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La paradójica historia de la panty

Por siempre se ha asociado las panties como un accesorio para las mujeres. Sin embargo, fueron los hombres quienes comenzaron a popularizar esta prenda que, con los años, ha evolucionado tanto en diseño como en tecnología.


El uso de las panties se remonta hace unos 2.200 años cuando en Mesopotamia su uso era exclusivo de los soldados para protegerse del frio en invierno. Los materiales eran exclusivamente de lana y algodón. Luego, con los años, los hombres de la antigua Europa competían entre sí para ostentar los mejores materiales y así completar el atuendo que consistía en un estilo de calzones que llegaban sólo a los muslos. Los nobles tenían un promedio de ocho pares al menos, lo que significaba señal de riqueza y poderío.

Fue hasta el siglo 18 que las mejoras de la técnica de construcción permitieron crear tejidos más delicados, abriendo la posibilidad de que las mujeres ocuparan las panties para cubrir sus piernas con telas gruesas y de colores oscuros por considerar escandaloso mostrar piel bajo las faldas.

Tras la Primera Guerra Mundial hubo una revolución en el comportamiento social y las mujeres comenzaron a mostrar los tobillos y parte de las pantorrillas. Fue así que las panties comenzaron a destacar como accesorio con más colores. Pero no fue hasta la década del 1935 que DuPont inventó las medias de nylon llamadas “seda sintética” con el argumento de que no se romperían y a un precio mucho más conveniente. En pocos días se vendieron más de 4 millones y fue así como el uso de las panties comenzó a popularizarse y a transformarse en uno de los accesorios más fundamentales del clóset de las mujeres.

Y para estos días fríos, la tecnología y la variedad en el uso de las texturas también han avanzado, ahora contamos con panties de angora, una de las fibras animales más sedosas, ligeras y cálidas. La lana de angora es muy suave al tacto, absorbe bien el agua y se seca fácilmente. Las telas de angora son ideales para ropa térmica y para personas que sufren de artritis y alergias a la lana. Su alto poder de aislación a la temperatura, permite que abrigue diez veces más que la lana de oveja.

Tanto ha aumentado la tecnología en la confección de este producto, que Caffarena cuenta con avances que pueden ayudar estéticamente ya sea con efecto push up o disminuyendo la piel de naranja, como así también beneficiar la salud ayudando para el tratamiento de varices.

Sin duda, una de las grandes preocupaciones de las mujeres, es que el punto de sus panties se corra. En ese sentido ahora hay una panty, Punto Stop, más resistente cuyo principal beneficio es que ante cualquier enganche o agujero el punto de la panty no se corre, dando seguridad por todo el día.

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