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Julio Iglesias en la mira: sus ex coristas dicen que hoy estaría en la cárcel y aseguran que escapa de nueva petición de ADN

Julio Iglesias en la mira: sus ex coristas dicen que hoy estaría en la cárcel y aseguran que escapa de nueva petición de ADN

Las trillizas revelaron detalles de la gira que compartieron con el cantante español a fines de los años 70 y aseguraron que luego de que él besara y tocara a sus fans, “las seguidoras, muertas con él, hacían cola“. Además, le exigen una nueva prueba de ADN y no lo encuentran para notificarlo.


Los nombres de María Laura, María Emilia y María Eugenia, las Trillizas de Oro, fue muy conocido en gran parte de Latinoamérica, y sobre todo en Argentina, a fines de los 70. También se dieron a conocer en Europa, gracias a ser -en ese entonces- las coristas del cantante español, Julio Iglesias.

Y mientras en el resto del continente se les asocia al artista que se jacta de haber tenido tres mil amantes, para nuestros vecinos de allende Los Andes siguen vigentes y esperan su debut en un nuevo programa mañana.

En ese contexto llegaron al programa radial Falta de Respeto y dieron declaraciones que están dando la vuelta al mundo.

«Hoy estaría en la cárcel, Julio Iglesias, porque no solamente se le acercaban, o él se acercaba a las mujeres, sino que las tocaba. Les daba besos en la boca a todas. Hoy, estaría con cadena perpetua», afirmó María Eugenia, refiriéndose a la relación que el cantante establecía con sus fans.

«Las seguidoras muertas con él, hacían cola», agregó María Laura. Las tres, sin embargo, aclararon que aquellos eran otros tiempos, con otros códigos de conducta.

«Era un maestro. Este señor sigue siendo un genio», explicó María Emilia, y María Eugenia agregó: «No tenía ego. Vos veías lo que era la gente con él y él con la gente, y era maravilloso».

Cuando se les preguntó si con ellas tenía el mismo comportamiento, aclararon: «Nunca pudo porque estábamos rodeadas por mamá, papá, Lalo, nuestro representante; pobre tipo, no podía ni mirarnos. Teníamos 18 y él 37. En esa época no éramos fanáticas, entonces eso te ayuda a ser cómplice. Él nos trataba como sus niñas».

Pero no todas las mujeres que lo rodeaban habrían corrido la misma suerte. Según María Emilia, algunas «golpeaban la puerta -de la habitación del cantante- y preguntaban: ‘¿Terminaste? ¡me toca a mí!‘. No podemos dar nombres. Están todas vivas», aseguró entre risas.

María Laura, en tanto, aportó otro detalle: «Las nuevas subían por la escalera y las otras, bajaban por el ascensor. Salía una de la habitación y entraba otra, y no se cruzaban».

Tras el ADN de Julio

Pero eso no es todo. Iglesias, quien promocionó en todo el mundo a Punta Cana, en República Dominicana, donde vivió durante muchos años, ha vendido casi todas sus propiedades en ese país para partir a Panamá. Aseguran que se muda a una de las áreas más chic y que su dinero estará en los bancos de allá, un paraíso fiscal.

¿Y por qué? Pues posiblemente porque está huyendo de tener que pagarle a su alegado hijo, Javier Sánchez, el dinero que nunca le ha dado. Este lleva años tratando de demostrar que es hijo del cantante y asegura que la prueba de ADN fue positiva.

Javier tiene 41 años. Unos investigadores buscaron en la basura de la residencia de Julio Iglesias en Indian Creek, en la Florida, e hicieron la prueba de ADN con material allí encontrado y alegan que el resultado confirmaba en un 99.9% que Javier es su hijo.

Un juzgado español pidió una nueva prueba de ADN con la certificación de un laboratorio escogido por ellos. Esta semana, los abogados fueron a emplazar a Julio en su residencia en España, pero éste no apareció y sus empleados no aceptaron recibir el documento. Durante más de 12 horas se quedaron esperando que alguien recibiera el emplazamiento. Los reporteros estaban atentos, por lo que Julio podía ver en su televisor los que lo estaban esperando.

Ahora los abogados de Javier Sánchez solicitaron que el juez autorice un edicto público para que Julio se entere que debe realizarse la prueba de ADN. Pero mientras más tiempo pase más difícil será saber dónde está el dinero de la venta de las propiedades y menos dinero le tocaría a Javier, si finalmente se demuestra lo que él dice, que es el hijo del intérprete de Soy un Truhán, Soy un Señor.

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