El senador del Movimiento Amplio Social (MAS), Alejandro Navarro, advirtió una serie de acciones para que se anule y transparente el proceso adquisición de la Ruta de la Madera, en el Biobío, por parte del Estado, ya que aseguró que no hay disposición del coordinador de Concesiones del MOP, Emilio Pellegrini, para responder sobre el incierto futuro laboral de los trabajadores y las mejoras en la seguridad de la misma.
Navarro sostuvo que la transacción valorada en 34 millones de dólares podría dejar a más de 200 trabajadores sin empleo.
«Participó negociando, entre otros, el empresario, José Cox, miembro del grupo de amigos del presidente que se ubican en el ‘tercer piso’ de La Moneda, siendo también el ex director y ex presidente del directorio del Camino de La Madera Sociedad Concesionaria S.A», dijo el representante del MAS.
Asimismo, para el vicepresidente del Senado, «con esta transacción, el Estado arriesga demandas millonarias en caso de producirse accidentes, puesto que la mantención del camino no es para que esté habilitada para un transporte seguro (…) La Ruta de La Madera es la primera y más antigua de Chile. Sin embargo, así también es la más peligrosa y la más cara; ha estado en abandono lo que hace presumir que puedan volver a provocarse socavones que pongan en riesgo la vida de quienes por allí transitan».
Navarro agregó que «hay que revisar acuciosamente el valor que pagó el Estado por la Ruta de La Madera cifrada en 736.343 UF., ya que si el monto inicial estudiado y propuesto en su tiempo por el ministro de Obras Públicas en el Gobierno de Michelle Bachelet, Sergio Bitar, no superaba las 400 mil U.F., es ilógico este nuevo precio».
Finalmente, el parlamentario anunció que «solicitaremos la detención de este proceso, por medio de una solicitud de orden de no innovar administrativa, de acuerdo a la Ley 19.880, ante el MOP. Lo que necesitamos es que se garantice la transparencia y precio justo de la compra, por lo que recurriremos a la Contraloría para que revise la transacción. Asimismo, estaremos atentos a la continuidad laboral de los trabajadores de la Ruta de la Madera; también de las inversiones necesarias para hacer de esa ruta una vía segura, porque administrada por privados es altamente insegura».
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