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Desarrollan prototipo para reciclaje en terreno de plásticos de bolos forrajeros Sustentabilidad

Desarrollan prototipo para reciclaje en terreno de plásticos de bolos forrajeros

La gestión de residuos del sector ganadero es de vital importancia, ya que en su mayoría son compuestos de difícil o nula degradación que constituyen una grave amenaza de contaminación acumulada del medio ambiente.


Chile es uno de los grandes consumidores de plástico de Latinoamérica, con más de un millón de toneladas por año, donde la industria agrícola aporta con el 8%. Y pesar de que la industria del reciclaje ha crecido un 15% los últimos tres años, con más de 100 empresas dedicadas la valorización de residuos (MMA, 2022), éstas solo llegan a reciclar un modesto 9.6% del total de los plásticos generados en Chile.

En particular, de las 90.000 toneladas de plástico agrícola que se generan como desecho en nuestro país, se desconoce qué porcentaje real se recicla, en qué condiciones se hace este reciclaje y que calidad tiene la materia prima que se genera anualmente.

La industria lechera chilena contribuye con un 0.42% del PIB nacional, con un 5.3% del PIB agropecuario nacional, y localmente contribuye con un 50% del PIB agropecuario de las Regiones de Los Ríos y Los Lagos.

Con este significativo impacto productivo, la gestión de residuos del sector ganadero es de vital importancia, ya que en su mayoría son compuestos de difícil o nula degradación que constituyen una grave amenaza de contaminación acumulada del medio ambiente, así como un importante factor a considerar al momento de cuantificar la huella de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por concepto de uso y gestión del plástico para conservar forraje.

Este tipo de plástico llegó a nuestro país a fines de los ‘80 y prácticamente ha desplazado otras formas de conservación de forraje en todo el Sur de Chile. Ya que posee ventajas comparativas que en términos de la calidad de la fermentación y bajos costos asociados al almacenamiento de los bolos, sin embargo la eliminación y/o reciclaje de los residuos plásticos (~ 3 Kg de plástico/bolo) y las mallas (~ 1 Kg de malla/bolo) usadas en el proceso no se establecen como “parte del proceso de uso de bolos” en ningún análisis económico de esta tecnología.

La académica de la carrera de Agronomía de la Universidad de Los Lagos Viviana Bustos explica que cuando hablamos de residuos de plásticos agrícolas, en Chile aún no existen reportes por parte de entidades públicas y privadas que establezcan las tasas reales de generación, ni tampoco información que describa el actual sistema de gestión de éstos, debido principalmente a que la información de base es muy compleja de obtener.

“En términos generales, el proceso de eliminación y/o reciclaje de los residuos de plásticos de bolos es muy variable y sus costos no están debidamente calculados. Si quisiéramos determinarlos deberíamos incluir una serie de variables como: las tasas de producción de bolos del sector/año o al menos de un grupo de productores, el flujo del material dentro y fuera de los predios, el tiempo y personal necesarios para limpiar y clasificar el plástico, los costos por evaluaciones de laboratorio de la calidad de los polímeros, tasas de transporte y costos del modelo de gestión”, detalla.

La inexistencia de un programa de gestión nacional y plantas de reciclaje o revalorización de este tipo de plástico agrícola hace que los productores lecheros no dispongan de alternativas viables para reciclar el plástico de bolos, traduciéndose en la eliminación de estos grandes volúmenes de residuos por medio de la incineración al aire libre o también enterrándolo en algún potrero de sacrificio.

En ambos casos, se producen significativas tasas de contaminación. La incineración de plástico genera dioxinas, que son compuestos químicos altamente tóxicos capaces de acumularse en los tejidos adiposos de los animales. Además, enterrar los residuos plásticos provoca macro, micro y nano contaminación de napas y cursos de aguas subterráneas, así como de la macro y microbioma que compone los suelos agrícolas.

Proyecto de economía circular

La Dra. Bustos explica que los productores lecheros requieren de un plan integral de reciclaje de agro-plásticos económico y con pasos fáciles de seguir para que lo adopten y lo practiquen de manera continua. Debe tener ventajas comparativas con los programas ofrecidos al sector por los gestores intermediarios existentes que cumplen el rol de recolectores. Además, debe ser una propuesta integral y alinearse con todas las iniciativas gubernamentales que están asociadas a la cadena de valor de la reutilización o la reconversión de los desechos plásticos en Chile”.

En ese contexto, el Laboratorio de Carbono y Cambio Climático postuló a la convocatoria CORFO Reto de Innovación – Economía Circular Región de Los Lagos, adjudicando el proyecto titulado “Revolucionando la Gestión de Plástico Residual de Bolos Forrajeros (PRBF) en la Región de Los Lagos: Proyecto “BoloPlast®” y su Tecnología de Huella Cero”, el cual busca insertar en ambientes productivos reales un prototipo de terreno – Boloplast® – para el acondicionamiento en seco del plástico residual de bolos forrajeros (PRBF) en campo. Prototipo diseñado, construido y validado por Laboratorio de Carbono y Cambio Climático de la Universidad de Los Lagos.

El proyecto cuenta con cuatro predios asociados de reconocidos productores lecheros de la Región de Los Lagos: Agrícola Bahía Rupanco, La Querencia SpA, Agrícola Arcoiris y Antillanca SpA, todos con vasta experiencia en el rubro y con diferentes sistemas de producción, diferentes rendimientos y afiliaciones a la industria pero con un solo objetivo común: lograr la circularidad y reutilización de sus residuos plásticos y 100% comprometidos con la sustentabilidad del sector a través de la Investigación y Desarrollo de iniciativas en conjunto con la academia.

“El dispositivo y el proceso servirán para aumentar la valorización de los PRBF, con el encadenamiento de diferentes industrias para promover el flujo circular de los recursos fortaleciendo el vínculo comercial entre los gestores intermediarios y los valorizadores finales. Buscamos aumentar el valor de estos residuos obteniendo el mayor porcentaje de PRBF de calidad premium procedente de la industria ganadera regional, lo que permite el 100% de su reutilización en manos de los valorizadores finales, incluyendo un eficiente uso del agua y bajas emisiones de CO2 en el predio (plásticos en los suelos) y en las rutas de transporte (combustibles fósiles)”, sostiene la investigadora.

Esta innovadora iniciativa tiene contemplada la recuperación de los PRBF en los cuatro predios piloto, que presentan residuos plásticos de bolos forrajeros (PRBF) con diferentes niveles de suciedad. Donde además se caracterizará químicamente los PRBF para establecer categorías de calidad de los residuos.

“Además, en el marco de la educación ambiental de los operarios agrícolas, diseñaremos el primer Programa de Educación Ambiental continua para una Intervención Integrada y sostenible con la participación de nuestras colaboradoras de Taller Verde Sur”, dice la Dra. Bustos.

Los objetivos son validar el prototipo Boloplast®, para aumentar la tasa de circularidad de las empresas participantes impactando directamente en sus territorios, evitando el uso innecesario de los recursos hídricos y energéticos e implementar un programa de Educación para la gestión circular de residuos en predios agrícolas, para poner en marcha la correcta gestión predial de los PRBF a través del Programa de Educación Ambiental Continua de los operarios agrícolas con talleres de capacitación y estandarización de los procesos de manejo predial.

Resultados esperados

“Nuestro proyecto se divide en dos etapas: (i) pruebas del prototipo Boloplast® en condiciones de laboratorio con material de plástico predial y (ii) la inserción del prototipo Boloplast® en ambientes reales con la colaboración de los productores lecheros asociados (predios piloto)”, explica la experta.

” e espera la remoción de cerca de un 70% de los contaminantes de los PRBF en condiciones simuladas de laboratorio y en condiciones de campo, aumentando el porcentaje de recuperación de los residuos en un 30% y maximizando la utilidad del material proveniente de los predios lecheros para transformarlos en productos de igual calidad. Esperamos también demostrar la reducción del uso de agua de pre-lavado en el acondicionamiento de los PRBF en al menos un 35% comparado con los sistemas convencionales”, señala la académica a cargo del proyecto.

La iniciativa presentada se encuentra articulada armónicamente con los ejes y objetivos estratégicos del Plan Estratégico de Desarrollo Institucional 2030 de la Universidad de Los Lagos, a través de los siguientes ejes: Liderazgo, ya que contribuirá a fortalecer la presencia de la Universidad en la región e incidir en la toma de decisiones estratégicas y el desarrollo productivo de la región. Aprendizaje, ya que se ofrecerán tesis de pregrado y se adquirirán equipos de laboratorio que permitirán abrir una nueva línea de trabajo que repercutirá en la calidad de la formación de nuestros estudiantes.

“Por último, en el eje investigación, innovación y creación se colaborará activamente con la generación de conocimiento científico y tecnológico con una investigación con pertinencia regional que se preocupa de resolver problemas aplicados que impacten tanto al sector productivo como a la comunidad científica a través de publicaciones de vertiente principal”, puntualiza la Dra. Viviana Bustos.

La Directora de Investigación de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado ULagos, Dra. Claudia Castillo, resaltó la importancia de este proyecto, el cual gracias a una investigación regional permitirá entregar una solución válida al uso del plástico en el campo chileno.

“Iniciativas como esta demuestran el potencial investigativo de Ulagos y en especial de sus académicas, donde la Dra. Bustos es referente entre sus pares, logrando esta vez crear un producto que resulta innovador y a la vez necesario para el control del uso de plásticos en sectores productivos tan importantes como lo es la lechería; promoviendo a futuro una real sustentabilidad del sector, con posibilidades de aplicación en otras áreas productivas”, sostiene.

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