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El oscuro pasado y el tenebroso presente de George W. Bush

Concebido como uno de los gobierno más cuestionados, la era de George W. Bush ha estado marcada por manejos políticos, alianzas comerciales con terroristas y uno que otro conflicto armado. Lanzado al mercado, el libro El mundo secreto de Bush es una intensa mirada a la actual presidencia, su discutible gestación y su turbulento desarrollo.


La figura de George W. Bush ha sido fuertemente cuestionada alrededor del mundo poniendo en la balanza lo que realmente significa Estados Unidos. Con una propensión hacia los conflictos armados y la corrupción, Bush -el más criticado de los presidentes norteamericanos- ha debido enfrentar fuertes acusaciones por las relaciones comerciales de su familia y ácidas miradas a su oscuro pasado financiero.



El mundo secreto de Bush, de Eric Laurent, aparece como un testimonio fiel de la trayectoria del actual presidente norteamericano, incluyendo sus secretos, sus alianzas, manipulaciones financieras y sus relaciones comerciales con la familia Bin Laden. Para nadie es un secreto que Bush permitió que la familia del principal implicado en los ataques a las torres gemelas, sobrevolara todo Estados Unidos en un avión saudí al otro día del incidente -recogiendo familiares- para salir del país sin ningún tipo de revisión policial



Eric Laurent se encarga de informar al lector sobre la ligazón del presidente y su padre con la familia Bin Laden, desde hace veinte años hasta nuestros días. En un extracto del libro señala: "El conflicto de intereses se ha trasformado ahora en escándalo. La idea de que el padre del presidente, y a su vez antiguo presidente, haga negocios con una compañía (la de los Bin Laden) investigada por el FBI desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 es aterradora. El presidente Bush no debería pedir sino exigir que su padre del grupo Carlyle".



En septiembre del 2001 George W. Bush dio una conferencia de prensa en el jardín de las rosas de la Casa Blanca donde señalaba que iniciaría una campaña contra las organizaciones financieras que sostenían relaciones con el terrorismo y a quienes las apoyaban. En la ocasión, el presidente norteamericano afirmó, "Los ciudadanos de Estados Unidos o los hombres de negocios tienen prohibido hacer negocios con ellos". Sin embargo, Laurent deja de manifiesto la demagogia en las palabras del mandatario:



"Como escribió el comentarista Wayne Madsen, ‘el presidente no siempre ha practicado lo que ahora predica: los propios negocios de los Bush han estado a personalidades financieras que, Arabia Saudí, apoyaban a Bin Laden’. Su articulo se titulaba La pista del dinero de Bin Laden conduce a Midland (el barrio de Houston donde vivía George W. Bush)".



El gran fraude



Para nadie es un hecho desconocido, que las elecciones que nombraron presidente de Estados Unidos a George W. Bush fueron sumamente cuestionadas por su poca transparencia y manejo de sufragios. Fue elegido con un total de 337. 576 votos menos que su contrincante Al Gore. ¿Pero como pudo ser eso posible?. Eric Laurent afirma: "El escrutinio fue tan ajustado que se desató una violenta polémica en Florida, el estado del que su hermano menor, Jeb, era gobernador: cierto número de electores no había podido votar, al menos en condiciones satisfactorias".



Y agrega: "El Tribunal Supremo de Estados Unidos, garante del respeto a las leyes y a las instituciones, intervino en el debate y resolvió en favor del candidato republicano (Bush), poniendo fin al recuento de votos en ese estado clave. Pero fue el destino, en realidad, el que le echó esa manita, gracias a los jueces conservadores del Tribunal Supremo. Algunos debían su carrera al clan Bush, otros estaban estrechamente vinculados a organizaciones ultraconservadores cristianas. Todas se habían pronunciado por un apoyo inquebrantable al gobernador de Tejas, porque veían en él, tras años de lucha y de activismo, el medio de acceder por fin al poder supremo e imponer allí sus puntos de vista sectarios y retrógrados".



Asistentes del presidente



La administración de George W. Bush se ha caracterizado por su gama de colaboradores fieles y con intereses creados. Para el mandatario, la lealtad de "sus hombres inseparables" juega un rol fundamental en su desempeño a cargo del país y que se encuentra por sobre muchas labores fundamentales del quehacer político. La lucha antiterrorista le ha otorgado un poder gigantesco, y con ello, la incuestionabilidad de sus asesores.



Sin embargo, Laurent asegura, "el presidente y sus hombres están en guerra. Pero tienen un pasado, amistades y, muchos de ellos, una feroz voluntad de enriquecerse. Aunque participen en esta lucha contra el mal no dejan de ser antiguos hombres de negocios, dispuestos a aprovechar las oportunidades que se presenten, ocultándose tras sus funciones oficiales. Dick Cheney, Richard Perle, Thomas White… Para ellos, la guerra es un deber, pero también un refugio", concluye.

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