Gastronomía
La ceremonia de premiación, que se viene efectuando anualmente desde 1994, distingue a quienes durante el año anterior o a lo largo de su recorrido profesional, se han destacado en sus respectivas áreas.
En el Centro Gastronómico BordeRío se realizó la tradicional entrega anual de premios del Círculo de Cronistas Gastronómicos y del Vino de Chile, AG. El evento convocó a cocineros, enólogos dueños de restaurantes y bodegas, personalidades del sector, prensa especializada y estuvo encabezado por la presidenta del Círculo, Harriet Nahrwold.
Los premios del Círculo de Cronistas se otorgan de manera independiente según los criterios profesionales desarrollados por esta Asociación Gremial, la que reúne a los principales comunicadores del sector gastronómico y del vino.
La ceremonia de premiación, que se viene efectuando anualmente desde 1994, distingue a quienes durante el año anterior o a lo largo de su recorrido profesional, se han destacado en sus respectivas áreas, así como a hechos relevantes relacionados con estos sectores. Los galardones buscan «contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la gastronomía y la enología en nuestro país».
Estos son los principales ganadoras del año 2016 destacados por el Círculo de Cronistas:
El Círculo de Cronistas Gastronómicos premió su «consistencia en su sabrosa propuesta, atractiva carta de vinos y buen servicio». Este es el primer restaurante en ganar este premio por dos años consecutivos.
Fue premiado por ser «un cocinero joven, cuyos platos de gran personalidad encantan por su mezcla de influencias culinarias, consiguiendo deslumbrantes y nuevas armonías».
«Un restaurante que, a su estupenda propuesta gastronómica, agrega la excelente calidad del servicio, que recibe, atiende y despide a los comensales con encanto y amabilidad», destacó el Círculo de Cronistas Gastronómicos.
Este clásico de comida chilena de Plaza Ñuñoa fue premiado porque «ha sobrevivido a dos generaciones preparando platos sencillos con ingredientes frescos. La pátina del tiempo sólo le agrega más encanto».
Este restaurante del Hotel Cumbres de Vitacura, fue premiado por tener «una muy buena oferta de platos y sabores tradicionales chilenos, pero elaborados con un guiño a la modernidad».
Zona Norte: Rayú, Iquique
«Cuenta con buena infraestructura, buena cocina y bonito emplazamiento».
Zona Centro Sur: La Fleur de Sel (de termas de Peumayén), Pucón
«Su cocina es sofisticada y se basa en un notable uso de ingredientes regionales y cálida atención», destacaron los expertos.
Zona Austral: Hotel The Singular, Patagonia
Según el Círculo de Cronistas Gastronómicos, es «un lugar excepcional en un paraje de ensueño con una cocina inesperada para el fin del mundo».
Un local sencillo, sin complicaciones, que pasa a tablero vuelto porque allí se come bien sin tener que desembolsar grandes sumas. El clásico concepto francés del bistrot de barrio: un lugar al que uno quiere volver una y otra vez para repetirse el plato con esas preparaciones que le gusta comer.
Esta empanada fue elegida en cata a ciegas y en forma anónima por un jurado profesional en vísperas de Fiestas Patrias. Destacaron su «calidad, sabor, armonía y perfecta cocción de sus ingredientes».
