Desde temprana edad se interesó en el canto y la composición musical, lo que la llevó desde niña a involucrarse en las ceremonias ancestrales de su pueblo. A lo largo de su vida, se especializó no solamente en la música, sino también en la medicina tradicional mapuche. Dentro de las prioridades de Elisa Avendaño, se encuentra traspasar todos sus conocimientos en música y sanación a las nuevas generaciones, con el fin de revitalizar su cultura.
Durante septiembre de este año, se anunció a la cantante y compositora mapuche, Elisa Avendaño Curaqueo, como la ganadora del Premio Nacional de Música 2022. El hecho es considerado histórico, ya que se trata de la primera vez que una mujer de los pueblos originarios recibió este galardón.
“Siento una profunda emoción por entregar por primera vez el Premio Nacional Música 2022 a una representante de los pueblos de nuestro país: Elisa Avendaño Curaqueo, figura clave para la revitalización de la cultura de su pueblo”, comentó sobre el anuncio la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Julieta Brodsky Hernández.
El trabajo de Avendaño es de larga trayectoria y se ha enfocado principalmente en difundir la cultura de sus ancestros, mediante la enseñanza y composición musical en mapudungún. De esta forma, ha levantado diversos proyectos para acercar su cosmovisión a las nuevas generaciones.
Por esto, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de la cantante y compositora mapuche Elisa Avendaño Curaqueo, quien hasta la actualidad continúa preservando la cultura y saberes ancestrales del pueblo mapuche.
Elisa nació en la comunidad Manuel Chavarría de la comuna de Lautaro, Región de La Araucanía. Desde pequeña se interesó en la música de su pueblo, de hecho comenzó a cantar apenas aprendió a hablar. Esto le permitió desde temprana edad involucrarse en diversas ceremonias mapuche.
‘‘La música estuvo presente desde niña en mi vida, le cantaba al amor, a la montaña, a los humedales, a los animales’’, relató Avendaño Curaqueo en entrevista con La Tercera.
Durante el colegio y la universidad participó en distintos grupos y actividades musicales, y así continuó potenciando su talento. Posteriormente, durante la dictadura comenzó una compilación e interpretación de música tradicional mapuche, creando un soporte de historias cotidianas en mapudungún.
La composición musical no ha sido su único interés, desde los años noventa comenzó a estudiar sobre los conocimientos de sanación de las machis. Su aprendizaje en la medicina tradicional mapuche, le permite desempeñarse hasta hoy como püñeñelchefe (partera), gütamchefe (componedora de Huesos), y ayudante de machi.
En esa línea, para Elisa Avendaño la música y la medicina ancestral tienen directa relación. “La música es transversal en el conocimiento mapuche; es ceremonia, es sanación, la machi no te hace sanación, si no hace música. No se puede hacer una ceremonia sin música. Es un lenguaje transversal para comunicarnos con el ser superior, sin eso no somos nada”, comentó a LT.
La compositora desde siempre ha tenido como prioridad transmitir todos sus conocimientos y saberes a las nuevas generaciones de niñas, niños y jóvenes mapuche. Por tal razón, ha realizado talleres y clases de música, danza y otras manifestaciones culturales.
Entre sus iniciativas de promoción cultural mapuche, destaca el proyecto de música mapuche “Folil Kimvn Mapuche”, la gestión del Encuentro Nacional de Música Indígena, “Los sonidos del Origen” y “Mapuche zomo ñi ad newen”, sobre la vestimenta tradicional de la mujer mapuche.
Elisa Avendaño Curaqueo se transformó en la quinta mujer en obtener el Premio Nacional de Música 2022, sucediendo a Margot Loyola (1994), Elvira Savi (1998), Carmen Luisa Letelier (2010) y Miryam Singer (2020).