Sustentabilidad
Para implementar la medida, el Gobierno repartirá, desde este mes y hasta fin de año, bolsas reutilizables en puntos de alta circulación de personas y centros de consumo para que todos cuenten con al menos una en sus casas para llevar al momento de realizar las compras.
Los supermercados de la ciudad de Buenos Aires dejarán de entregar bolsas de plástico con las compras a sus clientes a partir del 1 de enero de 2017, según una nueva resolución del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño que se conoció hace pocos días.
La resolución, que será publicada el lunes en el Boletín Oficial, establece que a partir del año próximo, las líneas de cajas de hipermercados y supermercados de la capital argentina «no podrán entregar más bolsas plásticas livianas del tipo camiseta (con dos manijas)» y que cada comprador «deberá llevar su propia bolsa».
Según un comunicado del ministerio, la iniciativa surgió «a partir de las múltiples consecuencias negativas que generan las bolsas de polietileno al medio ambiente y a la infraestructura» de la ciudad.
«Las bolsas de plástico tardan cientos de años en degradarse y a la vez son muy perjudiciales para la flora y la fauna. Tenemos que acostumbrarnos a usar nuestras propias bolsas reutilizables», consideró el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli.
Para implementar la medida, el Gobierno repartirá, desde este mes y hasta fin de año, bolsas reutilizables en puntos de alta circulación de personas y centros de consumo para que todos cuenten con al menos una en sus casas para llevar al momento de realizar las compras.
«Todos los indicadores nos señalan que vamos por el buen camino. Cada vez más vecinos se comprometen con el cuidado del medioambiente, separan los residuos en sus domicilios, utilizan las bicicletas, y espontáneamente llevan sus propias bolsas para realizar las compras», agregó Macchiavelli.
Precisamente, una encuesta del Gobierno porteño difundida hoy indica que el 63 % de los habitantes de la capital argentina ya utilizan un carrito o una bolsa reutilizable para hacer sus compras y que casi el 80 % de quienes usan las plásticas estarían muy dispuestos o bastante dispuestos a abandonarlas.
El Gobierno porteño advirtió también sobre las consecuencias ambientales del uso de las bolsas plásticas, que tardan muchos años en desintegrarse y «suelen llegar a los lugares abiertos debido a que, por su bajo peso vuelan y se depositan en las plantas, en el lodo, en el suelo de las costas y en el agua».
En ese sentido, señalaron el caso de las tortugas marinas de la zona del Río de la Plata y el Mar Argentino que se alimentan de medusas, pues en estos reptiles se han encontrado restos plásticos en los tractos digestivos.
«Las bolsas plásticas generan complicaciones en el intestino de las tortugas que resultan en una especie de ‘chaleco salvavidas’ que imposibilita a las tortugas poder sumergirse para desplazarse, huir de sus predadores y alimentarse correctamente», recordaron.
