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Marcela Aranda no reconoce a su hija trans: «No estoy luchando contra él, estoy luchando por él» Acusa que estaría siendo manipulado

Marcela Aranda no reconoce a su hija trans: «No estoy luchando contra él, estoy luchando por él»

Marcela Aranda apareció en un programa de TV para contar por qué está en contra de la Ley de Identidad de Género a pesar de tener una hija trans.


Hasta el matinal de CHV llegó Marcela Aranda, la polémica vocera del llamado Bus de la Libertad quien la semana pasada expuso ante la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados en la discusión de la Ley de Identidad de Género.

Su caso también ha dado que hablar luego de que su hija Carla González diera una conferencia de prensa para contar que era una persona trans que había iniciado su proceso de cambio de género y de nombre registral, además de asegurar que no veía hace años a su madre.

Aranda durante el programa habló de cómo ha sido su proceso como madre. Insistió en llamar a su hija por su nombre de nacimiento a pesar de que haya manifestado públicamente su identidad de género como mujer.

«Él jamás manifestó una condición ni siquiera como afeminada que tu podrías decir tiene una tendencia. Para nada. Nada, nada», sostuvo y explicó que guardaba fotografías e informes sicológicos de su hija que probaban que no tenía conflictos con su identidad en el momento en que Aranda inició su trámite de divorcio.

También explicó -sin dar detalles- de que su disforia de género es producto de su historia familiar.

«Los papás somos responsables de nuestros hijos», señaló para explicar por qué está en contra de la decisión de su hija. «Si yo tengo un hijo que tiene diabetes no le voy a permitir que coma una torta entera. Esto no es distinto», agregó.

Este los argumentos de Aranda para estar en contra de la Ley de Identidad de Género está en que, según ella, más del 93% de los niños que manifiestan cambio de sexo revierten con el tiempo. También alegó por las cifras en Inglaterra donde han aumenta 1000% las cifras de cambio de género en menores.

Lo que no explicó, por cierto, es que por ejemplo cuando en 2009 en ese país se atendieron en la salud pública a 97 niños o a 139 en 2010, no entraba en vigencia la ley que bajó la edad para iniciar un tratamiento desde los 9 años para retrasar la pubertad, lo que llevó a que en 2015 acudieran al tratamiento 1.013 niños.

Aranda manifestó que «hay un tema de creencias también que no puede ser obviado».

También afirmó que «hay una industria detrás de esto» en cuanto al costo de los tratamientos hormonales.

En cuanto a las declaraciones de su hija, se manifestó preocupada porque «mintió» ya que nadie la había echado de la casa y «no había falta de amor», y explicó que no se veían desde el 8 de noviembre del 2016.

«Él es un hombre adulto que puede tomar la decisión. Pero yo conozco a mi hijo», sostuvo.

Ademas dijo que el Movilh contactó a Carla el día que llego el Bus de la Libertad, luego de que publicara en sus redes que era contraria a esa iniciativa.

«No estoy luchando contra él, estoy luchando por él (ella)», sostuvo y aclaró que «antes de ser dirigente o madre lo que sustenta mi vida es la fe».

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