Compañía Silencio Blanco se presenta en el anfiteatro del Museo de Bellas Artes
“Chiflón, el silencio del carbón” es la historia de dos hombres que, tras ser despedidos de su empresa, deben arriesgar su vida trabajando en una galería mortal.
Una historia de dos mineros que deben arriesgar su vida para trabajar cuenta la compañía Silencio Blanco en un montaje de marionetas que se estrena mañana en el anfiteatro del Museo de Bellas Artes.
La obra está inspirada en un cuento de Baldomero Lillo (“El chiflón del diablo”) y habla sobre el solitario oficio del minero y la espera de sus mujeres. “Situaciones del día a día nos incitan a conocer la intimidad y fragilidad de los personajes, el heroísmo de la vida cotidiana de un minero del carbón y la espera e incertidumbre diaria de la mujer, al no saber si su minero volverá o no”, explica la compañía. La obra es una puesta en escena de marionetas y un universo sonoro sin texto.
“Esta obra es un homenaje a la población de Lota y a todo pueblo minero, a todas las familias de esa ciudad marcadas por la soledad de los piques, la angustiante espera de las mujeres por sus padres, hermanos y esposos, así como el olvido hacia esas personas que extrajeron con su esfuerzo el combustible que industrializó un largo periodo de nuestra historia”, dice Dominga Gutiérrez, integrante de la compañía y productora de la obra.
Para la creación de la obra, sus creadores viajaron hasta la ciudad sureña a compartir con los mineros y sus familias, y donde quedaron impactados con sus vivencias, sus historias y con cómo los marca su entorno.
De hecho uno de los principales desafíos fue intentar reproducir las sensaciones que les causó esa experiencia en la obra y plasmarlas en los personajes, partiendo por la gestualidad de los mineros y sus esposas. Otro desafío fue trabajar en base al cuento de Lillo, tomando en cuenta que anteriormente creaban en solitario.
Como compañía “nos interesaban personajes con una artesanía en el oficio y una dedicación absoluta, que trabajan solos, en el anonimato y en silencio, en general”, explica Gutiérrez, recordando que su montaje anterior era sobre los pescadores.
La compañía Silencio Blanco se ha distinguido por su minucioso trabajo con marionetas de sencilla confección pero con una gran capacidad expresiva, personajes con los que se adentran en la vida de personas sencillas y oficios solitarios, explorando desde la gestualidad y sin la necesidad de un texto, su profundo mundo emocional.
La compañía, creada en 2010, ha montado anteriormente “De Papel” y “El Pescador”, que fueron presentados en diverso espacios y festivales, tales como el Espacio Ceat de Lastarria 90, el Festival Carnavalón Teatral en Arica, el III Festival Nacional de Teatro Profesional y Emergente Súbete a las Tablas, el II Festival de Teatro caminante de La Florida y el X Festival de Dirección Teatral de la Universidad de Chile.
