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Las ventas fantasmas de BMW en Alemania revelan contagio de la crisis de deuda


Werner Entenmann, que tiene una concesionaria BMW en el acaudalado sudoeste de Alemania, siempre llevó una vida acomodada vendiendo sedanes de lujo a alemanes de altos recursos a precio de lista o un monto cercano a él. Este verano, algunos compradores están negociando rebajas.

“Todos los días los clientes vienen a la concesionaria con ofertas de otras marcas y otros vendedores de BMW”, dijo Entenmann, cuyo local Autohaus Entenmann cerca de Stuttgart vende unos 2.200 autos por año. “Esto es parte de la rutina diaria”. Las ganancias, señaló, se han reducido debido a que los descuentos afectan los márgenes.

El cambio de fortuna de Entenmann refleja cómo se extienden los efectos de la crisis de la deuda soberana de Europa. En Alemania, el mayor mercado automotor de la región, la situación era más favorable, con un crecimiento de 0,7 por ciento en el primer semestre frente a una caída del 20 por ciento en Italia y del 14 por ciento en Francia, de acuerdo con la agrupación ACEA, que predice que las ventas de autos en la Unión Europea este año caerán al nivel más bajo desde 1995.

Sin embargo, el mercado alemán no es tan fuerte como parece. Como la crisis de deuda sofoca la demanda de autos en otros mercados, las automotrices buscan obtener ventas en la mayor economía de Europa sin tener en cuenta si los clientes tienen interés en comprar.

En junio, 87.454 vehículos estaban registrados a nombre de las concesionarias y las automotrices en lugar de los consumidores, lo que representa el 29 por ciento del mercado, según los datos de la agrupación de concesionarias alemanas ZDK. Los llamados pre-registros sumaron 479.385 en la primera mitad del año, con un salto del 11 por ciento interanual.

‘Baño de sangre’ de descuentos Para sacar los vehículos pre-registrados de las playas de estacionamiento de las concesionarias, muchos se venden rápidamente como autos usados cero kilómetro con descuentos de más del 20 por ciento, según Ferdinand Dudenhoeffer, director del Centro de Investigación Automotor de la Universidad de Duisburg-Essen. Estas ventas fantasmas reflejan la presión para rebajar precios que se ha extendido desde el sur de Europa a mercados más fuertes como Alemania y el Reino Unido.

“Es un baño de sangre desde el punto de vista de los descuentos”, señaló Andy Palmer, vicepresidente ejecutivo de planeamiento mundial de Nissan Motor Co. “Trabajamos en una industria que necesita volumen –necesita mover metal- y entonces los fabricantes rebajan los precios”.

Hasta Bayerische Motoren Werke AG está sintiendo la presión. Aunque la automotriz con sede central en Munich apunta a clientes de altos recursos que no se ven afectados por la recesión y ha pronosticado ventas récord este año luego de lanzar un sedán Serie 3 renovado en febrero, no es difícil encontrar descuentos por un BMW nuevo.

“Todo el mundo corre tras los últimos consumidores de Europa, y todos los autos que no pueden venderse en el sur ahora se mandan a Alemania”, explicó Arndt Ellinghorst, analista de Credit Suisse en Londres.

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