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¿Qué es la ideología de género? ¿Existe el concepto que separó a Marcela Aranda y a su hija? Debate social

¿Qué es la ideología de género? ¿Existe el concepto que separó a Marcela Aranda y a su hija?

La vocera del Bus de la Liberta o Bus del Odio se ha paseado por Chile dando charlas de lo que ella llama ideología de género, un concepto que se utiliza para aglutinar varias teorías liberales, desde el feminismo hasta lo queer. Hicimos una búsqueda y esto fue lo que encontramos.


En noviembre de 2016, se desarrolló en Talca el seminario ¿De qué Género me Hablas? Ideología de Género, la nueva teoría progre, implicancias en el Ser Humano, la Familia y la Sociedad. A cargo de dictarlo estaban Andrea Balbontín y Marcela Aranda, una de las mayores detractoras de lo que ella llama así, ideología de género, portavoz del grupo cristiano que trajo el Bus de Libertad (también conocido como bus del odio), el cual generó el caos por donde pasó; y quien esta semana ha saltado a la palestra tras conocerse la historia de Carla González Aranda, mujer trans de 19 años, su hija.

«La Palabra dice que Dios vino a sacar a la luz las obras del diablo. Eso es lo que hacemos, ir y deconstruir esta ideología e influimos en las leyes, artículo por artículo, inciso por inciso», dijo la propia Aranda en una entrevista que dio en enero de este año a Espiritual Televisión.

Lo que ha llamado tanto la atención de la opinión pública, es que todo esta incitación al odio, su férrea negación a la existencia de la perspectiva de género, de la diversidad sexual y, sobre todo, del concepto de identidad de género, se produce mientras su hija transitaba de ser un él a ser un ella incluso en su carnet de identidad. «Con ella no tengo contacto desde hace unos tres años, no recuerdo cuándo fue la última vez que hablamos», dijo Carla sobre su madre en conferencia de prensa. «Mi mamá es mi progenitora, pero no la considero mi familia», expresó.

No se metan con mis hijos

Es casi absurdo. Buscar información sobre ideología de género es para para quedar igual. Se encuentran artículos que se llaman La Ideología de Género SÍ Existe y otros que ostentan un La Ideología de Género no Existe. Así de rotundos los títulos.

Para sus seguidores, los mismos que este año gritaban «No se metan con mis hijos», la ideología de género es es «la doctrina según la cual las diferencias entre los machos y las hembras del género humano no son producidas biológicamente, sino socialmente. Esta negación flagrante del sentido común más elemental es promovida por los movimientos igualitaristas, feministas y homosexualistas como si se tratase de un dogma, por lo que para ellos su verdad no puede ser cuestionada: aquel que critica a la teoría del género suele ser tildado de «ignorante», y calificado automáticamente de «machista» y «homófobo» para ser estigmatizado». Esta definición está tomada textual de la Metapedia, la enciclopedia alternativa, pero que es un buen resumen de lo que se puede leer en numerosos sitios de carácter cristiano.

Pero ¿realmente existe o es otro invento de los fundamentalistas para impulsar su agenda? Lo mejor es empezar con qué es ideología. Se puede definir de forma más o menos sencilla en el contexto que nos atañe: ideología es el conjunto de principios que dan forma a una visión del mundo en términos políticos y moldean el comportamiento de quienes se identifiquen con esa corriente de pensamiento. Partiendo de esta definición, podemos afirmar que todo el mundo tiene una ideología, por más que muchos aseguren no tenerla o que se autodenominen «apolíticos».

Ahora definamos género. Esta palabra se popularizó con el movimiento feminista de los años setenta, a partir de los estudios sexológicos de John Money, uno de los primeros en señalar la diferencia entre sexo biológico (pene o vagina) y rol de género (cómo aprendemos que debemos comportarnos según lo que llevamos entre las piernas). Para las feministas radicales, el género es opresivo porque establece roles concretos para hombres y para mujeres, donde los hombres son dominantes y las mujeres son subordinadas, y es ahí donde se fundamenta la violencia de género, la violencia contra las mujeres.

Más adelante, a inicios de los noventa, resurge fortalecida otra corriente del movimiento feminista, llamada la tercera ola, posmoderna o liberal. Entre sus figuras más importantes, quizás la más conocida es Judith Butler, precursora de la teoría queer, que sostiene que la opresión está en que sólo existan dos géneros, en vez de una multiplicidad que tiene que ver con la diversidad del ser humano. Radicales = el género es opresivo porque uno domina sobre el otro; liberales = el género es opresivo por su binarismo, o sea, porque la sociedad sólo admite dos.

Intentando unir estos dos conceptos, podríamos decir que la ideología de género se usaría para definir aquellos que creen en un concepto más liberal de la sociedad, que busca la emancipación de la mujer y acepta la diversidad sexual del ser humano, sacando la genitalidad como definición de quiénes somos.  Pero la verdad es que no hay ningún estudio serio que defina la Ideología de Género. No está en ninguna enciclopedia, en ninguna biblioteca, librería, ni siquiera en la Wikipedia.

La ideología de género es un mero nombre inventado para aglutinar un montón de teorías y autores a menudo contradictorios entre sí, pero que comparten una sola característica: no les gustan demasiado a las personas de mentalidad poco liberal y que, por tanto, se sienten amenazadas por los extraordinarios cambios que caracterizan a nuestra sociedad en los últimos tiempos. Nadie utiliza ideología de género de modo neutral o académico. Y, naturalmente, tampoco nadie la utiliza para hablar bien del otro. Es un mero término despreciativo creado para expresar que hay algo que te molesta mucho. Como cuando Aranda y Balbontín dieron ese seminario en Talca. Ambas expositoras hicieron duros comentarios respecto de la identidad de género y de cómo -a su juicio- el Estado buscaba un “adoctrinamiento de múltiples orientaciones sexuales” para “destruir el sexo biológico”. Iguales debió salir a desmentir esas afirmaciones y explicar que no estaban tampoco contenidas en el proyecto de ley. “No sé qué proyecto de ley habrán leído las expositoras. Es abrumadora la falta de rigor. En el texto se establece que todas las personas trans de menos de 18 años que quieran adecuar sus documentos de identidad deben hacerlo en conjunto con sus padres y el juez de familia decide si se les otorga el cambio. Sólo cuando tienen más de 14 y ambos progenitores están de acuerdo pueden hacerlo en el Registro Civil”, señaló Luis Larraín, entonces presidente de la fundación.

Lamentablemente, podríamos decir que a Marcela Aranda no le gustó mucho que su hija, con quien no habla hace tres años, se haya sentado en una oficina del Movilh para hablar sobre su petición formal del cambio de género masculino a femenino en su carnet de identidad. «Él NO es un producto de propaganda, sus procesos, como los de cualquiera, merecen un respeto. Él es mi hijo, como lo podría ser de cualquier madre. Seguiré orando, como cada día, por él, su vida y su corazón. Es amado sin condiciones y lo será siempre contra viento y marea. Y sabemos que ese Amor lo alcanzará en algún momento. No claudicaremos en el propósito al cual fuimos llamados. Y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que estas prácticas de manipulación y utilización irresponsables y egoístas no le sucedan a ninguna madre, ningún padre, familia y a ningún niño en Chile», expresó en una carta Aranda, la mayor detractora de la «ideología de género».

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