La Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó al colegio San Juan Bautista de Macul a renovar la matrícula de una alumna de octavo año básico, a quien se le anunció que el próximo año no sería parte del plantel.
El tribunal de alzada capitalino, integrado por el ministro Mauricio Silva Cancino, el fiscal judicial Daniel Calvo Flores y la abogada integrante Andrea Muñoz Sánchez acogió un recurso de protección presentado por los padres de la alumna.
El fallo determina el actuar arbitrario e ilegal del establecimiento al no renovar la matrícula de la niña, utilizando criterios que antojadizos y poco objetivos.
El proyecto educacional del liceo contempla cursos de kinder a cuarto medio. Sin embargo, en el paso de octavo básico a primer año de educación media se rebaja la cantidad de cursos por nivel, seleccionando a sólo 45 alumnos por año, para lo cual se consideran sus calificaciones y evaluaciones conductuales de estudiantes y apoderados.
De acuerdo al tribunal, la niña cumple con los requisitos pedagógicos establecidos, por lo que no corresponde su exclusión.
«La inexistencia de antecedentes suficientes, que respalden la evaluación practicada a la hija de la recurrente en aquellos aspectos de carácter subjetivo -la que resulta disonante del único elemento objetivo con que se cuenta- permite presumir que ésta obedeció a criterios antojadizos o caprichosos que en definitiva perjudicaron a la alumna. (…) La ausencia de justificación en esta parte, no permite ponderar, en términos relativos, la nota 6.0 que obtiene la recurrente y supuestamente el padre de la niña», dice el fallo.
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