BRAGA
En entrevista con un reconocido medio internacional, la Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, valoró que dentro de los puntos de gestión mejor evaluados del Gobierno “tanto en encuestas como Cadem como las internas”, está la igualdad de género. Asimismo, se refirió a la fuerza feminista y su relación con el voto a Republicanos y su posición frente a derechos sexuales y reproductivos, el caso del exsubsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, y la relación de las tendencias geopolíticas internacionales en el país.
Como “intenso” calificó la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, el momento político actual chileno. Fue durante una entrevista realizada por el diario El País (España), publicada este lunes 12 de junio, en la cual se refirió a la política nacional e internacional, los cambios en la agenda gubernamental, realizó además una lectura del voto del plebiscito y el triunfo de las derechas “más duras”, así como también a los asuntos relativos a la cartera que maneja.
“Recién en septiembre pasado tuvimos la salida de la mascarilla y este año ya estamos enfrentando un descenso en la curva de la inflación –ya no solo dejó de ascender, sino que ya se estabiliza–, lo que es un signo de cómo vamos normalizando el país”, explicó.
Frente a la observación sobre los cambios en las prioridades del gobierno de Gabriel Boric, la Ministra Orellana explicó que los cambios son “sanos” dado que el “ejercicio de gobernar un país siempre está determinado por la contingencia” y la actual presentó nuevas demandas sociales.
“El triunfo de la derecha más dura, ¿es un fracaso cultural, además de político, para la nueva generación de izquierda que llegó hace tan poco al poder, que es la suya?”, le consultaron desde El País. Y citando a la encuesta del Centro de Estudios Públicos, CEP, posterior a los resultados del plebiscito de septiembre pasado, la ministra mostró que “no hay nada que indique que los que algunos insisten en llamar políticas identitarias fueran la causa principal de la derrota”, ya que temas como el aborto, por ejemplo “no estaba en ninguno de los primeros motivos para rechazar, sino el comportamiento de los constituyentes”. A la par, situó este giro a la derecha en sintonía con el contexto internacional.
Consultada por la “mala valoración del Gobierno”, la referente del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género sostuvo que hay “problemas y malestares de Chile” difíciles de gestionar en el corto plazo, como la crisis de legitimidad de las instituciones y la crisis migratoria y humanitaria, pero destacó que uno de los puntos mejores evaluados del Gobierno “tanto en encuestas como Cadem como las internas” es la igualdad de género.
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“El Gobierno sigue teniendo mayor apoyo entre las mujeres –en especial en las más jóvenes–, que entre los hombres (…) también creo que las personas experimentan coyunturas contradictorias: alguien puede estar a favor del aborto, en contra de las AFP y votar por un republicano, porque está molesto. Asumir que las personas tienen posiciones pétreas y unívocas es un error”, aseguró.
En relación al exSubsecretario de Previsión Social despedido por una acusación de acoso, Christian Larraín, Orellana señaló que “se está llevando a cabo un sumario” y por ello no pudo referirse al tema, no obstante cualquiera que trabaje en política “sabe” que los puestos “no son muy estables” dado que el presidente puede pedir la renuncia porque existen “responsabilidades administrativas” y “confianza política”, precisó.
Por último, se refirió a las frases de la actriz Luz Croxatto (quien expresó en Revista Sábado el fin de semana que siempre se condideró feminista “pero ahora si no encuentro que el hombre es un macho violador que hay que castigar, como que no califico”) y del oficio de una diputada republicana sobre un fondo concursable ganado por ilustradoras.
“El feminismo tiene distintas expresiones, es diverso y está muy lejos de ser homogéneo. Dentro de esa diversidad hay distintas historias, experiencias y por supuesto distintas opiniones. Lo importante es entender que el feminismo es un camino y no un punto de llegada. Los avances en la agenda de género se han ido desarrollando en perspectiva a los horizontes de cada sociedad, pero también recogiendo las luchas de generaciones anteriores”, mencionó sobre lo primero.
Por otro lado, sitúo el oficio presentado como “bolsonarismo de manual” dado que el documento de fiscalización fue “respondido sin observaciones” y lo que se buscó hacer con él era “causar polémica” para ser destacado por un medio y replicar mediante plataformas digitales.
“Lo que podemos decir hoy es que, gracias a ese oficio parlamentario, muchos más chilenos y chilenas conocen el clítoris”, finalizó con tono bromista.
