ahora  nos interesa identificar biomarcadores y estudiar qué función concreta tienen estos microRNAs en la enfermedad. Si, por ejemplo, están involucrados en aumentar la multiplicación celular, o bien detienen la muerte celular de las células tumorales, o favorecen la migración y, en consecuencia, la metástasis, procesos, todos ellos, ligados íntimamente al desarrollo y avance del cáncer”, puntualiza Yolanda Espinosa, académica de la Escuela de Medicina UMAG y quien lidera la investigación.

Espinosa cuenta con amplia experiencia en el campo de la investigación genética, abocada al estudio de microRNAs – un tipo de moléculas de ARN de pequeño tamaño que no produce proteínas – que controlan la expresión de genes en procesos biológicos y están implicados en muchas enfermedades.

Hacia la medicina personalizada

El concepto macro del proyecto es lograr avances hacia la medicina personalizada de precisión, es decir, adaptar el tratamiento y la prevención de enfermedades, en este caso el cáncer gástrico, considerando las diferencias en factores genéticos, ambientales o incluso de estilo de vida, específicos de personas.

La investigación ha incluido el reclutamiento de pacientes del Servicio de Endoscopía del Hospital Clínico de Magallanes quienes participaron en forma voluntaria y a través de la firma de un consentimiento informado.

El Grupo GEMMa partió en el año 2018 con la conformación de una cohorte de pacientes, donde se tomó muestras de los pacientes del hospital. Sin embargo, el reclutamiento de pacientes voluntarios se vio interrumpido el 2020 debido a la cuarentena decretada por el Covid-19 y las restricciones sanitarias que detuvo algunas atenciones médicas.

Otra de las dificultades para la conformación de la cohorte de pacientes es que el cáncer gástrico avanza de forma silenciosa, lo que dificulta investigarla en etapa precoz.

“Generalmente cuando las personas con cáncer gástrico llegan a solicitar atención médica en el hospital es porque ya están en una etapa avanzada de la enfermedad, ya sea, porque tienen dificultades para comer o presentan anemia por lo que lo recomendable sería que las personas se chequearan en forma periódica, y así poder anticipar la detección a tiempo”, sostienen las investigadoras.

A la fecha, el grupo de investigación GEMMa ha avanzado en la recopilación de muestras de sangre y tejido, extraídas a más de 500 pacientes con exámenes de endoscopía, con el objetivo de poder identificar diversos tipos de biomarcadores.

“Para la conservación de dichas muestras, hemos desarrollado un biorrepositorio en el Laboratorio de Medicina Molecular del CADI-UMAG, lo que permite otorgar condiciones óptimas para la refrigeración y clasificación respectiva de sangre y tejido, además de guardar de forma confidencial los datos personales y clínicos de los pacientes”, afirma la Dra. Espinosa, quien dirige dicho trabajo.

«Dicho biorrepositorio está llamado a convertirse en el primer biobanco para el almacenamiento de muestras biológicas humanas de la región de Magallanes, trabajando en sintonía con una red de biobancos en el país”, añade.

Posterior a la recolección de muestras y clasificación por diagnósticos, viene la etapa de los estudios moleculares tras la extracción de RNA a partir de suero.

A través de una técnica de secuenciación masiva se pueden detectar todos los microRNAs presentes en cada una de las muestras de suero y se pueden establecer diferencias entre grupos diagnósticos que van desde aquellos pacientes sin enfermedad gástrica aparente, a pacientes con alteraciones gástricas que, en algunos casos, preceden al cáncer, o finalmente quienes han sido diagnosticados con cáncer gástrico, bien sea en etapas incipientes o ya en etapas avanzada.

Importancia del estudio

Las investigadoras ya han obtenido resultados preliminares de la investigación que llevan a cabo, los que se traduce en la identificación de algunos microRNAs como posibles marcadores del estado incipiente del desarrollo de cáncer gástrico.

“Hemos detectado al menos dos microRNAs, cuya presencia podría estar indicando un estado incipiente de la enfermedad», dice  Yolanda Espinosa, quien se muestra muy optimista, tanto con los resultados como con lo que ello conlleva para la región.

El estudio podría marcar un precedente pionero en los estudios genéticos sobre cáncer gástrico. “La mayoría de los estudios de microRNAs en CG han sido desarrollados en población asiática. No hay muchos antecedentes de investigaciones realizadas en Chile y Latinoamérica”, señala Constanza Morgado, otra de las integrantes del GEMMa y magíster en bioquímica.

Sin embargo, las investigadoras dejan en claro que aún queda un camino largo, que debe estar sujeto a validación de los resultados preliminares antes de arribar a su potencial transferencia asistencial y clínica.

“Hay que considerar que la investigación que estamos desarrollando, incluye a pacientes atendidos en el Servicio de Endoscopía de un solo recinto asistencial. (…) Por lo tanto, lo que arroje nuestro estudio en un futuro serían descubrimientos preliminares que van a ayudar a caracterizar el cáncer gástrico en una de las regiones extremas, donde esta enfermedad presenta mayor prevalencia”, explican.

La etapa de validación de un estudio de esta envergadura puede demorar varios años, porque se requiere que la aplicación de resultados se extienda a otras cohortes a lo largo del país. No obstante, desde ya marca un precedente en salud para avanzar en la investigación molecular en Magallanes.

Este estudio genético -que comenzó en 2018- se enmarca en el Proyecto Fondecyt 1170446, que lleva por nombre “Evaluación de los microRNAs en la fisiopatología y susceptibilidad del Cáncer Gástrico”, investigación financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

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