El antiguo arte japonés inspira a científicos estadounidenses en el diseño de robots autoplegables que se comportan como «transformers» verdaderos.
Ingenieros en Estados Unidos crearon un robot que se puede ensamblar solo a partir de una lámina plana y deshacer con el calor.
Le toma apenas cuatro minutos desde que las baterías son activadas, para que una lámina de lo que parece cartón se transforme en un pequeño robot de cuatro patas.
Los ingenieros, de la Universidad de Harvard, dicen que el diseño plegado -esencialmente un tarjeta de circuitos con algo de poliestireno que se encoge cuando se calienta- fue inspirado por el arte japonés del origami.
Señalan que el aparato podría desarrollarse para la exploración espacial o la búsqueda en espacios angostos en escenas de desastres.
