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La rápida venta de US$1.000 millones de acciones de un director de Facebook no tiene precedentes


La decisión de Peter Thiel de vender casi toda su participación en Facebook Inc. tan rápido luego de la oferta pública inicial de la compañía tiene pocos precedentes en Silicon Valley, donde los capitalistas de riesgo suelen conservar las acciones más tiempo.

Thiel, director de Facebook y su primer inversor externo, se deshizo del 72 por ciento de sus acciones restantes tres meses después de que la empresa saliera a bolsa. De las cuarenta mayores OPI tecnológicas de los Estados Unidos desde fines de 2010, sólo Facebook y sus colocadores permitieron que los inversores vendieran tan pronto, mientras que todas las demás compañías adoptaron un período de inmovilización de acciones de aproximadamente el doble de ese tiempo.

Aunque los capitalistas de riesgo en general venden sus participaciones luego de ayudar a las startups a llegar a los mercados públicos, suelen reducir gradualmente sus carteras a lo largo de varios trimestres o incluso años. El propósito es evitar inundar el mercado con demasiadas acciones nuevas que puedan hacer caer su precio y mostrar la continuidad de su apoyo a la compañía. El momento elegido por Thiel fue particularmente inestable porque Facebook ya había caído 50 por ciento desde la OPI.

“Con la ventaja que proporciona una mirada retrospectiva, se podría decir que los colocadores probablemente se arrepintieron de la temprana liberación de las acciones”, dijo Ted Hollifield, socio de Alston Bird LLP en Menlo Park, California, y especialista en capital riesgo. “La acción todavía parece estar buscando una banda de fluctuación e idealmente a uno le gustaría ver que eso ocurre antes de que haya más presión para vender”.

Facebook ayer subió 1,5 por ciento a US$19,44 en la Bolsa de Valores Nasdaq. Las acciones perdieron 49 por ciento desde que se vendieron por primera vez a US$38 cada una el 17 de mayo. La compañía en julio anunció que el crecimiento de las ventas se había frenado y que sus márgenes de ganancias se habían reducido, dos meses después de decir a los inversores que el crecimiento de los ingresos no iba al ritmo del crecimiento de los usuarios de dispositivos móviles en momentos en que aumentaba la adopción de ese tipo de aparatos.

Uno de los primeros inversores

Thiel invirtió por primera vez US$500.000 en Facebook en 2004, cuando el sitio web se limitaba a estudiantes universitarios, época que quedó reflejada en la película “La red social”, historia de ficción sobre el nacimiento de la compañía. Thiel ganó más de US$1.000 millones con sus primeras apuestas a Facebook y en el momento de la OPI implementó el plan de vender la mayor parte de su participación cuando venciera el plazo de inmovilización.

Los miembros del directorio adoptan planes de venta en parte para evitar las acusaciones de que hacen uso de información privilegiada en sus negociaciones. Sin embargo, es sorprendente que un inversor y miembro del directorio elabore un plan que implique vender tal cantidad de acciones tan rápidamente, explicó Sam Hamadeh, máximo responsable ejecutivo de PrivCo LLC, firma de investigación de Nueva York que se especializa en datos financieros de las compañías que no cotizan en bolsa.

Aun cuando Thiel venda sus acciones de Facebook para centrarse más en invertir en empresas que recién se inician, la dimensión de la operación despierta cierta preocupación, dijo Martin Pyykkonen, analista de acciones que se ocupa de las compañías de Internet en Wedge Partners Corp. de Greenwood Village, Colorado. “Esto provoca un poquito de escepticismo en cuanto a su opinión” sobre Facebook, señaló Pyykkonen. “Hizo algunas inversiones inteligentes como capitalista de riesgo y hombre de Silicon Valley a través de los años. Su opinión sobre esto sería creíble”.

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