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La nueva generación de ratones de laboratorio libres de gérmenes CIENCIA

La nueva generación de ratones de laboratorio libres de gérmenes

Pueden ser usados para investigaciones más controladas sobre la microbiota humana, un campo nuevo que es «uno de los espacios que crece más rápido» en la medicina, dice Purna Kashyap, una investigadora que supervisa dos laboratorios libres de gérmenes en la Mayo Clinic.


La localidad de Germantown, en Nueva York, tiene 1.900 habitantes y yace a unos cuantos kilómetros al este del río Hudson en medio de un paisaje salpicado con la típica mezcla de huertos de manzanos y viñas. Su criadero de ratones, sin embargo, es como ningún otro.

En el recinto principal de Taconic Biosciences, en ordenadas filas de hangares blancos, la compañía cría cientos de miles de roedores al año. Un ratón de laboratorio común y corriente, conocido como black-6, se comercializa a cerca de USD$30 a investigadores corporativos y académicos. Pero en un edificio conocido como G0001, Taconic cría ratones que se venden a USD$480 cada uno. Aunque su genética es idéntica a la de sus pares de $30, los ratones más costosos han sido criados en cauteloso aislamiento, sin ninguno de los gérmenes del mundo.

«Se puede moldear una enfermedad mejor de lo que podrías con un ratón normal», dice la gerente de producción Jennifer Phelan, usando unas botas azules de plástico estéril. «Casi se puede crear un ratón avatar».

Las unidades aislantes en G0001 son carpas rectangulares con paredes de plástico transparente. Cuidadores con guantes quirúrgicos usan largas mangas plásticas que se desprenden de las paredes de cada aislador para esterilizar puertos y así traer ropa de cama y comida limpia. Los clientes reciben a los ratones en un cilindro plástico.

El objetivo es criar ratones en un ambiente sin los microbios de la naturaleza y prevenir que acumulen comunidades de billones de bacterias, virus y hongos llamadas microbiotas. De esa forma, los ratones pueden ser usados para investigaciones más controladas sobre la microbiota humana, un campo nuevo que es «uno de los espacios que crece más rápido» en la medicina, dice Purna Kashyap, una investigadora que supervisa dos laboratorios libres de gérmenes en la Mayo Clinic.

Se piensa que la variedad y cantidad de organismos en la microbiota de las personas tienen una gran influencia en la respuesta inmune; más dinero está entrando a este campo, donde se espera que se puedan hacer hallazgos significativos en casos que van desde el síndrome del intestino irritable hasta el cáncer.

«Los ratones libres de gérmenes nos entregan un lienzo en blanco», dice Ben Cuiffo, un científico de la contratista de investigación Biomodels en Watertown, Massachussets. Investigadores en Evelo, en Cambridge, Massachussets, quienes invirtieron el año pasado $35 millones en capital riesgo, demostraron que la microbiota puede alterar la efectividad de la inmunoterapia para el cáncer en ratones, aunque la investigación aún tiene mucho por recorrer.

Si bien Taconic no es el productor más grande del mundo de ratones de laboratorio -un mercado de $1.000 millones- por ahora tiene el monopolio comercial de los ratones libres de gérmenes. La compañía privada de 67 años, con cerca de 800 empleados, tiene ingresos anuales de sobre $100 millones pero no dice cuánto le cuesta criar ratones libres de gérmenes. Phelan dice que espera más competencia, y que la compañía se está asociando con fabricantes de hardware para mantenerse a la cabeza.

Taconic también está ofreciendo seminarios para informar a los investigadores acerca de sus ratones. La mayoría de sus clientes son laboratorios académicos. Compañías interesadas en la microbiota han sido reacias a pagar $480 por ratón, sobre todo porque necesitarían tener equipos libres de gérmenes también. «Es importante investigar el campo de la microbiota», dice Bernat Olle, máximo responsable de Vedanta Biosciences en Boston. Aunque por ahora, sus colaboradores universitarios manipulan los ratones.

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