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El nuevo «Ancla» de Maipú: un derroche de sabores del mar Crítica gastronómica

El nuevo «Ancla» de Maipú: un derroche de sabores del mar

La frescura de sus productos es uno de los sellos de un lugar que goza de éxito en La Cisterna y Providencia, y que atraca en la comuna más populosa de Chile. Un aporte que amplía los horizontes de la cocina criolla marina (y algo más), con un toque de sazón distintivo y digno de ser considerado como panorama de almuerzo o cena


De momento, la cola de autos esperando entrar no se produce en el acceso a El Ancla. Está unos metros más hacia el norte por avenida Pajaritos en JVR, que debe ser la bencinera más barata de todo Santiago. Habrá que esperar un tiempo para ver si el nuevo local de esta saga gastronómica marina, con locales en La Cisterna y Providencia, cobra el protagonismo de su vecino en la comuna más populosa de Chile. Hay una mezcla de convicción y sentido de oportunidad en su apertura, básicamente por lo exitoso de su propuesta en otros barrios, pero también porque suena raro, por decir lo menos, que una comuna con 700 mil habitantes tenga tan, pero tan pocas opciones para comer fuera con cierto estilo, aparte de los sempiternos comedores chinos que siempre tientan al comensal clasemediero. Ahí es donde quieren hincar el diente, sabor marino mediante.

Empanadas de Piure

 

Más de un centenar de personas caben cómodamente en un espacio sencillo, de tonos madera e inspiración marina por supuesto, pensado para crecer cuando se validen frente a la comunidad. Por ahora sus fines de semana son tranquilos y eso les sienta bien, porque el servicio aún no se afina del todo, confundiendo comandas y llegando tarde a las jugadas donde tiene que actuar con presteza. Cosas de un ajuste que, de todos modos, no baja el ánimo de pasar una tarde distendida y familiar, sobre todo cuando la comida nunca deja de ostentar el gran valor de este lugar: una cocina de productos frescos, bien elegidos, con opciones para todos los bolsillos.

A eso hay que sumar una voluntad por darle buena sazón a cada plato, gracias a los oficios de Claudio Bustos, el patriarca del barco, quien despliega sus dotes de cocinero autodidacta en varias de sus recetas. Una de las últimas: Empanada de piure ($ 1.800) de fritura y pino impecable, enjundiosa, y con la necesaria intensidad de un marisco de sabor tan recio como incomprendido por muchos. Para quienes buscan lo fresco y reponedor a la vez, las Almejas al matico ($ 5.400) evocan al mar más popular, mientras que en la zona de los platos de fondo debuta un plato nortino con pinta de culto: un Picante de lapas ($ 7.800), que pone en valor la textura y prestancia de un molusco con sabores a ratos superiores al loco, junto a un picor que lo convierten en una receta para valientes. Mirando su área más refinada destaca el el Pulpo a la parrilla ($ 10.500), que si bien no tuvo demasiada exposición a la grilla (retornó más cocinada al rato y ganó en crocancia y consistencia), permitió reafirmar esa postura de ofrecer producto de calidad más allá de cualquier sazón o circunstancia.

Picante de Lapas

Hacerse de unos Choros maltones al vapor ($ 5.900), de unos cebiches de la casa o de unos buenos pil piles, otros de los platos de su recetario, también es parte de la experiencia. Lo mismo que un Jardín de Mariscos que puede parecer caro ($ 24.000), pero que alcanza para muchos y sirve como una suerte de resumen funcional de todo –repito, todo- lo que puede existir en la despensa marina chilena en estos precisos instantes. Un local que aporta buenos aires marinos para la Comuna Histórica y que llegó para quedarse.

Pajaritos 284, Maipú

Teléfono: 2557 6411 y 2557 6404

Nota: a este local se asistió invitado por sus dueños.

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