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Rectoras de universidades públicas apoyan modelo integral de educación financiada por el Estado BRAGA

Rectoras de universidades públicas apoyan modelo integral de educación financiada por el Estado

Para Elisa Araya, rectora electa de la Umce, la problemática de la desigualdad de género está arraigada en un modelo patriarcal y mercantil que segrega por género pero también por lugares de trabajo y prestigio social. “La carrera de ser docentes está tremendamente desprestigiada y en ella sobre todo las mujeres tenemos que hacer muchos esfuerzos para conseguir buenos salarios. Tener esta posición hoy de rectora me da la oportunidad de hablar de estos temas libremente y creo que es válido usar este espacio para plantearlo”, señaló la también profesora de Educación Física.


Este jueves 1 de julio, en un encuentro virtual organizado por la Cátedra Amanda Labarca de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, las rectoras electas Marisol Durán de la Universidad Tecnológica Metropolitan y Elisa Araya de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, junto a Natacha Pino, rectora en ejercicio de la Universidad de Aysén, plantearon sus posiciones en torno a educación pública, equidad de género dentro de la Academia y proceso constituyente. El espacio fue valorado por las profesionales, quienes destacaron su papel histórico al ser las primeras mujeres en asumir el cargo de máxima autoridad en instituciones de educación superior.

En 1940, reflexionando sobre los derechos de la mujer, Amanda Labarca se preguntaba “¿Cuál progreso? ¿dónde estamos? Nos hemos empeñado en una batalla por nuestra emancipación y mejoramiento, muy parecida a la que libran los obreros del mundo. Como ellos, exigimos condiciones económicas mejores, educación más amplia, reconocimiento más completo de nuestra importancia como individuos y como grupo”.

Más de 80 años después, las palabras de quien fuera la primera académica mujer de la Universidad de Chile, resuenan por su vigencia. Aunque se han dado grandes avances en materia de equidad de género, lo cierto es que las mujeres aún son discriminadas por simplemente ser mujeres, ganando menos que sus pares hombres, teniendo menos acceso a cargos de poder y a carreras que aún son vistas como de “ámbito masculino”.

Las paradojas de la lucha que aún da la mujer por abrirse espacios en el siglo XXI, quedó de manifiesto en el panel “Mujeres rectoras: cambio cultural y educación pública” que de forma inédita reunió a las tres mujeres que hoy ostentan el cargo de máxima autoridad en universidades estatales: las recientemente electas Elisa Araya Cortez, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (Umce); Marisol Durán Santis, de la Universidad Tecnológica Metropolitana (Utem) y Natacha Pino Acuña, de la Universidad de Aysén.

Natacha Pino, rectora en ejercicio de la U. de Aysén, elegida en julio de 2019 con amplia mayoría, planteó que son los cambios sociales los que se ven reflejados al interior de las instituciones, y que “es muy importante tener una comunidad dispuesta a ser liderada por una mujer y a trabajar en un proyecto distintivo”. Asimismo, destacó el trabajo comunitario y colaborativo que se está dando dentro de su universidad.

Para Elisa Araya, rectora electa de la Umce, la problemática de la desigualdad de género está arraigada en un modelo patriarcal y mercantil que segrega por género pero también por lugares de trabajo y prestigio social. “La carrera de ser docentes está tremendamente desprestigiada y en ella sobre todo las mujeres tenemos que hacer muchos esfuerzos para conseguir buenos salarios. Tener esta posición hoy de rectora me da la oportunidad de hablar de estos temas libremente y creo que es válido usar este espacio para plantearlo”, señaló la también profesora de Educación Física.

Por su parte, la rectora electa Marisol Durán, afirmó que si bien existe segregación vertical y horizontal dentro de la Utem, su gestión se enfocaría en cambiar ese status quo. “Desde mi lugar promoveremos el acceso más equitativo a las carreras del área tecnológica, que es el fuerte de nuestra universidad y donde las mujeres son minoría, al igual que esperamos dar más oportunidades a las académicas a acceder al grado de Magíster y Doctora”, señaló.

“Quiero dejar en claro el compromiso de nuestra Universidad con la causa de terminar con la desigualdad de género, sobre todo, en el ámbito académico donde es muy fácil esconder las desigualdades, en la medida en que no se señala el problema y no se denuncia. Hay que justamente visibilizar esas injusticias”, recalcó el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi quien también participó de la jornada.

Por su parte, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zerán destacó el papel que ha jugado el movimiento feminista en general en Chile, para comenzar a reflexionar más profundamente sobre “el cuestionamiento al patriarcado, la reproducción de los roles de género” y “la demanda de la educación pública alejada de las lógicas mercantiles y sexistas del modelo”.

En esa línea, Roxana Pey, coordinadora de la Cátedra Amanda Labarca, relevó la existencia de las brechas de género dentro de la Academia. “En el CRUCH, las mujeres ocupan solo el 30% de las vicerrectorías y el 22% de los decanatos; ellas se concentran en las jerarquías más bajas y son escasas en la jerarquía titular. Hay que decirlo, muy pocas han llegado a ser rectoras”, señaló y dio inicio a la primera ronda de intervenciones.

Una educación realmente estatal

Una problemática común y que se ha profundizado debido a la crisis sanitaria es el autofinanciamiento que deben emprender las universidades incluso aquellas que llevan el rótulo de “estatales”.

La rectora de la U. de Aysén, Natacha Pino, advirtió que hoy el sistema “nos obliga a una lógica de competencia constante, donde las universidades deben pelearse por los recursos disponibles”, y señaló que las instituciones de educación superior y las de niveles primarios deben transitar hacia un “modelo integral de educación financiada por el Estado”.

Coincidió con esa visión Marisol Durán, rectora de la Utem, quien además lo vinculó con la redacción de la Carta Magna, donde debiese quedar estipulada la “concepción constitucional de la educación general, como un derecho social garantizado por lo público y la educación superior como una condición del desarrollo país”, planteó.

En esa misma dirección, la rectora electa Elisa Araya, reiteró la demanda de “educación gratuita, de calidad y diversa”, y señaló que en el caso de la Umce, están pasando por un “período complejo de acreditación”. De éste esperan “retomar su labor histórica como formadores de profesores y profesoras en el siglo XXI, pensado en el Chile real y re-humanizando la educación”.

Durante el encuentro las rectoras también hablaron sobre la necesidad de abrir los debates internos en torno a temas como el acoso sexual dentro de las instituciones -Marisol Durán se refirió a casos con funcionarias dentro de la Utem que se están investigando-; la participación de los estudiantes en la elección de sus autoridades -”¿por qué los estudiantes no pueden votar por su rector o rectora y sí por presidente de la República?, cuestionó Elisa Araya-; y sobre la importancia de llegar efectivamente a los territorios “en Aysén queremos que la comunidad pueda participar y desde esos saberes, devolver una contribución real desde la Universidad”-, resumió Natacha Pino.

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