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Cuestionamientos a estrategia de la defensa en el caso de Nabila Rifo ¿Qué dicen los abogados? Destacado

Cuestionamientos a estrategia de la defensa en el caso de Nabila Rifo ¿Qué dicen los abogados?

Loreto Santibáñez
Por : Loreto Santibáñez Editora de Agenda País y Revista Jengibre. Periodista PUC con experiencia en prensa escrita, radio y TV, tanto en Chile como en el extranjero.
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La defensa de Mauricio Ortega, ex pareja de Nabila Rifo, preguntó sobre la vida íntima de la víctima y cuestionó las distintas versiones que ha entregado sobre su atacante.


Este jueves declaró Nabila Rifo sobre el brutal ataque que recibió en mayo del año pasado. Y además de señalar directamente que el agresor fue su ex pareja Mauricio Ortega, llamaron la atención algunas preguntas de la defensa, que fueron cuestionadas no sólo en redes sociales si no por la propia víctima.

En varias oportunidades, la mujer tuvo que responder sobre su vida sexual y las relaciones amorosas que mantenía antes de la agresión en la que perdió sus ojos. «¿Qué tiene que ver mi vida sexual con lo que me ha pasado?», preguntó la misma Nabila sin entender lo que buscaba la defensa que, además, le haría repetir sus primeras declaraciones donde señalaba a otra persona como culpable, pese a que ella insistió en que lo había inventado para proteger a su ex pareja.

¿Cuál era la estrategia de la defensa? Hablamos con tres abogados para que nos explicaran lo que se ha visto públicamente en el Tribunal Oral Penal de Coyhaique.

Juan Pablo Sánchez, abogado de derecho penal, indica que aunque desconoce la carpeta investigativa del caso cree que la defensa ha hecho preguntas que a la gente pueden sorprender, pero que sí puede realizar. «La defensa puede preguntar lo que quiera ya que es la fiscalía la que debe objetar si las preguntas son pertinentes o no. El juez determina si las preguntas de la defensa son atingentes al juicio, pero son preguntas legítimas en cuanto Nabila aceptó ser testigo», indica.

Distinta es la versión de Silvana del Valle, abogada de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, organismo que ha acompañado a la víctima en el proceso. «Lamentablemente ha existido de parte de la defensa una estrategia comunicacional que ha llevado a cuestionar la vida personal de Nabila. Existen dos juicios, uno jurídico y uno social y comunicacional. En el primero hay un imputado que es Mauricio Ortega, pero en el segundo, la acusada es Nabila Rifo», señala.

Aunque no se ha planteado directamente durante el juicio oral, la defensa ha buscado establecer que hay otra persona que pudo haber sido el agresor. «Han intentado darle fuerza a su teoría, pero han traspasado la teoría del caso con sus preguntas y con las declaraciones a la prensa, dejando entrever que Nabila no es una ‘víctima inocente’. Y lamentablemente parte de la ciudadanía se queda con esa versión porque no ve los desmentidos», asegura del Valle.

Para el abogado Sánchez, es comprensible la estrategia de la defensa de agregar a un tercero. «Al haber duda razonable no se puede declarar al imputado como culpable», manifiesta.

Por su parte, Alicia Herrera, abogada de familia, cree que «en este caso se ha dado importancia a la vida personal de Nabila para desviar la atención del tema central que son las lesiones graves que sufrió. La defensa lo está haciendo para convencer al tribunal que ella estaba tan fuera de sí que ni siquiera recuerda a su agresor».

«El problema es que pese a que una mujer fue torturada y agredida físicamente, es condenada ella más que el agresor», agrega Herrera.

«Son cosas que se viven normalmente en tribunales. Lo que hace la defensa es buscar la contradicción, por eso hace preguntas cerradas. Es la fiscalía la que hace preguntas más abiertas para que el testigo se explaye», puntualiza Sánchez.

«El defensor busca que Nabila se desdiga más de una vez», señala por su parte del Valle.»El defensor insistía en que al principio no había culpado a Mauricio Ortega, sabiendo que por temor o por presiones ella dio esa declaración. Sin embargo, desde que Nabila supo que ya no tenía que tener miedo, nunca más se retractó. Las víctimas de violencia contra la mujer normalmente tienen este tipo de reacciones de proteger a su agresor», agrega.

«El defensor se escuda en que son preguntas de contexto, pero no queda claro el contexto de qué. Hay muchas pruebas que sitúan a Mauricio Ortega en el lugar. Además, el juez no ha sido firme en rechazar preguntas impertinetes», asegura del Valle.

Crítica a la que se suma Sánchez: «Hay varias aspectos del juicio que me llaman la atención, partiendo porque el fiscal tutee a la víctima. También creo que el magistrado parece no estar muy preparado para llevar a cabo este juicio oral, porque tiene que recurrir constantemente a los otros miembros del tribunal», asegura.

¿Qué pasa con la protección a la víctima?

Los tres abogados coinciden en que Nabila no ha tenido la protección que necesita como víctima.

«Ése es un problema de nuestro sistema que hace que las mujeres, u otras víctimas de delitos -como menores de edad-, tengan que pasar por varias etapas que hace que se revictimice muchas veces, porque tienen que declarar en muchas ocasiones», indica el abogado penal.

Sánchez explica que en otros países se graba el testimonio de la víctima y ese registro se puede usar en las distintas etapas del juicio, pero nuestro sistema no lo permite. Aún cuando, por ejemplo, en el Servicio Médico Legal se graba, los tribunales chilenos no permiten presentar esa grabación como prueba, si no que el testigo debe presentarse físicamente a declarar.

La abogada Herrera apunta a la señal que se está mandando en un juicio tan público: «Debe hacerse justicia, ya que de eso depende que esto no se repita y que las víctimas quieran denunciar y no verse expuestas socialmente. Hemos perdido la empatía, todos esperan que otro haga algo por no verse involucrado, sin embargo, no hacer ni decir nada nos empobrece como sociedad», señala.

«Lo central aquí es que una mujer perdió sus esperanzas, que su vida está expuesta socialmente. Lo central es la justicia y que nunca más una mujer pase de ser víctima a victimaria», agrega.

A su vez, la abogada de la Red Chilena contra la Violencia hacia las mujeres considera que se han transgredido convenios internacionales en este juicio. «Sentimos que en la actividad jurídica ha infringido normas  sobre la protección a mujeres víctimas de violencia. Los peritos, los jueces, los fiscales, los defensores, todos los actores defensores deberían seguir las convenciones internacionales que Chile ha ratificado (como Belém do Pará y Cedaw)  donde hay artículos específicos que protegen a la mujer que es víctima de violencia».

«Todo esto lo estamos viendo en un juicio súper público, pero queda claro que en los casos que no tienen exposición mediática pasa lo mismo. Sabemos que los actores jurídicos no están preparados porque terminan acusando o atacando a las víctimas en vez de protegerlas», enfatiza.

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