El astronauta Chris Hadfield se encuentra en el suelo oceánico a 2.5 atmósferas, donde ocurre este fenómeno. Aunque él agitó la lata de gaseosa, cuando la abrió esta no salpicó como lo haría normalmente, y se quedó en su lugar. “Esa es la física en movimiento, justo aquí. El principio de Arquímedes, o la ley de Boyle o algo así”, añade Hadfield. Finalmente el fenómeno ocurre por la alta presión atmosférica que hay a ese nivel.
Fuente: Chris Hadfield
