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La inexplicable furia de Charly García en Ecuador

En un acto incomprensible para los asistentes a un concierto, el rockero se retiró a media presentación defrando a los fanáticos que habían esperado por horas su presentación. El músico fue detenido por la policía y estará dos días retenido si no paga los daños.


El músico argentino Charly García decepcionó hoy en un festival de rock en Quito donde se lucieron, ante unos 10 mil espectadores, sus compatriotas Fito Páez y Gustavo Cerati, el conjunto colombiano «Aterciopelados» y el grupo local «Cruks en Karnak».



García tenía que cerrar la madrugada de este sábado el «megaconcierto» en el estadio Rumiñahui», de la capital ecuatoriana, pero después de entonar una canción abandonó el escenario mientras arremetía a puntapiés contra los micrófonos y otros equipos de sonido. Así, abandonó el escenario, sólo para ir a camerinos y seguir rompiendo otros objetos.



En un acto de furia incomprensible, el rockero de los bigotes de dos colores defraudó a sus fanáticos ecuatorianos que habían esperado por horas su presentación.



Por orden de la Intendencia de Policía de Quito, agentes policiales detuvieron al cantante argentino que provocó incidentes en el coliseo donde se presentó el viernes.



En conformidad al artículo 606 numeral 17 del código penal ecuatoriano -relativa a espectáculos públicos- se le impuso al cantante una pena de dos días de prisión en el Centro de Detención Provisional de la capital ecuatoriana.



Sin embargo añadió que la sanción regirá sin perjuicio de que García asuma el pago de los daños ocasionados al público, a los organizadores del concierto, y a los dueños de los equipos que destrozó.



Aterciopelados, Cerati y Páez



El «magaconcierto» lo abrió Cruks en Karnak, el grupo ecuatoriano de rock más popular, que interpretó su habitual repertorio para deleitar y calentar a los espectadores, mientras el conjunto «Aterciopelados» hipnotizó con su ritmo a quienes ya se preparaban para el «plato fuerte» con Cerati, Páez y García.



Los colombianos, con sus melodías pegajosas, pusieron a bailar a muchos y consolidaron una noche mágica que siguió con un Cerati nuevo.



«Cerati, no es el mismo», opinaron algunos fanáticos que anhelaban escuchar las míticas canciones que compuso cuando integraba el conjunto «Soda Stereo», uno de los mejores símbolos del del rock latino de las últimas décadas.



El nuevo repertorio de Cerati, poco difundido en Ecuador, no alcanzó a agradar a todos que esperaban escuchar algo más «de música ligera».



Fito Páez consiguió lo que pocos hacen, calentar la gélida noche quiteña y puso a vibrar a los fanáticos que con paroxismo corearon a todo pulmón su tema «Mariposa tecnicolor».





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