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Exámenes oftalmológicos preventivos en niños

Los controles se deben realizar antes de los 4 años para detectar y tratar oportunamente algún defecto o enfermedad visual, previa al ingreso al colegio.


Nuevamente empieza un año más, lleno de largas jornadas en el colegio donde las  exigencias son cada vez mayores y los niños deben permanecer gran parte del día frente al pizarrón, al computador, a cuadernos y libros. Pero, cómo saber si los menores presentan alguna enfermedad ocular que perjudique su rendimiento escolar. Para ello, la mejor opción es consultar a un oftalmólogo para que les practique un examen preventivo.

Según la doctora Ximena Vignolo, oftalmóloga infantil de Clínica Avansalud, los controles oftalmológicos preventivos se deben realizar antes de los 4 años para detectar y tratar  oportunamente algún defecto o enfermedad visual, previa al ingreso al colegio.

Las enfermedades más frecuentes que presentan los niños son los llamados vicios de refracción,  entre los que destacan la miopía, hipermetropía y astigmatismo. “Además pueden tener un ojo defectuoso o ambliopía, que es conocida popularmente como “ojo flojo”, indica la especialista.

Los niños no tienen experiencia visual previa, por lo tanto, es improbable que se percaten si están  viendo mal. Por ello, los padres son los que deben observar su comportamiento y llevarlos al menos una vez al año al oftalmólogo.

Señales de alerta

Para saber si un niño tiene dificultades para ver, debemos poner atención en algunas conductas comunes. “Por ejemplo, si le mostramos un objeto al niño y éste debe acercarse para verlo, o si frunce los ojos para dibujar, apuntar con sus manos, leer o ver televisión, es señal de que hay un problema visual, advierte la Dra. Vignolo.

“Otra conducta que permite determinar la presencia de un problema visual es cuando el niño inclina o gira la cabeza para ver de cerca o de lejos, lo que podría sugerir que tiene una desviación de un ojo o estrabismo”, indica la profesional.

Para cada edad existen métodos de medición de la agudeza de la visión, la que se determina mediante exámenes especiales en los niños, incluso en los recién nacidos.

Para los más pequeños, se pueden realizar exámenes sencillos que permiten determinar que los ojos están bien formados y que la visión se está desarrollando adecuadamente.

En un niño se puede realizar un examen similar al de un adulto desde aproximadamente los 4 años de edad, pero cuando no conocen las letras o números, se utilizan figuras fácilmente reconocibles por los niños o la letra E de Snellen, la que se mueve hacia arriba, abajo, al centro, etc. Y se le pide al niño que diga con sus manitos en qué dirección están orientadas “las patitas de la E”.

“La visión de colores y visión de profundidad o estereopsis y el alineamiento de los ojos, son funciones que también se evalúan y que son fundamentales para el desempeño escolar”, indica Vignolo.

Tratamientos y Recomendaciones

Los tratamientos más indicados para los niños más pequeños son el uso de lentes ópticos en caso que presenten vicios de refracción, y un tratamiento específico en los que presentan “ojo flojo”.

La profesional recomienda a los padres que si sospechan que sus hijos tienen algún problema visual, lo lleven inmediatamente al oftalmólogo.

Además, la especialista concluye que los exámenes oftalmológicos preventivos constituye una excelente manera de comenzar el año académico y detectar a tiempo algún defecto o enfermedad visual ocular a fin de prevenir complicaciones futuras, tratándolos oportunamente.

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