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Ministra de la Mujer y la EG Antonia Orellana se refiere a los 20 años de prisión sentenciados a Martín Pradenas  BRAGA

Ministra de la Mujer y la EG Antonia Orellana se refiere a los 20 años de prisión sentenciados a Martín Pradenas 

La autoridad comentó que comprenden «el dolor de los padres de Antonia Barra que deseaban una pena más alta», sin embargo, que este juicio sienta un precedente para todos los órganos del Estado, «de que es posible y urgente responder ante la violencia que sufren mujeres y niñas en nuestro país, y que esta no quedará impune». También desde el Ministerio, sienten que el valor de esta sentencia tiene que ver con que los jueces y el Tribunal Oral de lo Penal de Temuco juzgaron con perspectiva de género, lo que significa no desequilibrar la balanza hacia el acusado, sino precisamente, sacar los sesgos existentes sobre quienes denuncian violencia, sesgos que provocan que muchas veces, mujeres como Antonia Barra, sientan que deben probar ante la justicia que ellas no son las culpables de haber sido víctimas de un delito.


«20 años de presidio mayor en su grado máximo», fue la condena que le dieron a Martín Pradenas por los delitos de abuso sexual y violación en contra de seis mujeres, entre ellas, Antonia Barra.

Tras el anuncio, la familia de Barra comentó que los 20 años de cárcel no son suficientes, sobre todo, considerando que el Ministerio Público había solicitado 41 años.

Desde el Ministerio de la Mujer y la EG, valoraron que la sentencia se realizara con perspectiva de género, quitándole la responsabilidad a la víctima y poniendo el consentimiento en primer lugar. “Las víctimas nunca serán las culpables. Solo un sí es sí. Los culpables de los delitos sexuales son quienes los cometen, no las mujeres agredidas”, aseguró la ministra de la cartera, Antonia Orellana.

Orellana comenta que desde el Ministerio valoran la sentencia, “entendemos el dolor de los padres de Antonia Barra que deseaban una pena más alta, sin embargo, sienta un precedente para todos los órganos del Estado, de que es posible y urgente responder ante la violencia que sufren mujeres y niñas en nuestro país, y que esta no quedará impune».

Consultadas por El Mostrador Braga respecto de la rigurosidad de la sentencia, la abogada de AML defensa de Mujeres, Francisca Millán, explica que, a su juicio, la condena corresponde a una de las penas más altas asignadas en nuestro Código Penal.

“Es muy importante hacer un llamado a evitar el reduccionismo de la justicia en relación con la cantidad de años asignados a una condena en particular, hay que poner el valor en cómo se ha realizado este proceso, cómo se ha valorado la declaración de las víctimas, cómo se les ha dado credibilidad a su relato, como efectivamente se consigue una sentencia condenatoria y por cierto, se obtiene una pena que se considera de las más altas dentro de nuestro sistema penal, esto puede servir como un evidente precedente de la disminución de la impunidad en este tipo de delitos”.

Desde el Ministerio, sienten que el valor de esta sentencia tiene que ver con que los jueces y el Tribunal Oral de lo Penal de Temuco juzgaron con perspectiva de género, lo que significa no desequilibrar la balanza hacia el acusado, sino precisamente, sacar los sesgos existentes sobre quienes denuncian violencia, sesgos que provocan que muchas veces, mujeres como Antonia Barra, sientan que deben probar ante la justicia que ellas no son las culpables de haber sido víctimas de un delito.

«Queremos destacar la importancia de que mantengamos actualizada nuestra legislación de acuerdo al convenio de Belem Do Para. El defensor de Martín Pradenas, al iniciar el juicio dijo que él quería que no se le aplicara la Convención Interamericana para la Eliminación de todas formas de Violencia contra las Mujeres, y eso no es posible porque Chile ha firmado esa convención y nosotras como Ministerio estamos en el camino de actualizar nuestra normativa, de indicar una Ley Integral de Violencia para mejorar los procesos de investigación, entre otros, para que nunca más las víctimas, como ocurrió con Antonia, vayan a sentir que van a tener que dar cuenta de toda su vida y probar si son una buena o mala víctima», puntualizó Orellana.

Finalmente, la cabecilla de la cartera de la mujer, explicó que, en general, las penas establecidas en la ley para los delitos sexuales son altas, pero lo que ocurre es que precisamente, como la mayoría de los procesos judiciales, carecen de perspectiva de género en cada etapa, al final del proceso en la sentencia, se le va bajando la gravedad al delito. «Afortunadamente, en el caso de Antonia, hemos tenido una aplicación de perspectiva de género en todo el juicio y, por lo tanto, eso se expresa en la pena».

 

 

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