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Kate Moss está en Chile: vida y obra de la modelo rebelde de los 90’s que hoy disfruta de la magia de San Pedro con su hija Vino a inaugurar exposición al Museo de la Moda

Kate Moss está en Chile: vida y obra de la modelo rebelde de los 90’s que hoy disfruta de la magia de San Pedro con su hija

Estos días ha salido junto a la quinceañera Lila Grace a recorrer los hermosos alrededores de la ciudad norteña, que incluyen desierto, geiseres y termas. Es que la súper modelo, famosa en su momento por los excesos y los escándalos, hoy lleva una vida más apacible y prefirió llegar antes a nuestro país, al que fue invitada para inaugurar una muestra en el Museo de la Moda, y así conocer nuestras bellezas.


Quienes la han visto en San Pedro de Atacama quedan impactados por su belleza. Kate Moss, ícono de las súper modelos de mediados de los 90’s, talentosa, singular, de baja estatura y pocas curvas, es más linda de lo que se ve en las fotos. “Es más hermosa que en los 90 y su hija es preciosa”, comenta alguien que logró acercarse a esta mujer que decidió llegar antes a nuestro país para conocer sus atractivos turísticos.

Fue el pasado 4 de abril cuando pisó suelo chileno con el objetivo de conocer algunos sitios de interés, incluida La Sebastiana, una de las casas del poeta Pablo Neruda, y para inaugurar el martes próximo una exposición en el Museo de la Moda.

«Estoy muy contenta de estar por primera vez en Chile», dijo en la ocasión al vespertino La Segunda la famosa modelo, que viaja acompañada de su hija Lila Grace, señalada como su heredera en las pasarelas, y salió cargada con siete maletas del aeropuerto de Santiago. «Me han dicho que es un país muy bello y tengo muchas ganas de conocerlo», añadió Moss, quien viajó directamente al puerto de Valparaíso, donde se la vio pasear por el Cerro Alegre, recorrer una feria de abastos y conversar con vecinos.

Incluso tocó el timbre de una casa para pedir que movieran un vehículo que bloqueaba la calle y charló amistosamente con la familia.

El fin de semana, según los organizadores de su visita, estuvo en Zapallar. Y en Santiago, reservó una habitación en un hotel del barrio Lastarria, considerado un sector patrimonial de la capital chilena y con una amplia oferta de bares, restaurantes y otros sitios de diversión.

El motivo principal de su visita se cumplirá el martes, cuando será la anfitriona en el Museo de la Moda de la inauguración de una exposición que rescata el aporte y valor de dos épocas, una que abarca desde 1891 a 1918 y la actual (1989-2018).

La modelo donará uno de sus vestidos y será nombrada embajadora del museo. La prensa de farándula ha comentado que también ha preguntado por diseñadores locales para vestir alguna de sus creaciones en los eventos en que estará presente.

Pero ¿quién es esta mujer que deja una ola de comentario por donde pasa?

Katherine Ann Moss tenía 14 años cuando fue descubierta por una cazatalentos de una agencia de modelos en el aeropuerto internacional John F. Kennedy. La adolescente inglesa, nacida en Londres en 1974, tenía 14 años y su cuerpo no era particularmente despampanante. Sin embargo, fue contratada de inmediato para aparecer en varios avisos publicitarios.

 

Con tan solo 15 años, Kate Moss debutó en la Semana de la Moda de Londres de la mano del diseñador John Galliano, con quien entabló una linda amistad. Un año después, en 1990, nuevamente de la mano del diseñador gibralteño, se produjo su estreno en París.

Pero fue en 1992, que se daría a conocer mundialmente como una supermodelo luego que la prestigiosa firma Calvin Klein la seleccionara como modelo para su línea de perfumes, transformándose con el paso del tiempo en una especie de musa de esta conocida firma. A contar de ese momento, su carrera entró en tierra derecha, siendo contratada por otras prestigiosas marcas como Gucci, Versace, Dolce & Gabbana, Chanel, Misson, Chloé, Prada y Vivienne Westwood. Así, mientras se transformaba en portada de las más prestigiosas revistas de moda, también fue convocada para protagonizar vídeos musicales y películas.

Estaba lejos de los cánones estéticos imperantes en la época, donde destacaban mujeres altas con físicos más exuberantes como Claudia Schiffer o Cindy Crawford. Pese a eso, logró integrar el selecto grupo de las top models, por lo que fue bautizada por la prensa como la anti-supermodelo. Sus escasos 1,65 metros de estatura y sus medidas (82-63-87) nunca fueron impedimento, porque Kate tiene otra cosa: irradia, incluso a los 44 años, una encantadora mezcla de inocencia y malicia, donde destaca una larga melena rubia y unos ojos rasgados de color miel, que dulcificaban sus angulosas facciones.

Pero su belleza y carisma también iban de la mano de una controvertida personalidad, por lo que la prensa no demoró en apodarla como la top model rebelde. Por esa época, también comenzaron sus escarceos con el alcohol y las drogas. Famosa fue la portada de un tabloide británico que la mostraba preparándose una línea de cocaína en una regada fiesta. Sin embargo, y aunque varias firmas decidieron rescindir su contrato con ella, este incidente no consiguió quitarle su título de supermodelo, pese a que posteriormente fue fotografiada en varias discotecas en notorio estado de embriaguez.

La extremada delagadez de Kate Moss también fue objeto de críticas y acusaciones de una anorexia que, sin embargo, nunca llegó a confirmarse. Su polémica frase “Nothing tastes as good as skinny feels” (“Nada sabe tan bien como sentirse delgada”), le valieron duras críticas públicas por promover supuestamente la anorexia entre sus jóvenes seguidoras.

Y como nada de lo que hace pasa desapercibido, sus relaciones sentimentales tampoco. Entre sus más sonoras parejas se cuenta el famoso actor Johnny Depp, quien afirmó posteriormente que “nunca me sentí tan atraído por una mujer. Lo que hubo entre nosotros era muy puro. Sinceramente, creo que a raíz de la ruptura con Kate descubrí verdaderamente lo que era la soledad”. También se involucró con el músico inglés Pete Doherty, ex vocalista del grupo The Libertines, con quien mantuvo un tóxico noviazgo de dos años, repleto de escándalos e incidentes por culpa del alcohol y las drogas.

Siempre deambulando entre la cultura pop y el rock, apareció como conejita Playboy en la portada de la revista en su 60 aniversario y también ha sido motivo de inspiración para el mundo del arte. El artista Nick Knight creó un ángel de oro inspirado en su figura, Marc Quinn se basó en ella para crear una sirena dorada y Chris Levine la convirtió en un holograma en 3D. Además, el pintor Lucian Freud, nieto del padre del sicoanálisis y un tremendo artista con quien la modelo cultivó una cariñosa amistad, pintó un retrato suyo en el que Kate posaba desnuda y embarazada de su hija, el cual fue vendido en 2005 por la astronómica cifra de 4 millones de libras.

Hoy, está casada con Jamie Hince, guitarrista del grupo The Kills, y tiene una hija de 13 años producto de su relación con el editor Jefferson Hack. Pese a haber pasado la cuarentena de edad, sigue siendo una top model muy solicitada, especialmente después de que decidió abandonar su vida turbulenta y los excesos de alcohol y drogas. “Ingresé en una clínica de desintoxicación por voluntad propia. Me di cuenta de que no podía seguir así. Sólo existía una cosa para mí: fiestas, fiestas y fiestas, con mucho alcohol y muchas otras locuras. Ahora, ya estoy fuera y en plena forma”, aseguró la modelo, quien retirada de las pasarelas no ha perdido su magnetismo, ni su influencia, dejando a la industria huérfana de una mujer con tanto talento y carisma. Porque Kate, quien el año 2007 fue incluida por la revista Time como parte de “Las 100 personas más influyentes del mundo”, fue, es y seguirá siendo, mucho más más que belleza.

 

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