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Liliana de Simone sobre los malls como lugares de protesta social: “Devela que vivimos en una ciudad extremadamente segregada” BRAGA

Liliana de Simone sobre los malls como lugares de protesta social: “Devela que vivimos en una ciudad extremadamente segregada”

La arquitecta, doctora en Estudios Urbanos, directora del Observatorio Cultura, Consumo y Sociedad (OCCS), coordinadora de la red Género y Ciudad, y académica PUC, Liliana de Simone, conversó con El Mostrador sobre el significado de las protestas en los centros comerciales luego del estallido social, y analizó las distintas expresiones de la intervención de Las Tesis, que vienen a tensionar los estigmas que existen hacia las mujeres y su rol como consumidoras.


Liliana de Simone es especialista en sociedad, consumo, derechos e igualdad de género. Conversó con El Mostrador sobre el fenómeno producido en los malls en el contexto del estallido social. La experta además abordó los efectos que ha tenido el cántico feminista del Colectivo Las Tesis, “Un violador en tu camino”.

Liliana lleva más de una década estudiando los centros comerciales y comenta que el hecho de que estos sean considerados un punto de encuentro para manifestarse, era algo que se veía venir.

“El consumo a nivel global se ha convertido en un fenómeno ideologizado, ¿a qué voy con esto?, que nosotros ya lo veíamos venir y no solo nosotros sino que muchos estudios también. La arena del consumidor se estaba convirtiendo cada vez más en un espacio donde expresar no solo tus deseos, tu felicidad, sino que también tu preocupaciones y tus posturas políticas frente a distintos temas”, expresó.

Definiciones identitarias del consumidor

La académica y su equipo han observado que los consumidores se posicionan ideológicamente frente al consumo y toman una decisión intencionada sobre qué consumir, “en ese sentido el espacio donde se da ese consumo, ya sea el mall, la feria libre o ya sea incluso internet, se convierten también en parte de las definiciones identitarias del consumidor”, aclaró.

Para la doctora en Estudios Urbanos, los centros comerciales ya se habían convertido en espacios de consumo donde la gente expresaba no solo lo que quería comprar, o lo que le gustaba, sino que también cómo querían que fuera el mundo.

Este fenómeno de apropiarse de los malls a modo de protesta para Liliana “tiene más que ver con utilizar el mall como si fuera un ente político, casi como un alcalde, entonces, nosotros habíamos visto que se iba a convertir al centro comercial en una institucionalidad, donde también se podían pedir cosas”.

Ciudad extremadamente segregada

De Simone dirige el observatorio de consumo, cultura y sociedad de la facultad de comunicaciones de la Universidad Católica, allí han estudiado de cerca todos estos sucesos, para ella “la gente va a protestar a los malls porque los ve como espacios que son más seguros que la calle”, además “porque tienen un rol simbólico de representar distintas visiones de mundo, la gente se siente con la capacidad de poder ir a un centro comercial y exigir cambios a un modelo, pensando que ahí también existe una cierta audiencia; otros consumidores que los pueden escuchar”.

En esa misma línea señaló “el mall es mucho más que comprar, es mucho más que una plaza para reunirse y también como es una plaza y como es un espacio “pseudo público”, no es público por ningún motivo, pero parece como que la gente lo interpretara como si fuera público, es que también recibe los otros usos del espacio público, que son la protesta, el conflicto y la manifestación”.

Para Liliana, que las personas elijan específicamente malls situados en los lugares más adinerados de Chile, como el Costanera Center y el Alto las Condes, más que develar un cierto clasismo, “lo que devela es que nosotros vivimos en una ciudad extremadamente segregada, donde el índice Gini de segregación socioeconómica, que diferencia de los ingresos de los más altos grupos y los más bajos es abismal, entonces moverse por la ciudad también es visto como un acto político”.

“Ir al mall más alejado, donde viven las clases más acomodadas, más ricas, protestar en él es visto como una manifestación en sí misma. Entonces yo ahí no creo que sea porque el mall es el símbolo de algo sino que tiene que ver con dónde está localizado y en ese sentido ir a protestar al interior de un centro comercial  es más seguro, porque ahí no existen las fuerzas más represivas que se podrían ver en la calle”, agregó.

Las Tesis en los centros de poder

Liliana de Simone, además tiene un enfoque de derechos e igualdad de género, por lo que se refirió al fenómeno de Las Tesis, que también se ha hecho sentir al interior de estos centros.

“Creo que lo que están haciendo las tesis es tan importante, porque está visibilizando otros frentes de opresión y de indignidad que requieren ser escuchados”, dijo la académica.

Respecto al rol de la mujer en estos espacios señaló que “se ven reflejadas en el espacio de consumo como un lugar que puede ser apropiado y politizado. Me parece que hay un cruce interesante en el rol de la mujer como consumidora y en el rol de la mujer como protesta”.

“Hay algo muy interesante en reflexionar sobre cómo Las Tesis están llevando estos discursos sobre el Estado y la opresión a un espacio de consumo donde han sido perpetuamente representadas como las consumidoras, casi que al borde de la ilógica, volviéndose locas por las compras”.

Finalmente expresó que “el cruce de cuestionar el espacio de consumo desde también las visiones de género que existen en torno a la mujer como una “shopaholic”, como la loca por las compras, es algo que no lo hemos visto en los discursos de Las Tesis mismas, porque está centrado en el tema de la violencia sexual, pero que no me parecería menor que quizás evolucione también hacia ese tipo de construcciones de  género que existen  a través de la sociedad de consumo”.

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