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Si ellos avanzan, nosotras retrocedemos Yo opino

Si ellos avanzan, nosotras retrocedemos

Pierina Ferretti
Por : Pierina Ferretti Directora ejecutiva de la Fundación Nodo XXI
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El crecimiento de la ultra derecha en Chile y la posibilidad de que estos sectores obtengan un número significativo de consejeros representa un serio peligro para lo que las mujeres y disidencias, con muchas dificultades, hemos logrado.


Faltan pocos días para la elección de consejeros y consejeras constitucionales y los pronósticos son preocupantes. Un crecimiento sustantivo del Partido Republicano se prevé como un resultado posible. Si esto ocurre, sería una mala noticia para el país, para la izquierda y el progresismo, también para Chile Vamos, pero sobre todo y sin duda alguna para las mujeres y las disidencias sexuales y de género.

Evidencia sobra para afirmar que, cuando se producen arremetidas conservadoras, los derechos de mujeres y disidencias son los primeros en ser atacados y que avances que tomaron años, incluso décadas, pueden ser desbaratados en un corto periodo de tiempo.

Pensemos en lo que ocurrió en Estados Unidos con las restricciones impuestas al aborto en algunos estados, o en el aumento de la violencia contra gays, lesbianas y trans en el Brasil de Bolsonaro, por traer a colación dos ejemplos recientes.

El crecimiento de la ultra derecha en Chile y la posibilidad de que estos sectores obtengan un número significativo de consejeros representa un serio peligro para lo que las mujeres y disidencias, con muchas dificultades, hemos logrado.

Si avanza Republicanos, la paridad (que ha sido reconocida dentro y fuera de Chile como una fórmula ejemplar para superar las brechas de género en política de manera efectiva y decidida) corre peligro; el enfoque de género en justicia (que la semana pasada dio pruebas contundentes de su pertinencia y efectos virtuosos con las sentencias condenatorias en los casos de Fernanda Maciel y Silvana Garrido) corre peligro; la ley de identidad de género y el matrimonio igualitario, corren peligro; el aborto en tres causales, corre peligro, y la posibilidad de avanzar hacia el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo sin causales se aleja del horizonte, al igual que la educación sexual integral y el reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados.

En esta coyuntura, las mujeres y disidencias sexuales estamos en una posición tan frágil como decisiva. Podemos perder mucho, pero si nos movilizamos masivamente podemos frenar estos posibles retrocesos.

En diciembre de 2021, fuimos en buena medida nosotras las que contuvimos el avance de la ultraderecha. Hoy podemos hacerlo nuevamente. Sin embargo, la desafección que impera respecto de esta nueva etapa del proceso constitucional dista mucho de la épica que animó la segunda vuelta.

Es comprensible, pero agrava el problema, porque entre tanta confusión y desánimo una cosa sí es clara: si ellos avanzan, nosotras retrocedemos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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