BRAGA
Karol G, Ivy Queen y muchas otras mujeres utilizan el género musical del reguetón para exigir sus derechos fundamentales.
«Yo decido el cuándo, el dónde y con quién”, es un fragmento de la canción de reguetón «Lo malo», adaptada al español por Brisa Fenoy. Esta es una respuesta a la violencia de género y muestra que no todo el reguetón trata a la mujer como un objeto sexual. La canción alcanzó tal popularidad, que algunos fragmentos hoy son un himno en las marchas lideradas por las mujeres.
Escuchar reguetón es inevitable. Su popularidad se ha extendido por el mundo y ahora sus artistas comparten escenarios antes consagrados solo para el rock alternativo y heavy metal. Que sus letras y videos son sexistas ya es bien sabido por todos, lo que es nuevo son las intérpretes mujeres que incluyen mensajes feministas. Artistas como Ivy Queen y Karol G hoy triunfan en las listas de reproducción mundial. En sus letras incluyen mensajes en los que las mujeres toman decisiones y hablan de la sexualidad sin tapujos: «Se cansó de ser buena/Su ex ya no vale nada/Se va pa’ la disco y sólo quiere perrear ”, fragmento de la canción Tusa, de Karol G y Nicki Minaj.
«Las nuevas letras corresponden a las nuevas audiencias, la gente pide nuevos mensajes. Imposible que en estos años se escriba una canción donde el final de la mujer sea el feminicidio. Incluso esas letras se han reescrito por mujeres”, comenta Catalina Ruiz Navarro, autora del libro Las mujeres que luchan se encuentran: Manual de feminismo pop latinoamericano.
Maluma feminista
Para las generaciones más jóvenes las redes sociales son un espacio libre para generar y difundir nuevas ideas. Un ejemplo es Maluma Feminista, página de Facebook en que se da un nuevo sentido a las letras de uno de los reguetoneros más populares y polémicos. En este espacio se incluyen imágenes del cantante con fragmentos de sus canciones escritas desde un punto de vista feminista: «Cuando quieras me llamas, es tu cuerpo y es tu decisión”, «hola BB, ni el Estado ni nadie debe de obligarte a ser madre”.
Como parodia, los colectivos feministas responden con contenidos que reivindican el papel de la mujer y exigen sus derechos e igualdad. «No le podemos dar la espalda al reguetón por tener contenido violento. De ser así tendríamos que dejar de consumir todo lo que se produce en la sociedad. Lo que podemos hacer es sensibilizarnos sobre la violencia de género y disfrutar del ritmo que es muy liberador”, agrega Ruiz Navarro.
¿Es esto feminismo?
Para un sector de la sociedad el reguetón es sinónimo del machismo y la opresión a la mujer. Consideran que las mujeres que expresan su sexualidad de manera explícita sólo reproducen un estereotipo y no asumen una actitud liberadora, incluso dentro del movimiento feminista existen distintas posturas al respecto. «Hay muchos aspectos que tienen que ver con un análisis feminista. Es importante saber el interés que hay detrás de la producción musical, conocer cuál era el objetivo de la artista cuando grabó un video o cantó una letra. Cada artista tiene un razonamiento y una justificación, algunos quieren cuestionar el estatus quo, otros no. Uno puede estar de acuerdo o no”, comenta Karen Cordero Reiman, historiadora del arte y especialista en estudios de género.
La diversidad del reguetón es muy amplia, así como las audiencias a las que se dirige. A pasos agigantados, las mujeres demuestran que no es necesario hacer reguetón con contenido machista para triunfar.
