El nieto del antipoeta recibió esta mañana el Premio Cervantes de manos del príncipe de Asturias.
El príncipe de Asturias entregó este lunes a Cristóbal Ugarte, nieto de Nicanor Parra, el Premio Cervantes concedido al poeta chileno, quien a sus 97 años no ha podido viajar a España para recibir el máximo galardón de las letras españolas.
«Don Quijote no cabe en un fin de semana», le decía Nicanor Parra «hace unas pocas horas» a su nieto, que, en presencia de los príncipes de Asturias, del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y de numerosas autoridades, ha contado que antes de viajar a España, había dejado a su abuelo «en su casa de Las Cruces, en la costa chilena, rodeado de libros».
Cristóbal Ugarte leyó en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en las proximidades de Madrid, unas palabras de agradecimiento de su abuelo por la concesión del Premio Cervantes, con las que pidió una prórroga «de mínimo un año» para poder «perigueñar» un discurso «medianamente plausible».
La solemne ceremonia tuvo otra ausencia, la del rey Juan Carlos, encargado cada año de entregar este premio y que está convaleciente de una operación de cadera.
En su discurso, el príncipe de Asturias valoró la figura de Parra como un «espíritu gemelo» de Miguel de Cervantes, un «rupturista» y un poeta «esencial» y desnudo de adornos», cuyas palabras, subrayó, unen a los hispanohablantes y ensanchan la vida de todos.
Felipe señaló en su intervención, con la que se cerró la ceremonia, que, al ver llegar a Parra al parnasillo de poetas galardonados con este premio, Cervantes «reconocerá en él un espíritu afín, un poeta desnudo de adornos, con atuendo de vecino de Chillán» y le dará la bienvenida como «colega» y «raro inventor».
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, definió en su discurso al «antipoeta» como «un «francotirador de la poesía que lo relativiza todo» y cuya obra «ha dialogado siempre con la literatura española».
Por parte del Gobierno participaron el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, y el ministro presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Luciano Cruz Coke.
También acudieron a la ceremonia los directores de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, y del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.
El acto contó con la inesperada presencia de la cantante, compositora y escritora estadounidense Patti Smith, quien a su llegada a la Universidad de Alcalá se declaraba admiradora de la poesía «rebelde y humana» de Nicanor Parra.
Patti Smith, que llegó junto al escritor y crítico Ignacio Echevarría -uno de los mayores especialistas en la obra de Parra-, conversó antes de la ceremonia con los familiares del poeta chileno, a quien, según su hija Colombina, le hubiera agradado viajar a España para recibir personalmente el Cervantes.
Nicanor Parra tenía incluso preparado su pasaporte para trasladarse a este país, pero finalmente su avanzada edad y su miedo a los aviones le llevaron a quedarse en Chile, explicó su hija.
Desde allí envió una máquina de escribir, que aparecía sobre una silla en la ceremonia de hoy, y que formará parte del legado del poeta que será entregado mañana en la sede central del Instituto Cervantes.
