Publicidad
“Me identifiqué con ellas”: lo que siente una víctima de abuso al leer sobre los casos de Hollywood Yo opino

“Me identifiqué con ellas”: lo que siente una víctima de abuso al leer sobre los casos de Hollywood

Paula Jorquera
Por : Paula Jorquera Paula Jorquera es ariqueña, mamá, cuentacuentos, escritora y profesora de historia. Ama su norte y el mundo ancestral. En twitter es @paberjoli
Ver Más


No quería terminar el año sin escribir sobre todos los acontecimientos que han pasado, los que tienen que ver con los abusos y violaciones en el mundo del cine, del espectáculo y la fama. Es que eso me toca a mí muy profundamente y lo digo por todas a las que le han tocado historias que no tienen lógica ni sentido. Todas aquellas que se identifican conmigo se sintieron culpables y vivieron y van a vivir con esa culpa para el resto de sus días; algunos días en menor medida que otro, pero presente y conviviendo con nosotras. En mi caso, ya casi logro controlar toda esa culpa que me intimidó durante mucho tiempo.

Para nadie es fácil ocultar el abuso de alguien, sentirse pisoteados y pasados a llevar y seguir como si nada, en secreto, con tus emociones guardadas en un lugar de tu mundo interior, tratas de escapar de esas voces que te tratan de perra, de maraca, de sucia y que con el tiempo se vuelven más fuertes aún. Y con todo eso tienes que lidiar sin decirle a nadie lo que te pasa, ni siquiera a tu mejor amiga, porque uno siempre piensa que nadie te va a creer. Por eso, visualizo a aquellas mujeres que pararon todo esto en sus mentes ya quebradas por la sensación de violencia y maltrato, y dijeron su verdad: que un productor, tan valorado y prestigioso como Harvey Weinstein, fuera su peor pesadilla.

No puedo evitar sentir respeto y orgullo por esas mujeres que dieron la cara, que comenzaron a hablar, a reconocer lo que les había pasado, dándose valor para enfrentar que el atacante, muy suelto de cuerpo, dijera que fue consensuado, que él jamás las obligó, que eso no pasó como ellas dicen y todas las excusas que puedan existir en el mundo. Pero la verdad la tienen ellas, la tenemos nosotras, frente a una violación o un abuso no hay partes parciales, no es que ella lo sedujo, no es que ella fue sabiendo a qué iba. Es uno por encima del otro sin justificación alguna.

Con el tiempo, uno trata de verse normal, de vivir una vida normal, de dejar de pensar en la situación una y otra vez. En algunos casos, pedimos ayuda y cuando llega la ayuda, la contención y el apoyo uno se siente mejor, se acepta como es y se da cuenta que aquí el que fue insensible no fuiste tú, fue el agresor que se olvidó de todo por el solo placer de sentir que es superior a alguien. Lamentablemente la mayoría de las veces somos las mujeres las que sufrimos de abusos y violaciones, pero tampoco es menor el número de hombres que también las sufren. Todos buscamos ayuda en algún momento, quizás en el peor, cuando ya te atacas físicamente o atentas contra tu cuerpo porque no soportas más callar y sentirte una basura, o antes cuando te das cuenta que lo que el otro te hizo se llama abusar. En mayor o menor medida, todos queremos la ayuda de alguien, una persona, un profesional de la salud, etc. Algunas personas tienen suerte y logran mejorar sus vidas y salir adelante y mirar a los ojos sin sentir miedo.

[cita tipo=»destaque»] Me identifiqué con ellas, con salir a la luz, con decir que él fue, él lo hizo y tengan cuidado con él y hacer lo imposible por sentir que la justicia hace algo por parar a este personaje. [/cita]

Estas actrices se levantaron un día y dijeron eso: ayuda, auxilio y por otro lado escuchaban lo mismo, hasta que se encontraron y potenciaron sus fuerzas para salir adelante. Salieron de sus madrigueras oscuras y lodosas para ver a la luz y contar su experiencia y por otro lado seguían levantándose muchas más por aquí por allá y créanme que eso me hizo sentir bien.

Me identifiqué con ellas, con salir a la luz, con decir que él fue, él lo hizo y tengan cuidado con él y hacer lo imposible por sentir que la justicia hace algo por parar a este personaje. Estoy segura que todos los días somos muchas las que salimos a la luz, que dejan atrás las culpas y quieren seguir sus vidas con entera libertad por fuera y por dentro.

Vienen a mi mente los recuerdos de mi propio proceso de sanación y en ambas situaciones coincido en la misma afirmación: el abuso está muy normalizado en la sociedad. Eso me duele, me duele porque cuando yo les conté a las mujeres de mi familia lo que me había pasado, ellas habían vivido situación similares, amigas, conocidas, creo que la gran mayoría, tuvieron una experiencia de abuso o violación, eso es grave.

Es grave saber que esto está pasando y sigue pasando, hay personas que realmente no pueden con sus culpas, miedos y frustraciones por lo que les pasó y simplemente renuncian a sus vidas o no florecen por culpa de otra persona que les quitó inocencia, que les provocó terror, que las hizo sentirse inseguras.

Ahora, con un peso menos encima, ellas no tienen vergüenza en decir lo que les pasó, es más, quieren que muchas más hagan lo mismo, que se pongan de pie y sigan su ejemplo. Y no han parado, en redes sociales muchas se han pronunciado y se han sabido de muchos más casos de famosas y yo me pregunto: Cuántas más como nosotras están ahora moviendo un pie y el otro para decir #Yotambién, no solo en redes sociales, también con sus amigas, hermanas, madres.

Espero que seamos más las que nos apoyemos, las que digamos, yo también pasé por un abuso o una violación y aquí estoy, sobreviví. Queriendo crear un mundo mejor, queriendo parar la normalización del abuso dentro de todos los escenarios que existen: dentro de la familia, en un grupo de primos, en el colegio, en el trabajo, con los amigos e incluso en el espectáculo. Al final, si no nos levantamos nosotras y cambiamos las cosas, esto seguirá pasando sin respetar ningún espacio social. Todo esto, me sirve para darme cuenta que hay una cierta coincidencia en cómo nos sentimos las mujeres al enfrentarnos a nuestros monstruos, por eso creo que existe la sororidad para darnos cuenta que podemos apoyarnos y entendernos sin importar el lugar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias