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Liderazgo femenino joven: el empoderamiento como fuerza de cambio BRAGA Créditos: Foto de cottonbro en Pexels

Liderazgo femenino joven: el empoderamiento como fuerza de cambio

A pesar de que la participación social femenina ha alcanzado un 27% en los últimos diez años, el proceso para terminar con las brechas de género ha sido muy lento. Tal como demuestra un estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la presencia femenina total en roles de poder en distintas áreas llega a un promedio de 20%, siendo el más bajo un 9% en economía. Por esto, líderes jóvenes como Antonia Carrizo y Margarita Flandez se han organizado para fomentar el poder femenino dentro de sus comunidades, a través de programas como “Comparte tu Libro” .


Era enero de 2016 y Antonia Carrizo (18) se propuso ser presidenta del Octavo A del emblemático liceo Carmela Carvajal de Providencia. Para hacerlo, necesitaba una propuesta innovadora y original que convenciera a sus compañeras, pero que también fuese útil en su entorno. Al observar su alrededor, se dio cuenta de que sus pares compartían libros entre ellas, pero que no todas conocían los títulos que la otra tenía, lo que la hizo tener la idea de “crear un gran catálogo” en el que como curso pudieran compartir entre ellas mismas.

Su propuesta la llevó a la victoria, y como la nueva presidenta de su curso, dio inicio a “Comparte tu Libro”, una iniciativa de préstamo de textos dentro de su sala de clases. Debido al éxito del proyecto -que logró que 86 libros fueran a manos de otras compañeras en su primer año-, en 2017 comenzó a ser implementado en los niveles de séptimo y octavo básico del colegio y, en ese mismo año, alcanzaron 286 préstamos en total. De acuerdo a la joven, en ese momento “pasaba algo muy bonito, ya que la gente no tan solo estaba compartiendo sus libros entre el mismo curso, sino que también entre otros cursos. El leer, que normalmente es una actividad muy solitaria, se convirtió en algo colectivo”.


Desde el comienzo los logros de Comparte tu Libro superaron todas las expectativas que Antonia y su equipo -que está compuesto por 4 jóvenes de 14 a 18 años- habían imaginado. Su intento por hacer crecer el amor por la lectura fue seleccionado como uno de los diez mejores emprendimientos escolares por Corfo en 2016, y en 2018 fueron reconocidas a nivel internacional gracias a la iniciativa ConCausa que realiza UNICEF, América Solidaria y CEPAL.

“No me lo imaginé [el éxito del proyecto]. “Comparte tu Libro” parte de un origen súper humilde y sencillo pero no por eso menor… Fuimos reconocidas dentro de más de 2000 proyectos en el continente y creo que marcamos la diferencia”.

  • Antonia Carrizo

Sin embargo, la joven líder señaló que, si bien las instancias para que niñas emprendan existen, estas “no llegan al público en general”, y destacó que “siempre te invitan a innovar por la parte más económica, crear un proyecto que te de remuneración”. Así, señaló la importancia de que “en la adolescencia se aprenda a innovar socialmente”, es decir, que los jóvenes encuentren soluciones a los problemas de sus entornos, ya que ”hay que entender que invertir tiempo en el otro tiene que valer la pena”.

Por otra parte, la situación de no recibir el apoyo por el simple hecho de ser jóvenes aún es un problema vigente. Julieta Martínez, fundadora de “Tremendas”, un colectivo de jóvenes y adolescentes empoderadas que se agrupan en una plataforma colaborativa, indica que “falta muchísimo por cambiar”, argumentando que los “círculos cercanos o, directamente desconocidos, sobre todo adultos, les cerraron las puertas a crear [a las chicas de su colectivo], diciendo que eran demasiado jóvenes, terminando con sus sueños e ideas y cortándoles así un camino”.

El liderazgo más allá del colegio

Si bien Margarita Flandez (26) siempre se ha sentido como una líder, cuando cursaba en un colegio en Lo Prado, este lugar no le permitió participar al igual que a sus compañeros. “Ya en el colegio me hacían ruido muchas cosas” mencionó, ya que los profesores avalaban conductas separatistas y sus compañeros no incluían a mujeres en actividades como los partidos de fútbol.

De acuerdo a la joven, situaciones como estas, además de los patrones culturales y estereotipos de género, fueron las que la llevaron a “cuestionarse todo”, debido a que comenzó a preguntarse “¿Por qué yo no puedo jugar con ustedes? Estoy en todo mi derecho de hacer lo que quiera. Desde jugar un partido a hacer un experimento de ciencias”. A pesar de la adversidad, y de manera similar a Antonia, pudo desempeñarse como presidenta de su curso en un colegio mixto desde pequeña y también desde temprana edad, comenzó a trabajar como una líder en su comunidad.

Producto de su motivación por las causas sociales, en 2018 y con solo 24 años, Flandez asumió como Presidenta del Comité de Administración de la Villa Benedicto Flores, donde se enfrentó no sólo a la carga que vino con su puesto, sino también a los desafíos de ser mujer y joven, lo que la hizo tener que “revalidarse el doble”. Según contó la líder social, esta revalidación se dio a través de situaciones que vivió al asumir su cargo, pero que ahora no son tan comunes. Cuando comenzó a participar de la junta de vecinos vio que había una baja participación en los encuentros que organizaba. “A las primeras reuniones no iba nadie. Acá son 96 propietarios y del total yo creo que iban diez personas, que es muy poco. En general la participación de la gente siempre es baja, pero 10 personas es como ‘¿sabes qué?, no estoy ni ahí contigo, no me interesa esto’ porque antes no era así, con las otras directivas al menos” señaló.

De acuerdo a su testimonio, los prejuicios estaban presentes en el ambiente, sin embargo, con la ayuda de un compañero de su comunidad logró hacer que sus vecinos se acostumbraran a su forma de liderar, que se caracteriza por ser distinta a los “liderazgos masculinos fuertes y serios”. Como presidenta, privilegia ser cercana a la gente, fomentando que las discusiones sean con diálogo y que cada asunto tenga que pasar por una votación democrática. A pesar de la naturaleza de su labor -que se ha enfocado mayormente en proyectos para ayudar a la comunidad de viviendas sociales en la que habita-, la joven considera que “ha sido un gran desafío, pero muy enriquecedor”.

Pese a los obstáculos, Margarita ha podido salir adelante en su área de expertis debido a sus motivaciones personales y su amplia participación en programas de liderazgo, siendo uno de los últimos un curso impulsado por el Ministerio de la Mujer y la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch). Sin embargo, señaló que “se valora el hecho de la capacitación, que te den las herramientas para mejorar tu liderazgo, pero yo creo que aun así estamos al debe de manera gubernamental, y eso se visibiliza más que nada en la baja participación política y en altos cargos públicos y privados de las mujeres”.

La baja participación y la falta de apoyo

Tal como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló en su último informe de marzo de 2020, titulado “Nuevo Mapa del Poder y Género en Chile (1995-2018)”, en los últimos diez años se ha observado el cambio más fuerte en la participación social de la población femenina juvenil en Chile, alcanzando un 27%, especialmente por puestos de dirigencias en organizaciones estudiantiles. Sin embargo, el aumento de mujeres en puestos de liderazgo en áreas como la política y la economía ha sido lento, e incluso ha retrocedido en sectores. Flandez ve esto como una falta de inversión y presupuesto dentro de los organismos (como el Ministerio de la Mujer) que deberían impulsar estas iniciativas, mientras que para Antonia, esto se debe a que “muchas veces en la historia [las mujeres] hemos sido pasadas a segundo plano”.

Antonia y Margarita forman parte del 20% de las mujeres que ocupan un puesto de poder -en comparación al 80% de hombres-, según las cifras del documento lanzado por PNUD. Los datos, que reflejan la realidad en otras áreas de participación, demuestran la dominación de los hombres en los cargos de liderazgo:

 gráfico interactivo: Infogram

La falta de impulso por parte del Gobierno en temas de género ha provocado el surgimiento de iniciativas organizadas por organizaciones internacionales e independientes, como lo son la “Escuela de Mujeres Líderes”, proyecto impulsado por ComunidadMujer y el PNUD -en el que Margarita participó en 2019- y capacitaciones de autoaprendizaje creados por ONU Mujeres y llamados “Yo sé de género”. Estos organismos no gubernamentales también han dado oportunidades a jóvenes líderes mediante convocatorias enfocadas en objetivos de desarrollo, como la oportunidad de participar en la Plenaria de Jóvenes y Foro de la Juventud del ECOSOC 2020, donde tanto Antonia como Margarita fueron seleccionadas como representantes.

Antonia (tercera de izquierda a derecha) y Margarita (penúltima de izquierda a derecha) junto a otros jóvenes seleccionados para ser representantes en la Plenaria de Jóvenes y Foro de la Juventud del ECOSOC 2020. Créditos a ONU.cl

En relación a la poca atención que se le ha dado al emprendimiento femenino, Tatiana Hernández, socióloga y encargada de contenidos del Observatorio de Equidad y Género, aseguró que para garantizar la inclusión femenina “hay que hacer que las mujeres se sientan con la capacidad de tener poder para transformarse, juntarse y organizarse”. Según ella, el hecho de levantar educación no sexista es algo que las expertas de los mecanismos de derechos humanos de las mujeres han destacado frecuentemente.

Además, la socióloga insiste en que “es fundamental generar condiciones para el empoderamiento y la autonomía de las mujeres sabiendo que es un factor preventivo” en relación a las vulneraciones que viven hoy en día, como la violencia y la vulnerabilidad laboral, educacional y económica.

“La motivación es la clave, por así decirlo, para que las mujeres estén en este camino precioso, pero muy hostil, muy adverso, porque no las voy a engañar. No les puedo mentir de que hay un camino fácil”.

  • Margarita Flandez

A pesar de que falta para alcanzar una participación paritaria dentro de las institucionalidades y los contextos más familiares, como lo son el colegio y las comunidades locales, tanto Margarita como Antonia se ven optimistas por el futuro que viene.

De acuerdo a Antonia, este es el momento para comenzar a considerar a la mujer como un agente de cambio y capaz de impulsar “los grandes movimientos que se están viviendo hoy”. En tanto, Margarita ve un futuro brillante que ya ha comenzado a florecer. Desde la inclusión de las mujeres al Instituto Nacional -una lucha ardua y constante de parte de escolares- a la participación de mujeres dentro del proceso constituyente que viene, señaló que está “muy esperanzada”, porque procesos como el estallido social y los cambios políticos que está viviendo Chile son los momentos indicados para que “las personas más vulnerables, los que antes nadie escuchaba, a quien nadie visibilizaba, estén en el centro y desde ahí tomen las decisiones”, comentó la líder social.

(*) Las autoras son estudiantes de la Universidad Diego Portales. Este trabajo lo realizaron en el curso de Redacción Digital, dirigido por la periodista Yanara Barra.

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