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Hollande amenaza con nacionalizar una de las plantas de Mittal


El presidente François Hollande le presentó al máximo responsable ejecutivo de ArcelorMittal Lakshmi Mittal distintas opciones para salvar los puestos de trabajo en una planta francesa del mayor fabricante de acero del mundo, sin retirar de la mesa la nacionalización.

Hollande, que ayer se reunió con Mittal durante una hora en el palacio presidencial del Elíseo en París, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que le había pedido a Mittal que continuara las conversaciones con el gobierno hasta el 1 de diciembre, último plazo que se le dio a la compañía para encontrar un comprador para la planta de Florange en el noreste de Francia. El comunicado no precisa qué opciones se analizaron.

“Queremos garantizar la continuidad del funcionamiento de la planta”, declaró Hollande en una conferencia de prensa celebrada antes de la reunión con Mittal, añadiendo que su nacionalización “será parte de las conversaciones. Eso se refiere a la planta en sí, por supuesto, no a todo el grupo”.

El ministro de Industria de Francia Arnaud Montebourg, que fue el primero en plantear la posibilidad de la nacionalización, provocó una ola de indignación cuando le dijo al diario Les Echos el 26 de noviembre que “ya no queremos a Mittal en Francia”. Montebourg acusó al máximo responsable ejecutivo indio de no cumplir su palabra de proteger los puestos de trabajo y señaló que las instalaciones de la compañía en Florange debían estar bajo el control temporal del Estado.

“Los comentarios de Montebourg sobre Mittal no son lo que habitualmente se oye de boca de un ministro”, expresó Yves Marcais, operador de venta de acciones de Global Equities en París. “La palabra nacionalización no se usa en Francia desde que lo hizo el ex presidente François Mitterrand a comienzos de los años 80. La legitimidad aquí es que hay empleos que quieren salvar”.

Mittal ‘consternado’

La familia de Mittal declaró a Le Monde que estaba “sumamente consternada” por los comentarios de Montebourg. Ayer en Nueva Delhi, el alcalde de Londres Boris Johnson les dijo a los hombres de negocios de India, “si Francia no los quiere, Gran Bretaña sí”, informó The Telegraph.

El magnate del acero de 62 años, que vive en Londres, compró Arcelor SA a través de una oferta hostil en 2006, luego de prometer no eliminar empleos y no trasladar o reducir las inversiones. El ex presidente Nicolas Sarkozy aprobó la operación. ArcelorMittal, con sede en Luxemburgo, ahora quiere cerrar los altos hornos de la planta y eliminar más de 600 empleos, aduciendo una caída de la actividad en la industria del acero.

Las acciones de ArcelorMittal descendieron casi 19 por ciento este año.

Aunque Montebourg bajó el tono de sus comentarios diciendo que sólo se oponía al “método de Mittal” de no cumplir con los compromisos que asumió con Francia, sus palabras son la primera señal de que el gobierno exigirá a las compañías industriales respetar los compromisos adquiridos en materia de empleo e inversiones de largo plazo, explicó Karine Berger, legisladora del Partido Socialista de Hollande.

“Mittal es un símbolo”, expresó Berger en una entrevista. “Es un símbolo del fracaso de las políticas de Sarkozy y una señal de que un ministro de industria puede intervenir. Habría sido mejor vender Arcelor a los europeos”.

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