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El populismo pone a Silicon Valley en la encrucijada ética de solucionar la pérdida de empleos a causa de la Inteligencia Artificial FT Weekend

El populismo pone a Silicon Valley en la encrucijada ética de solucionar la pérdida de empleos a causa de la Inteligencia Artificial

A medida que la IA avanza, aumenta la preocupación de los trabajadores con poca preparación, así como también por los que poseen estudios, que podrían ser sustituidos.


Por Tim Bradshaw*

Durante mucho tiempo, la inteligencia artificial ha cautivado a los asistentes del Foro Económico Mundial en la ciudad de Davos, en Suiza. No obstante, durante la reunión global de esta semana, la Inteligencia Artificial (IA) fue expuesta no por sus beneficios empresariales ni por ser un negocio lucrativo, sino como una consecuencia negativa para aquellos que queden atrapados en el lado equivocado de este avance tecnológico.

Ya sorprendidos por la elección de Donald Trump y la decisión de Gran Bretaña de dejar la Unión Europea el año pasado, los ejecutivos de Silicon Valley ansían presentarse en Davos como responsables y comprensivos, con la esperanza de evadir ser denigrados de la misma manera que los banqueros lo fueron después de la crisis financiera.

La directora ejecutiva de IBM, Ginni Rometty, afirmó que «no hay tema más crucial para nosotros» que una tecnología que crea desigualdad y concentra aún más las riquezas en manos de una reducida cantidad de personas. Este concepto forma parte de sus principios para la era cognitiva, un estándar ético para la Inteligencia Artificial.

Asimismo, el director ejecutivo de Salesforce.com Marc Benioff, advirtió que los «refugiados digitales» podrían surgir a consecuencia de la Inteligencia Artificial. «Este es el momento de mayor nerviosismo ya que podemos ver avances en la IA que van más allá de lo esperado» comentó Benioff. «De hecho, está ocurriendo a una velocidad y capacidad que nos preocupa debido a cómo afectará a cada individuo y a una gran cantidad de trabajadores en todo el mundo… no hay ningún camino claro en el futuro».

Tras las reacciones políticas de 2016 en contra de las pérdidas de empleos debido a la globalización y la automatización, los ejecutivos de Silicon Valley se apresuran en proponer posibles soluciones antes de que se les responsabilice de la próxima oleada de problemas.

«La principal lección del año pasado fue velar para que los sentimientos de los trabajadores afectados no fueran manipulados por políticos populistas y tampoco fueran colocados en contra de las empresas tecnológicas», comentó el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, panelista en Davos patrocinado por McKinsey. «Si no lo hacemos bien, entraremos en un círculo vicioso», agregó el ejecutivo.

Los altos ejecutivos de IBM y de Microsoft están ansiosos por proponer que la Inteligencia Artificial podría «incrementar los puestos de trabajo» en lugar de reemplazar a los trabajadores, dejándolos usar esta tecnología para automatizar el uso intensivo de datos mientras mantienen sus empleos.

Con los temas de empleos e igualdad en el centro de la agenda política, “las compañías tecnológicas deben considerar cómo ayudarán, por ejemplo, a mejorar la educación o cómo éstas perjudicarán en términos de cambiar el mercado laboral”, agrega el cofundador de Microsoft y filántropo, Bill Gates, en una entrevista con Financial Times.

El año pasado, los asistentes a Davos fueron muchos más «arrogantes» acerca de la automatización y la destrucción de puestos de trabajo, según cuenta un ejecutivo superior de una compañía de tecnología y asistente regular al evento. Ahora que «el mundo ha cambiado», los directores de Silicon Valley modificarán la manera en la que se refieren a la Inteligencia Artificial, reconociendo que «personas reales están involucradas» en esto y no sólo robots”, mencionó el ejecutivo.

Pero al mismo tiempo se entregó un claro mensaje por muchos paneles dedicados a la Inteligencia Artificial en el Foro Económico Mundial, advirtiendo que la tecnología está avanzando mucho más rápido de lo previsto. «La velocidad en la que la IA sigue mejorando supera las predicciones más optimistas», afirmó Kaifu Lee, un inversor capitalista de Sinovation Partners además de ser un ex ejecutivo de Google y Microsoft en China. «Casi cualquier actividad que requiera 10 segundos o menos de razonamiento puede ser realizada por la Inteligencia Artificial o algún otro algoritmo», agrega el ejecutivo chino.

Esto está generando que sea mucho más urgente el debate acerca de cómo manejar los enormes ingresos generados por la eliminación de millones de puestos de trabajo.

“Es este el excedente que se creará a causa de los avances de la Inteligencia Artificial
¿Es sólo para unos pocos o será un crecimiento más inclusivo? Bueno, es un desafío bastante grande” comentó Nadella. «Claramente, lo más importante para todos nosotros dado el ciclo político actual, es si el excedente será creado por la IA, se debe conversar de cómo éste será repartido».

Al igual que la última Revolución Industrial que condujo al surgimiento de movimientos obreros y del Estado de Bienestar, «debemos pensar en cuáles son los equivalentes a ellos».

A medida que la Inteligencia Artificial avanza, aumenta la preocupación de los trabajadores con poca preparación, así como también por los que poseen estudios, que podrían ser sustituidos.

En respuesta, muchos trabajadores en Silicon Valley se aferran a la idea del «sueldo básico universal», que consiste en que el Estado pagará a las personas el mínimo que necesitan para vivir. Nadella dice que «aprecia la idea», mientras que Benioff junto a Vishal Sikka, director ejecutivo del grupo de servicios de Tecnología de Información, Infosys, también expresaron su apoyo durante esta semana.

«Las 10 o 50 mejores empresas tecnológicas poseen parte del dinero que podría ayudar a solucionar una gran parte de los problemas con los ingresos básicos», expresa Sikka.

Considerando que una gran cantidad de estas empresas se encuentran entrampadas en batallas legales con sus impuestos en Europa y preocupadas por su creciente influencia, esta sería una idea que muchos políticos apoyarían.

En una entrevista con Sergey Brin, cofundador de Google, ahora conocido como Alphabet, y con el fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, comentó que un primer ministro de «un país bastante importante» le dijo que «sólo quedaban entre tres o cuatro potencias en el mundo, una de ellas es Estados Unidos, la otra es China y por último, Alphabet».

* Traducido por Makarena Supanta Huayta, Traducción Inglés Español, Universidad Arturo Prat (UNAP).

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